Fernando Arribas (Alternativa por Colmenarejo), sobre el «surrealista» pleno de fin de año: «La alcaldesa tenía constancia de que ya tenía el alta»

Fernando Arribas, portavoz de Alternativa por Colmenarejo, ha explicado esta mañana la “surrealista” situación que se vivió en la tarde-noche de ayer y que acabó con la suspensión, pasadas las 22:00 horas, del Pleno que se había convocado de forma presencial a las 19:30h.

El edil, que el pasado día 22 había notificado su positivo por Covid-19, recibió por la mañana una resolución de Alcaldía en el que se le indicaba que no podría acceder a la sesión al no haber concluido el periodo de confinamiento de 10 días, si bien Arribas presentó un certificado médico de alta, sellado y firmado, en el que un facultativo indicaba que se cumplían los requisitos para terminar la cuarentena. En este sentido, apuntaba que el criterio de la primera edil es “erróneo”, puesto que el protocolo sanitario establece que la cuarentena de 10 días se ha de cumplir “desde que se presentan síntomas”, no desde que se notifica el positivo. De hecho, aseguraba que el martes 28 ya había comunicado esta situación a través del correo electrónico tanto a la alcaldesa como al secretario municipal, sin obtener respuesta. “Tenía constancia de que ya estaba dado de alta y que había pasado el periodo de confinamiento”, subrayaba, acusando a la regidora de mentir acerca de esta cuestión, añadiendo que ella misma demostró tener conocimiento de esta circunstancia al recogerla en su decreto.

Además, explicaba, el miércoles 29 la oposición había solicitado que el Pleno se celebrase de forma telemática “ante el importante aumento de la tasa de incidencia en Colmenarejo”, que según el último informe sobre la situación epidemiológica en la región se situaba por encima de 1.600. Esta petición fue rechazada por la regidora, Miriam Polo, al señalar que había realizado con el Pleno ya convocado en tiempo y forma, reprochando igualmente a la oposición que llevase meses pidiendo la celebración de las sesiones plenarias de forma presencial y ahora reclamase la convocatoria telemática (que sí se mantuvo para el pleno extraordinario del pasado día 21, ya que el secretario había sido contacto estrecho de un positivo). También añadía que el equipo de Gobierno había planteado la posibilidad de aplazar el Pleno a los primeros días de enero, encontrándose con la negativa de los grupos de oposición.

Hasta 10 guardias civiles

En este contexto, Arribas detalla que acudió al Pleno con la mencionada certificación médica para acceder con normalidad al desarrollo de la sesión. “Todo se complicó porque se personaron dos agentes de la Guardia Civil que decidieron seguir las instrucciones de la alcaldesa”, relata. Sin embargo, Arribas se negó a abandonar el salón de plenos, argumentando que tenía un certificado médico de alta fechado ese mismo día y que no se podían vulnerar sus derechos como concejal. Ante las diferencias existentes, y con el equipo de Gobierno en el exterior de la casa consistorial, acabaron acudiendo hasta 10 efectivos de la Guardia Civil de distintas localidades. Un sargento consideró entonces que el edil debía desalojar el salón de plenos, a lo que éste respondió solicitando la presencia de un superior. Finalmente, “un teniente acudió, pidió el certificado y acreditó que estaba dado de alta”, señalando en último término que “la única opción era suspender el Pleno”.

“La conclusión de todo esto que se intentó vulnerar la participación de este concejal, con un acto de mala fe de la alcaldesa y de otros miembros de su Gobierno”, manifestaba Arribas. Y todo, proseguía, “para llevar a cabo una votación en situación de mayoría”.

En este sentido, los grupos de la oposición (PP, AxC, Vox y un edil no adscrito) llevaban a la sesión una propuesta para reducir el sueldo de los concejales del Ejecutivo tripartito (PSOE-Vecinos-Podemos), que de esta manera se tendría que ajustar al salario mínimo interprofesional.

“Esto ya se llevó en septiembre, pero se fue retrasando porque faltaban informes de Secretaría e Intervención. Presentamos esta propuesta porque no se merecen más; no pueden cobrar como gente competente, porque no lo son”, afirma Arribas. “Han sido incapaces de sacar adelante unos presupuestos en toda la legislatura, a pesar de pagar 6.000 euros a una empresa; es que ni siquiera han sido capaces de presentarlos. Y hace año y medio ya perdieron 2 millones de euros de subvención regional para inversiones por su incompetencia, porque entregaron la documentación un mes tarde. Ahora han dejado de renovar el contrato de parques y jardines… Es una verdadera incapacidad, a lo que se une la actitud totalitaria de la alcaldesa y el bloqueo permanente a la información que solicitamos como oposición”, detallaba. “Consideramos que debe dimitir y el secretario general del PSOE de Madrid, Juan Lobato, debe saber que la alcaldesa no puede seguir en su puesto, porque la gestión que está realizando es nefasta”, señalaba.

Un disparate

A las críticas al equipo de Gobierno se ha sumado el PP, que califica la situación vivida este jueves como un “auténtico disparate”. “El lamentable espectáculo ofrecido por la alcaldesa y el resto de componentes del equipo de Gobierno nos ha demostrado una vez más la falta de principios éticos y morales que se esconden detrás de sus actuaciones”, indican en un comunicado.

“Fueron capaces de llamar a las Fuerzas de Orden y Seguridad del Estado, de cuestionar el certificado médico que presentaba el concejal, de querer llevar la razón a toda costa con gritos y descalificaciones, y otras muchas tropelías, con un objetivo muy claro, tratar de impedir la incorporación del concejal al Pleno y así contar con una mayoría que les permitiera la no aprobación de la bajada de retribuciones, que era uno de los puntos a tratar”.

“Afortunadamente, como no podía ser de otra manera, la sensatez y el buen juicio se impusieron y el teniente de la Guardia Civil constató que no había motivos para no permitir la entrada del concejal al Pleno. Como también era de esperar, la reacción de la alcaldesa fue la clásica pataleta de niña consentida negándose a entrar en el salón de plenos si se encontraba en el mismo el concejal”, señalan, de modo que casi tres horas después la sesión acabó suspendiéndose. En este sentido, el PP recuerda que el día 29 solicitaron la celebración de la sesión de forma telemática, “como había sucedido con el Pleno extraordinario del 21 de diciembre, pero en la misma línea y con el mismo objetivo no consideró conveniente realizar el cambio”. “Hoy más que nunca pedimos la dimisión de todo el equipo de Gobierno”, concluían los populares.

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