El CUC Villalba vuelve al playoff tras sobrevivir a duras penas a la reacción del Real Carabanchel (1-0)
El filial de Nano Rivas hizo valer el tempranero gol de Adrián Corral ante un Carabanchel que firmó las mejores ocasiones tras el descanso, y al que se le anuló un gol legal, obra del alpedreteño Álvaro Marcos
El CUC Villalba marcó en frío, nada más empezar, y tuvo opciones para ampliar su renta, antes de quedar a los pies de los caballos en una segunda parte, en la que se vio superado por el Real Carabanchel, y acabar pidiendo la hora. Finalmente, hizo caja con tres nuevos puntos y regresó a la zona de playoff, empatado en la tercera plaza nada más y nada menos que con Las Rozas y Galapagar.
De ser un equipo autóctono, manufacturado en la Sierra, estaríamos ante la situación soñada en el fútbol serrano, pero lo cierto es que este domingo, como el año pasado, cuando Julio Cidoncha hizo dos goles para el Moscardó en la Ciudad Deportiva, sólo había un chico de 20 años, vecino de Alpedrete, para levantar la bandera del fútbol comarcal en la fría Ciudad Deportiva, colonizada en buena parte por los seguidores carabancheleros: fue Álvaro Marcos, que ya había avisado en la jornada anterior con un gol y una asistencia ante el Galapagar, y al que anularon un gol legal en plena crecida del centenario equipo de La Mina.
Era el gol de la justicia, por lo visto en el campo, pero el juez de línea, de forma incomprensible, no vio que el extremo arrancó al menos un metro por detrás de la defensa, antes de batir de cabeza y a placer a Luismi Morales. Entre eso y la impericia de Héctor Gutiérrez, al que el portero villalbino le sacó un chutazo de gol con una mano portentosa, para después errar en una situación de mano a mano, cruzando demasiado el tiro ganador, al Carabanchel se le fueron sus mejores opciones. De momento, el ariete sigue buscando la magia que tenía cuando se erigió en el máximo goleador del Galapagar en Tercera en una sola temporada, en asociación con Buceta. Para suerte de un Villalba que funcionó claramente de más a menos, y para la lamento de un Real Carabanchel que se fue entre protestas a Mateo Charle Llamas, un colegiado mal auxiliado en Villalba.
Gol de Corral
El partido quedó marcado a fuego a los dos minutos, cuando a la salida de un córner el balón quedó muerto en el área chica carabanchelera para que Adrián Corral lo empujara a placer. El 1-0 dio seguridad al CUC Villalba, ante un rival temible con los fichajes invernales, y muy valiente. Samu Fernández Avilés fijó arriba dos puntas, Héctor y Fer Doménech, colocó a Imad y Álvaro Marcos en las bandas, y dio la sala de máquinas a Chamón, uno de los motores del Villalba del año pasado, que también se fue aclamado por los cada vez más escasos seguidores locales, y Pablo Altozano, los dos escalonados para estar más pendientes de jugar que de contener. Una propuesta acorde a la ambición de un equipo llamado a pelear por encima de lo que indica la tabla. Sin embargo, como suele ocurrir con los goles que se encajan en frío, el Carabanchel acusó el golpe y, en toda la primera parte, su caudal ofensivo quedó reducido a un buen centro de Dani Tapia al que no llegaron dos atacantes en boca de gol.
Todo lo demás fue cosa de un CUC Villalba más preciso, ganador en la mayoría de los duelos, que impuso un juego superior hasta el descanso. Tuvo el cuadro de Nano Rivas hasta tres ocasiones claras para ampliar, empezando por un mano a mano de Javi Alonso con el portero que el internacional juvenil mandó fuera, tras quebrar con clase a Marcos Rubio, siguiendo con un disparo franco de Fran Gómez, y acabando con la jugada de la mañana, obra de Adnane, quien superó con un autopase a su par, César, antes de obligar al portero a un paradón antológico para desviar su trallazo a córner.
Con pegada, el Villalba habría abierto una brecha casi definitiva en el partido, pero de un tiempo a esta parte tiene el gatillo encasquillado. Tras el descanso, ya ni pudo apelar a eso, pues el Real Carabanchel salió a mostrar su cara más afilada. A los seis minutos de la reanudación, Héctor y el gol anulado a Álvaro Marcos ya pudieron cambiar el guión, y poco después llegó el mano a mano errado por el ariete, tras un milimétrico pase al espacio de Fer Doménech, el mejor jugador sobre el campo.
Fue en ese primer cuarto de hora del segundo tiempo cuando el Real Carabanchel tuvo la vuelta a la tortilla del resultado de una forma nítida, pero el empate no llegó y los cambios posteriores tampoco le dieron la quinta marcha que necesitaba, pese a que terminó metiendo al Villalba atrás y cargando el área con peligro. El filial villalbino tiró de oficio para aguantar el envite, soltó un par de contragolpes peligrosos, y acabó poniendo a buen recaudo una victoria fundamental para sostenerse en el tren de cabeza, en espera de tiempos mejores. Lo siguiente será una prueba de fuego, en el Jaime Mata ante el Tres Cantos de David Muñoz.
Jaime Fresno