¿Has revisado los filtros de tu coche? Es momento de cambiarlos
El verano, con la llegada de las vacaciones, es una de las épocas del año donde se producen más desplazamientos, por ello es tan importante que nuestro vehículo esté a punto. Entre los componentes que debemos revisar y cambiar se encuentran los filtros, cuya función es mantener limpios los fluidos que circulan por el interior del vehículo para asegurar la longevidad del motor, ya que con el uso habitual del coche, los filtros se van colmatando y se atascan con las impurezas que van reteniendo. Existen básicamente cuatro grupos de componentes de filtración:
- El filtro de aceite tiene como misión retener partículas o impurezas que se puedan encontrar con el lubricante (partículas metálicas, residuos de la combustión, impurezas del combustible, etc.), que puedan dañar o perjudicar el motor. Los hay metálicos y de papel y su sustitución es imprescindible cada vez que se haga un cambio de aceite ya que de no ser así el vehículo puede sufrir una pérdida de potencia.

- La función del filtro de aire es que las partículas sólidas de polvo, suciedad o abrasivas que pueda contener el aire que succiona el vehículo no lleguen al motor y la combustión se realice en las mejores condiciones. Un filtro de aire sucio aumenta el consumo de combustible, reduce las prestaciones del motor y aumenta la contaminación emitida. Los expertos aconsejan que su cambio se realice entre 15.000 y 30.000 kilómetros, aunque su vida depende mucho del lugar donde se maneje el automóvil (si es utilizado en el campo, se recomienda reemplazarlo cada 5.000 kilómetros).
- La función del filtro de combustible es diferente para motores de gasolina y los diesel. En gasolina actúa como una barrera para que las impurezas no lleguen al motor y en diesel su función es la de eliminar la humedad y evitar la corrosión de los elementos metálicos del motor. Si nuestro vehículo funciona con gasolina debemos poner un filtro nuevo de combustible entre 40.000 y 80.000 kilómetros; si funciona con diésel, entre 30.000 y 60.000 kilómetros. Ambos pueden ser metálicos o de papel.
- Mientras que estos tres filtros se encargan de mantener en óptimas condiciones el motor del coche, el filtro de habitáculo se encarga de filtrar el aire que entra en el interior del coche de ácaros, polvo y polen para garantizar la salud de los ocupantes del vehículo. Algunos de estos filtros poseen carbón activo para eliminar los malos olores. Los filtros de habitáculo son de papel y se recomienda sustituirlo cada 15.000 km o según la indicación del fabricante. En caso de que este filtro se encuentre obstruido se notará que hay una mala calidad del aire, así como poco efecto del aire acondicionado o la calefacción.