Buceta despacha al CUC Villalba con un golazo y dispara al Galapagar a una idílica tercera posición (2-1)
Fue el gol que tanto gusta en El Chopo, una apertura desde el medio campo, salida del guante de Manu Serrano, medida para la carrera en el campo abierto de la izquierda de Buceta, que estuvo raudo para ganar el área encimado por dos defensores, y clarividente y atinado para ver la rendija de la victoria, entre Ivan Vasiljevic y Luismi Morales, después de un frenazo a lo Butragueño para dibujar la parábola exacta al ángulo largo, con el portero un paso adelantado.
Fueron exactos el tiro y el momento, a siete minutos del final, cuando más apretaba el CUC Villalba, en el que quizás haya sido su mejor partido en la guarida arlequinada, y muy probablemente el último. Lo dijo el héroe del Galapagar nada más acabar, explicando lo que la plantilla sintió en la semana de entrenamientos: “Lo enfocábamos como el último derbi en El Chopo, la rivalidad Villalba – Galapagar ha sido una historia muy bonita. Queríamos seguir con la racha en el primer partido del año, y dar la victoria al pueblo, por todos los años de historia que tiene este partido”.
El canterano dio la asistencia a Figueroa en el 1-0 y decidió el partido culminando un gran contragolpe con un espléndido tiro en parábola, cuando el filial de Nano Rivas cargaba con todo en busca del triunfo
Buceta: “Lo enfocábamos como el último derbi en El Chopo, la rivalidad Villalba – Galapagar ha sido una historia muy bonita. Queríamos seguir con la racha en el primer partido del año, y dar la victoria al pueblo, por todos los años de historia que tiene este partido”
Ese gol del 2-1 encendió una vez más al Municipal de El Chopo, que acabó celebrando con más ganas si cabe la victoria, como si ya diese por descontado que ya no verá más un derbi en los términos de siempre, al menos en el corto-medio plazo. Por supuesto, no faltaron ni la polémica, con dos penaltis que parecieron claros a favor del Villalba, ni los improperios entre unos y otros, desde el intolerable “Greci, muérete” al capitán del Galapagar, para más inri lesionado en la rodilla, al más manido de “Puta Villalba” de la coreografía final, entre bengalas encendidas y hasta un pequeño fuego que no fue a mayores en la grada de los banquillos. Si alguien pensó que el derbi ya no tendría los mismos alicientes, dada la nueva condición de filial del CUC Villalba, se equivocó. Fue otro partido tremendo.

Figueroa abre el marcador
Desde el inicio se vio a un CUC Villalba con la suficiente personalidad para tomar sitio en El Chopo, aprovechando tanto el perfecto estado del césped como los espacios más reducidos -cinco metros menos de ancho que la Ciudad Deportiva-, en este caso para tratar de ahogar al Galapagar en su campo, con esa presión y presteza en los duelos con las que tanto daño suele hacer esta temporada. Suyos fueron los primeros minutos, en los que obligó al Galapagar a responder con su última línea para negar remates, y en los que puso de manifiesto la orden de Nano Rivas de, cuando menos, igualar la intensidad galapagueña, demostrando que el filial también estaba en un derbi de la máxima rivalidad.
En cierto modo, recordó la puesta de escena del curso pasado, sólo que sin el gol que metió entonces Chamón para el 0-1. Sin embargo, a la que aflojó un poco sus ímpetus, el Villalba se vio golpeado en la primera acción nítida de ataque de los de Javi Zamorano: un envío largo y preciso de Greci sobre la carrera de Buceta, esta vez por la derecha, y el posterior centro de éste convertido en pase de la muerte por el error de medición -o quizá de decisión- de Luismi Morales, al que el balón superó para acabar en el remate bajo palos de Figueroa para anotar a placer el 1-0. Tras el mazazo, a los 17 minutos, el Villalba ya no fue el mismo en todo el primer tiempo, manejado tácticamente por un Galapagar que pudo ampliar la renta en un remate de Marcos Gil.

Un Villalba con personalidad
Después de pasar por vestuarios, el partido entró en otra dimensión: Greci se lesionó en la rodilla al poco de empezar, dejando su sitio a un Javi Gordo que había calentado buena parte del primer tiempo por un problema físico de Bóveda que no pasó a mayores, y Adrián Corral empezó a tirar del filial. El central cántabro, imperial, un portento en colocación, técnica y capacidad al corte, empezó a ordenar ataques desde atrás, a batir líneas en conducción, sobre todo acostado a la izquierda, y a dotar al Villalba del empuje necesario como para activar a los de arriba. El empate salió de sus botas: a partir de una preciosa pared con Koke San José, Corral pasó a campo contrario con el balón cosido y soltó un pase milimétrico sobre el desmarque de Javi Alonso, cuya definición sobre la salida de Sergio Iglesias, con una sutil picada, fue de gran clase.
Javi Alonso empató en el primer tramo de la segunda parte y los villalbinos reclamaron dos penaltis, el primero sobre Darío Frey con 1-1, y el segundo sobre Abraham Nóbrega ya en el añadido
El 1-1 del ariete internacional premió la ambición villalbina y el partido entró en una fase en la que el segundo filial del Atlético pudo decantar la balanza, en un derribo a Darío Frey en el área que pareció claro, por cuanto el centrocampista tenía la posición tomada y el balón controlado en el momento del empujón. Campos Ventureira dejó seguir, y casi de inmediato pudo marcar Buceta, en un disparo cruzado que leyó bien Luismi Morales.

Esas acciones precedieron al movimiento en los banquillos, con Nano Rivas metiendo más frescura y riesgo con Óscar y Fran Gómez, y Javi Zamorano renovando energías para atacar mejor las espaldas de su rival, con Marcos Reguilón, Miguel y Manu Serrano. Este último, en un alarde de precisión, habilitó la carrera ganadora de Buceta, en pleno acoso villalbino, y El Chopo se echó definitivamente encima de su equipo, en un tramo final pleno de emociones que el CUC Villalba encaró quemando todas sus naves, ya con Adnane y Nóbrega en el campo.
Pasados dos minutos de la hora, el ariete fue derribado aparatosamente en su entrada al área, pero Campos Ventureira decidió convertir el penalti en golpe franco, sobre la misma raya. La falta se sacó sin consecuencias y el Galapagar pudo celebrar una nueva victoria en el derbi con su afición. Tres puntos que le colocan tercero, con un total de 31 en la primera vuelta. Es decir, en clara proyección para jugar el primer playoff de su historia. Una situación idílica.
Jaime Fresno