El Comité de Empresa y patronal de la fábrica de Musashi Villalba llegan a un acuerdo sobre el ERTE, que comenzará a aplicarse la próxima semana
El Comité de Empresa y patronal de la fábrica de Musashi Spain Villalba, ubicada en el polígono P-29, llegaron ayer, a las 17.30 horas, a un acuerdo para poner en marcha un ERTE (Expediente de Regulación Temporal de Empleo) que afectará a toda la plantilla ante el descenso de trabajo originado por la falta de pedidos tras la escasez de chips, necesarios para la fabricación de vehículos (la antigua Made y Forjanor se dedica principalmente a la producción de piezas para las cajas de cambios y las ruedas). Tras varias reuniones, «hemos llegado a un acuerdo con unas condiciones bastante dignas«, califica Sergio Mata, presidente del Comité de Empresa de Musashi. «Tenemos una garantía del 80 por ciento sobre las cantidades que abona el SEPE y el complemento de las pagas extras y nuestras vacaciones se quedan al cien por cien«.
En la asamblea general de trabajadores que se ha celebrado hoy a las 14.30 horas se ha aprobado esta propuesta (de los 126 votos emitidos, 114 votos han sido a favor, 9 en contra y 3 en blanco), que posteriormente se llevará ante la Administración, por lo que comenzará a aplicarse la semana que viene.
Actualmente la plantilla está compuesta por 174 trabajadores, de los que 31 son temporales; a estos, cuyos contratos de circunstancias de la producción finalizan entre octubre y noviembre, no se les renovará, «todos quedarán agrupados en una bolsa de trabajo. Es gente que lleva con nosotros prácticamente un año y ya es una mano de obra que, junto con la cualificación que ya traían más la experiencia que han adquirido en el tiempo que han estado aquí, para nosotros está muy bien formada. En el momento en el que mejore el trabajo, será mano que entrará directamente a producir». Estos trabajadores eventuales no se van a ver afectados por el ERTE el periodo que les quede de contrato.
En el caso de que la demanda volviera a niveles anteriores, la empresa desistiría del ERTE. «El ERTE es una herramienta que tu puedes tener para utilizar en cualquier momento; si aumenta el trabajo, no es que lo tengas que paralizar, es que a la gente la llamas a trabajar y ya está, no necesitas más. En el supuesto de que toda la plantilla se incorporara, la empresa presentaría un desestimiento, pero no pasa nada porque tengas el acuerdo. En un mercado con tanta volatilidad en cuanto a si tienen o no semiconductores (chips) o llegan o no materias primas, no es ningún problema tener una garantía de acuerdo para momentos puntuales, ya que puede haber meses con variaciones de carteras muy bruscas como las que hemos tenido y habrá hasta diciembre, sin tener que demorar más ni generar nuevos escenarios de negociaciones, incertidumbre…», explica Sergio Mata.
También acuerdo del convenio
En esta asamblea general de trabajadores también se ha aprobado el convenio (122 votos a favor, 2 en contra y 2 en blanco).
«Lo más positivo es que teníamos que conseguir un acuerdo de ERTE pero a la vez un acuerdo de convenio, porque estábamos en otra actividad, y de pocos nos servía llegar a un acuerdo de ERTE sino teníamos una garantía de clima laboral que nos permitiera una estabilidad». Este convenio, que tiene carácter retroactivo con fecha 1 de enero de este año, estará en vigor hasta 2023. «Hay condiciones para 2022 y 2023, supeditado a una mejora salarial vinculada al IPC hasta un máximo del 3,5 por ciento, una reducción en la jornada laboral y el mantenimiento del resto de conceptos que ya teníamos en el convenio anterior adaptándolo al estatuto actual, que constantemente en los últimos dos años va cambiando y nos toca actualizar lo que son ratios de igualdad, desconexión digital, teletrabajo, etc.», dice el presidente del Comité de Empresa de Musashi.
«Ahora todos conocemos cuales son nuestras condiciones, los dos acuerdos salen a la vez y voluntad de acuerdo y de ir por el mismo camino todos queda plasmado por escrito y firmado y que no nos lleve a conflictos que todos sabemos que se podían avecinar en un horizonte cercano», concluye Mata.