Editorial «Aquí en la Sierra» – Lectura local del 26-J

jornada electoral 4-2

Las municipales celebradas en mayo de 2015 dejaron un escenario político fragmentado, rompiendo con la hegemonía que el Partido Popular había tenido durante años en los municipios de la Sierra. Un año y dos elecciones generales después, el bipartidismo repunta, ganando entre 6 y 9 puntos respecto a los resultados del pasado 20 de diciembre. Las urnas apuntan de nuevo a la necesidad de diálogo y de alcanzar consensos, con el Partido Popular como fuerza más votada en todas las comunidades autónomas, con las únicas excepciones de Cataluña y el País Vasco. Pero más allá de la lectura a nivel nacional, también cabe bajar al detalle de lo ocurrido en los municipios de la Sierra. Si en la Comunidad de Madrid el PP ha ganado con un 38% de los votos, en nuestra comarca lo ha hecho de forma más amplia, superando en muchos casos el 40 y acercándose incluso al 50% en localidades como Navacerrada y Torrelodones, donde paradójicamente los gobiernos municipales son de otro signo. El crecimiento de los populares respecto al 20-D es de entre 5 y 6 puntos de media, alcanzando los picos más altos precisamente en aquellas localidades donde los pactos entre distintas fuerzas le dejaron en la oposición tras los comicios municipales: así ocurre en Alpedrete, Moralzarzal, San Lorenzo de El Escorial o el ya mencionado caso de Navacerrada. Cierto es que los datos de las generales no son extrapolables directamente a lo que ocurriría en unas municipales, dado que entran en juego otros muchos factores (principalmente el hecho de que concurren partidos independientes y con vocación exclusivamente municipalista), pero sí que supone un cierto toque de atención.

Por otra parte, el 26-J en la Sierra ha confirmado a Unidos Podemos como segunda fuerza, aunque sin rentabilizar su coalición con Izquierda Unida, de manera que la confluencia tiene por delante, también a nivel local, unos meses de debate y análisis de cara al futuro. El retroceso experimentado ha hecho que Ciudadanos, a pesar de que también haya bajado entre 1 y 2 puntos, pise los talones a la formación morada; entre los dos partidos de la nueva política suman ahora alrededor de un 40%, cuando antes se acercaban en numerosas localidades al 50. Más complicada aún es la situación para el PSOE, que a pesar de mejorar sus resultados no logra escapar en la mayoría de los casos de un cuarto puesto que parecía impensable no hace tanto, sin que su entrada en los gobiernos de varios municipios serranos haya conseguido levantar significativamente su porcentaje de voto. En las cuatro poblaciones más importantes de la Sierra en número de habitantes -Collado Villalba, Galapagar, Torrelodones y San Lorenzo de El Escorial- los socialistas continúan cerrando esta particular pugna electoral, y lo mismo ocurre en Guadarrama, Alpedrete, Moralzarzal, El Escorial, Collado Mediano, Hoyo de Manzanares o Valdemorillo. Solo conserva la segunda posición en pueblos como Navacerrada y Los Molinos, lo que, más allá de las causas y consecuencias a nivel nacional, también debe llevar a una reflexión en el ámbito local. Aún quedan tres años para las municipales, con un panorama que presenta numerosas incógnitas (incluyendo la posibilidad, aparentemente remota, de unas terceras elecciones generales) y una legislatura que acaba de cumplir su primer año y que por tanto todavía tiene mucho recorrido por delante, pero unos y otros empiezan a coger posiciones de cara a unos comicios en los que a buen seguro que el término “renovación” va a ser el más utilizado.

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