La consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales visita la Residencia Alpedrete en el Día Mundial de la Salud Mental

La Comunidad de Madrid atendió el año pasado a más de 1.500 personas con enfermedad mental grave y duradera de forma individualizada en sus domicilios. Así lo ha destacado la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila, en una visita a la Residencia Alpedrete, coincidiendo con el Día Mundial de la Salud Mental que se conmemora el 10 de octubre, y en la que ha estado acompañada por el alcalde, Juan Rodríguez, y la edil de Servicios Sociales, Aurora Gil. Esta residencia cuenta con 33 plazas públicas y acoge estancias tanto temporales como indefinidas.

Fotografía Comunidad de Madrid

En Alpedrete trabajan dos de estos equipos, formados por cuatro profesionales cada uno, para atender en sus propias viviendas a los usuarios con estas patologías. Dan cobertura a 29 municipios del Área 6 de Salud Mental de la zona Noroeste.

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Estas unidades de Apoyo Social Comunitario forman parte de la Red pública de atención social a personas con enfermedad mental grave y duradera y ofrecen apoyo psicológico y social en el propio domicilio o el entorno a los madrileños que presenta dificultades para lograr su propia autonomía, en coordinación con los Servicios de Salud Mental del Servicio Madrileño de Salud.

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La Administración regional cuenta con 38 equipos de estas características formados cada uno por un psicólogo, un trabajador social y dos educadores, sumando un total de 152 profesionales.

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Dávila ha destacado su labor “que evita procesos de marginación y abandono” gracias al trabajo en el conjunto de la red, “respetando la libertad y ritmo de cada persona y promoviendo su integración”.

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La Comunidad de Madrid ofrece un total de 7.181 plazas públicas, 93 más que el año pasado, en los 233 centros especializados que forman la Red de atención social a personas con enfermedad mental grave y duradera, en los que este año se invierte 92,5 millones.  

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