Collado Villalba coloca una placa en honor del veterinario Enrique Tabanera, hijo adoptivo de la localidad

El Ayuntamiento de Collado Villalba rinde homenaje al veterinario Enrique Tabanera Huerta, con la colocación de una placa con su nombre el próximo sábado, 26 de abril, a las 13.00 horas, en la que fuera su residencia habitual y desarrolló buena parte de su carrera profesional, en el número 18 de la Calle Ignacio González, frente al actual colegio Antonio Machado.

El pasado 30 de enero en sesión plenaria por unanimidad de todos los grupos políticos se acordó otorgarle la distinción honorífica de Hijo Adoptivo de Collado Villalba a Título Póstumo, en reconocimiento a su persona y a su encomiable labor social, tras una moción presentada por el Partido Socialista. Un homenaje de todo el pueblo villalbino a un vecino ilustre que extendió su labor como veterinario más allá de su cometido profesional, ayudando en los tiempos difíciles de la posguerra a facilitar con sus acciones altruistas la vida diaria de sus vecinos.

Nacido en 1911 en un pequeño pueblo de la campiña segoviana, Valverde del Majano, su juventud estuvo marcada por sus estudios de veterinaria. A finales de 1938, con tan solo 27 años, llega a Collado Villalba para dirigir el matadero municipal, que tenía entre otras misiones proveer de carne a la capital.

Tras la finalización de la Guerra Civil, es nombrado veterinario titular de Collado Villalba, Alpedrete y Collado Mediano. Y a partir de esta etapa comienza, siendo todavía muy joven, una vida ejemplar, en la que su bondad, generosidad y compromiso con sus vecinos marcó su dilatada vida, como un gran servidor incansable de los quehaceres públicos. Ayudó a la población local en tiempos de escasez proporcionando alimentos del matadero y asistencia sanitaria gratuita para animales, además de facilitar vacunas y medicinas. 

Su trayectoria le hizo ganarse el respeto y el cariño de los vecinos y allegados, tal y como cuentan varios familiares y personas cercanas a Enrique y a su familia.