Emotivo homenaje a los 300 años de la Piedra del Concejo: historia de la democracia en Collado Villalba

Reencuentros. Saludos, besos, abrazos, recuerdos y rencillas, tanto entre adversarios políticos como internas, las que más hieren, olvidadas. Así transcurrió el homenaje a los 300 años de la Piedra del Concejo, preludio del Ayuntamiento de Collado Villalba que hoy conocemos y cuyo origen se remonta al 19 de abril 1979, tras las primeras elecciones democráticas, celebradas 16 días antes, y la aprobación de la Constitución, que daba base legal. Desde entonces, 159 concejales y cinco alcaldes se han sentando en el salón de plenos, y a todos ellos se les ha agradecido su trabajo con la entrega de una medalla conmemorativa; un acto que ha contado con la presencia del viceconsejero de Presidencia y Administración Local, José Antonio Sánchez, así como de los alcaldes de Guadarrama y Los Molinos, Diosdado Soto y Antonio Coello, respectivamente.

Todos los alcaldes y concejales de Collado Villalba que acudieron al homenaje de los 300 años de la Piedra del Concejo

Muchos ya no están, 33 en total, y también fueron recordados en un emotivo vídeo. Del resto, cerca de 60 acudieron a una cita donde había notables ausencias, quizás las más comentadas fueron las de los alcaldes del Partido Popular José Luis Peñalvo, que reside fuera de la Comunidad de Madrid desde hace tiempo, y Agustín Juárez. 

La alcaldesa, Mariola Vargas, del PP, y los alcaldes socialistas, Carlos Julio López Jiménez y José Pablo González

Entre las asistencias, las de padres e hijos que han compartido su vocación de concejal, como los socialistas Carlos Julio López Jiménez y su hijo Carlos López Acosta; Juan Concepción y su hijo Juan Antonio Concepción; o María del Tránsito Valdegrama, del PSOE, y su hijo Adan Martínez, del PP (también el padre ya fallecido del concejal del PP José Ramón López fue edil en el Ayuntamiento villalbino), y las de ediles de las primeras Corporaciones como Pedro Antonio Martín Marín (UCD), Manuel Francisco Gil Bergua (PP), Victoria Rapp (PP) o Feliciana Vázquez (PSOE). 

El primer alcalde de la democracia en Collado Villalba, Carlos Julio López Jiménez

Primer Ayuntamiento

El primero en tomar la palabra fue el primer alcalde que ha tenido Collado Villalba en democracia, Carlos Julio López Jiménez, del Partido Socialista, el edil que más tiempo ha estado en el Ayuntamiento tras ejercer 16 años como regidor y otros cuatro más como concejal de la oposición. Tomó el acta con apenas 28 años. Junto al PSOE, en esa primera Corporación local, estaban el Partido Comunista, la Unión Independiente de Villalba, la UCD y Coalición Democrática; eran 17 concejales, hoy 25 (por el aumento de la población). Desde entonces han pasado 45 años y 11 legislaturas. 

Todos los alcaldes y concejales de Collado Villalba que acudieron al homenaje de los 300 años de la Piedra del Concejo, en el salón de plenos del Ayuntamiento

«Cuando llegamos teníamos el ánimo de cambiar algunas cosas, pero no había nada (la Comunidad de Madrid se constituiría el 8 de mayo de 1983, tras la aprobación del Estatuto de Autonomía), así que con mucha ilusión fuimos haciendo cosas, quizás con más trabajo que inteligencia», ha recordado. «Me parece un acto bonito el reunir a todos los concejales de la democracia». 

Carlos Julio López Jiménez ha reconocido que «al principio no fueron años difíciles, fueron más fáciles que ahora. Cada vez es más difícil gobernar, entre otras cosas porque cuando entramos nosotros no estaba hecho nada y era muy fácil hacer algo». 

La alcaldesa, Mariola Vargas, y el viceconsejero de Presidencia y Administración Local, José Antonio Sánchez

De pueblo a ciudad

En 1979, Collado Villalba contaba con unos 13.000 habitantes; hoy en día esa cifra roza los 70.000, lo que ha transformado el municipio en una ciudad gracias a un desarrollo sin precedentes en el tejido social y económico de la localidad, una evolución plasmada en un vídeo con fotografías, al principio en blanco y negro y luego en color, donde se recogían momentos que han ido formando la historia del municipio.

«Ha sido un acto entrañable, reunir a todos los concejales de la democracia, en el que se demuestra que todos juntos hacemos ciudad, hacemos Villalba y Madrid y España. Reitero el agradecimiento a todos, de todos los partidos, que en esta ocasión trabajamos por Collado Villalba. Ser concejal de pueblo es muy fácil porque conoces a tus vecinos con nombres y apellidos, y eso te permite ver la eficacia y los errores, que también los ves inmediatamente. Esperemos que sirva de acicate para que cojamos impulso nuevo y trabajemos todos por el bien de los villalbinos», ha dicho la actual alcaldesa, Mariola Vargas, que al finalizar esta legislatura también cumplirá 20 años como representante municipal. 

José Pablo González, regidor socialista durante 12 años, señaló que «se ha puesto en valor la vocación de servicio público, lo que conlleva ser concejal o alcalde de esta ciudad. Mi agradecimiento por el acto y sobre todo por los 300 años de la Piedra del Concejo, que lleva viendo el desarrollo de nuestra ciudad y todos, Gobierno y oposición, de las distintas épocas, con nuestro trabajo, con los errores y los aciertos, les corresponde a los nuevos continuar y todos unidos por lograr el mejor bienestar de nuestros ciudadanos y que Collado Villalba progrese».

Por su parte, el viceconsejero de Presidencia y Administración Local, José Antonio Sánchez, reconoció que para él «la política es una carrera de relevos» y agradeció la invitación «a un evento tan especial en la casa de todos los villalbinos», un acto que encierra «dos valores esenciales para mí, la gratitud y hacer lo que es justo, reconocer que lo que hay, lo que somos, es fruto de la generosidad de quienes nos han precedido». 

Además, Sánchez demostró su admiración por la Piedra del Concejo, «300 años como testigo silencioso de la vida en comunidad de Collado Villalba», y agradeció el apoyo de los familiares de los políticos, ya que ellos «no lo han elegido». 

Piedra del Concejo: 300 años

Junto al Ayuntamiento, en la plaza de la Constitución, existe una gran piedra con escalones tallados, conocida como la Piedra del Concejo. Recibe dicha denominación porque en ella se reunían los vecinos para deliberar sobre sus asuntos. Un auténtico ejercicio de democracia. Allí se trataban cuestiones personales y colectivas, se resolvían negocios como el reparto del agua y pastos o los deslindes. Durante tres siglos ha sido testigo y protagonista de las discusiones y acuerdos que se adoptaban en la localidad. 

El primitivo Ayuntamiento se reunía en Concejo, al son de una campana, encima de una roca, situada en un lateral de la plaza donde ahora está ubicada la Casa Consistorial. Las «gradas», como las conocen los ancianos del lugar, fueron declaradas Bien de Interés Cultural (BIC) en la categoría de Sitio Histórico en 1991.