Más de 400.000 alumnos madrileños empiezan un curso marcado por la incertidumbre ante la evolución del coronavirus

Cerca de 412.000 escolares, los correspondientes al segundo ciclo de Educación Infantil (3-6 años), así como 1º, 2º y 3º de Primaria, y Educación Especial, han comenzado el curso este martes, con un total de 6.000 docentes de refuerzo ante la incidencia del Covid.

Esta es la cifra que ha adelantado el consejero de Educación y Juventud, Enrique Ossorio, señalando que los restantes profesores, hasta los 10.610 anunciados durante la presentación de la estrategia para el inicio de curso 2020/21, se irán incorporando en los próximos días.

Por su parte, las familias llegaban a los centros de la Sierra con división de opiniones ante el inicio del curso. «Creo que es bueno; los niños ya tenían ganas de estar con sus amigos y sus profesores, además de que no podemos parar todo. Hay que tomar precauciones, claro, pero yo por lo menos vengo tranquila«, comentaba Ana, madre de dos niños (ambos en 3º), mientras que Laura, con una niña que empieza 1º, no lo veía tan claro: «La verdad es que hasta el último momento no sabíamos lo qué hacer; me parece que se ha hecho todo con mucha improvisación, esperando hasta el último momento, y que los grupos tenían que ser más pequeños. 20 niños en una clase me siguen pareciendo demasiados, pero no teníamos manera de organizarnos, así que no hemos tenido más remedio. Espero que salga bien, pero creo que en unas semanas volverán a estar en casa«.

Entre tanto, los distintos centros educativos se han adaptado en las últimas semanas para estar preparados ante esta inédita situación, con itinerarios peatonales, accesos diferenciados para evitar aglomeraciones, toma de temperatura a la entrada o instalando dispensadores de gel hidroalcohólico. Además, los recreos se realizarán por turnos y en la gran mayoría de los colegios se han establecido grupos de convivencia estables para limitar los contactos.

Imagen de la entrada en el colegio público Enrique Tierno Galván, en Collado Villalba / Fotografía: Rafa Herrero

Los centros han tenido que adaptarse a la bajada de ratios contemplada por la estrategia del Gobierno regional, con hasta un máximo de 20 alumnos en Educación Infantil (3-6 años) y Primaria, y de hasta 23 alumnos en Primero y Segundo de la ESO, o distancia de seguridad de 1,5 metros.

Para ello, se han reorganizado los espacios en los centros educativos, teniendo opción también de recurrir a espacios en otros edificios de titularidad autonómica o local o a módulos prefabricados, así como a instalar mamparas en las aulas. Asimismo, en determinados casos se podrán mezclar alumnos de distintos cursos de Infantil y Primaria en grupos mixtos.

Este miércoles, parte de Secundaria

Según el calendario escalonado, mañana, miércoles 9, será el inicio de las clases para los 243.769 alumnos de 3º y 4º de la ESO, 1º y 2º de Bachillerato, mientras que los alumnos de 4º, 5º y 6º de Primaria, más de 220.000, comenzarán el 17 de septiembre. El 18 volverán los de 1º y 2º de la ESO junto a los de FP Básica y Grado Medio, unos 203.600, alumnos, mientras que los últimos serán los 54.000 estudiantes de FP Superior, el 28 de septiembre.

Para equipar los nuevos espacios se han adquirido un total de 5.000 pupitres escolares, que se suman a los que ya forman parte del mobiliario que tiene en propiedad la Comunidad de Madrid. También se ha procedido a la compra de 65.000 mamparas individuales para aquellas aulas que precisen medidas adicionales de protección.

Además, se han destinado cerca de 35 millones de euros para la realización de obras de adaptación, reparación y mejora de los centros de educativos, un presupuesto que permitirá ejecutar alrededor de 550 actuaciones para la mejora de las condiciones de higiene y a garantizar el distanciamiento social.

Los niños tendrán que llevar mascarilla a partir de 6 años y en muchos colegios les han pedido que lleven una riñonera para guardarla en el momento del comedor, servicio que se mantiene, ofreciendo la posibilidad de ampliar los turnos, que se utilicen las aulas como comedores o que los alumnos puedan llevarse la comida a casa.

Los llamados grupos burbuja deberán respetarse tanto en el comedor como en las actividades extraescolares y en el recreo, que también se podrán organizar de forma escalonada o mediante otras medidas organizativas.

Y si un profesor o alumno presenta síntomas…

Si un docente presenta síntomas leves, deberá abandonar el centro y dirigirse a su domicilio para contactar con su centro de salud, mientras que si un alumno presenta síntomas, será aislado por el coordinador Covid del centro, que se pondrá en contacto con los padres y reportará la incidencia -casos sospechosos, probables o confirmados-.

Salud Pública decidirá ante la aparición de casos positivos si se pone en cuarentena a una clase a varias, o bien a un centro completo. Ante la presencia de síntomas, los alumnos y los profesores no deben acudir al centro escolar.

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