Nuevo paso para declarar el patrimonio industrial de Valdemorillo como Bien de Interés Cultural

“Tenemos un patrimonio industrial del que sentirnos plenamente orgullosos, que desde hoy está más cerca de ver reconocido e incluso redoblado su valor, porque el paso dado resulta decisivo para lograr su declaración como Bien de Interés Cultural”. El alcalde de Valdemorillo, Santiago Villena, expresa así el agradecimiento “en nombre de nuestro Consistorio” a la Asamblea de Madrid, y más en concreto a los miembros de su Comisión de Cultura y Turismo, por el acuerdo alcanzado la pasada semana, “de transcendental importancia para el municipio, porque supone dar impulso a toda la tramitación que resulte oportuna para que finalmente se apruebe esta declaración, asegurando con ello la protección y defensa de algunos de nuestros elementos arquitectónicos más significativos, todos ellos restos de la antigua fábrica de cerámica y vidrio, y contribuyendo a potenciar el indudable atractivo cultural y turístico de esta villa”.

Un hecho que en estos tiempos de pandemia se recibe con especial alegría, tanto por autoridades como por el conjunto de la población, “todos expectantes ahora” para ver convertidos en BIC tres de sus elementos arquitectónicos más representativos: las emblemáticas chimeneas, que se corresponden con los tres hornos centenarios en torno a los que se alza la Casa de Cultura Giralt Laporta, la cueva que fuera almacén y pudridero de caolín recuperada décadas atrás como museo, y la conocida como torre de la bomba, situada en sus proximidades.

Vista de las emblemáticas chimeneas de la Casa de Cultura Giralt Laporta

Continúa así avanzando con éxito el trabajo que se viene desarrollando por el Gobierno local que forman Partido Popular y Ciudadanos para sacar adelante la tramitación de este expediente, una demostración del empeño puesto para hacer realidad lo planteado inicialmente en forma de moción por el grupo municipal del PSOE, propuesta que siempre ha contado con el respaldo unánime de todos los corporativos y que va acompañada de “las múltiples gestiones que llevamos realizando desde Cultura hace mucho tiempo, como se plasma en las sucesivas reuniones mantenidas por videoconferencia tanto por parte de la concejal responsable del área, Eva Ruiz, como por la técnico de cultura, Pamela Spratz, quien incluso ya había iniciado una labor al respecto años atrás”.

En este sentido, la edil precisa que ahora se está a la espera de la visita que ha de realizar la directora general de Catalogación de la Comunidad de Madrid, de modo que pueda evaluar personalmente las características e importancia del patrimonio que se propone para esta ser merecedor de su declaración como Bien de Interés Cultural. A falta de esta valoración, tanto el regidor como la concejal coinciden en destacar que “además del privilegiado entorno natural en el que se localiza nuestro pueblo, sentimos el privilegio de poder compartir con todos, vecinos y visitantes, la grandeza y auténtico significado de este pasado industrial que engloba una parte muy importante de la historia local”.

De Falcó a Giralt

En concreto, las diferentes construcciones que incluye la declaración a favor de cuya tramitación se ha pronunciado ahora la Comisión de Cultura y Turismo de la Asamblea de Madrid, tienen una antigüedad que se remonta al siglo XIX, a la etapa en que empezó a desarrollarse la industria en Valdemorillo, concretamente con la fábrica de lozas creada en 1845 por Juan Falcó y que, con el tiempo, ya en 1915, vivió una segunda fase al ser adquirida por Juan Giralt, ampliando su producción al vidrio, el cristal y la porcelana, entre otros materiales.

El antiguo almacén y pudridero de caolín, reconvertido en cueva-museo

Las piezas salidas de los hornos que aún son testimonio de toda aquella pujante actividad, muchas de ellas expuestas en la colección permanente de la Cueva Museo de Cerámica y Vidrio (CUMVAL), son la mejor prueba de la notoriedad alcanzada por los trabajos realizados en la fábrica de Valdemorillo, por la que pasaron generaciones de valdemorillenses que encontraron en ella su fuente de trabajo, conservándose también en parte algunos de los objetos diseñados y creados en la localidad en museos de la importancia del Nacional de Artes Decorativas y el del Romanticismo, así como en las colecciones Reales y fondos de Patrimonio Nacional.

Además, cabe señalar que con la aprobación de esta declaración se pretende dar igualmente la máxima protección al horno y chimenea de Tejera González, así como al horno para refractario de José Orodea y demás bienes inmuebles vinculados a esta actividad industrial que puedan identificarse en futuros estudios. Otro aspecto de interés en un municipio que ha sabido realzar la grandeza de estos vestigios de su historia, vertebrando toda su actividad cultural precisamente en torno a las tres chimeneas, “donde seguimos fabricando cultura cada día y que, con su esperada consideración como BIC, aún se alzarán más como auténtico emblema de nuestra identidad local”.

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