El Atlético Villalba se queda a centímetros de estrenarse con victoria ante el Tres Cantos (1-1)
El Atlético Villalba rozó su primera victoria en Preferente ante el Tres Cantos, en un partido cuyo signo supo variar conforme pasaban los minutos, hasta tenerlo en su mano en el tramo final. Los serranos acabaron firmando el empate y lamentando un par de ocasiones sustanciales para haber culminado la remontada que inició otro gol de peso del joven David Manzano, el que significó el empate. Palabras mayores, teniendo en cuenta la entidad de un rival procedente de Tercera División que llegaba a la Ciudad Deportiva tras una buena pretemporada, culminada con un 3-0 sobre el Vicálvaro.
El equipo tricantino, de nuevo dirigido por Javi García tras su paso de urgencia por su otra casa de Colmenar, salió a mandar y consiguió reducir el ataque villalbino a los envíos largos hacia las prolongaciones de Álvaro, al que David Muñoz situó como delantero de referencia en ausencia del lesionado Fabio. El nueve local se fajó con los centrales, Gali y Raúl, en un trabajo más bien oscuro encaminado, probablemente, a allanar las llegadas desde segunda línea, y que fue perdiendo sustancia ante el creciente dominio del Tres Cantos. Sí dio tiempo a que, en una de esas acciones de fútbol directo, el balón le cayera a David Manzano en posición escorada, en una jugada que el robledano culminó con un centro chut que se perdió cerca del larguero. Fue una de las pocas ocasiones en las que el Atlético se sacudió el dominio forastero, y que curiosamente sirvió de prólogo al 0-1, que llegó en una falta botada desde tres cuartos de campo remachada a gol por el lateral Carlos.
El tanto dejó aturdido al Atlético Villalba, que casi a renglón seguido pudo encajar el segundo en una rapidísima combinación entre Gonzalo y David que la zaga tricolor tuvo que sacar en el área chica, cuando el 11 tricantino había salvado la desesperada salida de Javi Álvarez con un tiro raso, y el balón rodaba limpio hacia la portería.
Reacción atlética
La gran ocasión para el 0-2 dio paso a una fase de más equilibrio en la que el Atlético Villalba rozó el empate. Sobre la media hora de juego, Álvaro cabeceó libre de marca y cerca del área chica un centro desde la izquierda. Y sólo un minuto después, llegó una triple ocasión que no acabó en gol de milagro, en una secuencia inverosímil: todo empezó con un disparo que encontró la mano de un defensor, separada del cuerpo, y que el colegiado no juzgó como penalti cuando sí lo pareció; y siguió con un chutazo de Hoyos que pareció tocar los dos palos de la cruceta, antes de que el balón botara cerca de la raya de gol y de que el efecto lo llevara hacia la posición de David Manzano que, con todo a favor, llegando de cara y con el portero desubicado, mandó su disparo al limbo cuando se cantaba el empate.
Las ocasiones reactivaron el tramo final de la primera parte, con un toma y daca en el que David Muñoz se vio obligado a intervenir sustituyendo a Sebas, que dejó su sitio a Javi Pérez tras ver una cartulina amarilla que le dejaba muy expuesto ante la movilidad de los atacantes tricantinos. Uno de ellos, Antón, tuvo acto seguido la ocasión de poner el 0-2, pero el marcador llegó al descanso sin más alteraciones.
Superioridad bajo el diluvio
La segunda mitad ya fue otra cosa. El Tres Cantos pareció salir exclusivamente a conservar su ventaja, y el Atlético Villalba irrumpió sin los complejos de debutante de la primera parte. Poco a poco, los tricolor impusieron un juego con más variedad que el de la primera parte, y con más capacidad de desborde en las bandas, algo a lo que contribuyó de forma importante Mario, incansable en el carril izquierdo. El mayor dominio villalbino empezó a apurar al Tres Cantos, cuyos jugadores parecían llegar un segundo tarde a todos los balones, perdiendo la mayoría de los duelos individuales.
Viéndolo, David Muñoz decidió incrementar la presión metiendo a Dani, uno de sus prometedores jóvenes, para insuflar más velocidad arriba. Ese factor pareció aliarse con la lluvia torrencial que apareció en la segunda parte para sacar del partido a los tricantinos, sin físico a la altura del oponente para ganar batallas en los charcos. Esa sensación de supremacía villalbina terminó traduciéndose en el empate, en una falta más bien lejana que David Manzano tiró a romper, con un chutazo duro y envenenado que despidió el balón cargado de efecto, tanto, que superó al guardameta Pantoja por el centro de la portería, quizá engañado por la endiablada curva que describió el esférico. Un gran gol que ya está en la historia como el primero que anota el Atlético Villalba en Preferente.
El empate dio el control absoluto al Atlético Villalba, que no levantó el pie del acelerador y buscó con descaro los tres puntos, ante un Tres Cantos definitivamente encogido. A cinco minutos del final, el central Elo malogró un remate libre de marca tras una falta colgada al área, y ya en el cuarto minuto del tiempo añadido, Adrián Herranz, vio cómo el lateral Miguel le birlaba con la punta de la bota un remate que hubiera sido el 2-1, después de una gran internada en velocidad de otra de las jóvenes perlas atléticas para este año. La grada lamentó la ocasión perdida, pero se fue de la Ciudad Deportiva satisfecha de comprobar que el Atlético posee armas para competir. David Muñoz dijo después que “era un partido muy importante para ver qué lugar tenemos en el mapa”.
ATLÉTICO VILLALBA: Javi Álvarez; Raúl Barrio, Elo, Sebas (Javi Pérez, 39’), Mario Alin; Maypu, Juanito (Adrián Herranz, 80’) ; Hoyos, David Manzano (Sergio Martínez, 67’), Borja Arranz (Dani, 60’); y Álvaro.
CDF TRES CANTOS: Pantoja; Carlos, Gali, Raúl, Miguel; Barbosa (David, 76’), Jose (Migui, 81’); Gonzalo, Antón (Islem, 62’), David; y Mario.
ÁRBITRO: Sergio Benito Martínez (1). Amonestó a los locales Mario Alin y Sebas, y a los visitantes Barbosa y Antón.
GOLES: 0-1, Carlos (24’); 1-1, David Manzano (66’)
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 1ª jornada en el Grupo 1 de Preferente, con unos 150 espectadores en la Ciudad Deportiva de Collado Villalba, en una mañana tormentosa, con lluvia torrencial que llegó a condicionar el juego en la segunda parte, pese al excelente drenaje del campo.
Jaime Fresno