Éxodo de madrileños a la Sierra

La población de buena parte de los pueblo de la zona se ha incrementado desde que se decretase el estado de alarma. En casos como Valdemorillo, el padrón ha crecido en más de 600 vecinos en diez meses. En municipios como Alpedrete, los empadronamientos se han multiplicado por ocho.

La Covid-19 ha traído innumerables cambios en nuestra manera de vivir y también en dónde vivir. El teletrabajo y la no obligación de acudir diariamente al puesto de trabajo, muchas veces en la capital o en localidades limítrofes, la necesidad de disfrutar de mayores enclaves naturales y con menos densidad de población o de una vivienda más amplia con espacios al aire libre, ya sea terraza o jardín, ha hecho replantearse a muchos madrileños su lugar de residencia, convirtiendo a la Sierra en objeto de deseo. La cercanía con Madrid y las buenas comunicaciones, ya sea a través de transporte público o privado, han fomentado un éxodo que comenzó tras decretarse el estado de alarma en marzo de 2020.

Desde entonces, muchos han dado prioridad a su segunda residencia; otros han decidido adquirir o alquilar (en menor medida dado el reducido tamaño del parque de viviendas de alquiler) en algún municipio de la Sierra. Lo que antes era un crecimiento estacional, achacable al periodo estival, se ha convertido en un fenómeno que comparten muchos municipios.

Eso es lo que ha sucedido en Guadarrama, tradicional pueblo de veraneo para los madrileños, que cuenta con 16.000 habitantes censados, repartidos en 44 urbanizaciones, que en época estival aumentan hasta las 40.000 personas. Ahora, esa población flotante se ha instalado en el pueblo de manera permanente. “Vivimos una situación extraordinaria de aumento de la población. Es algo que se ve claramente en la recogida de residuos”, sostiene el alcalde, Diosdado Soto. El primer edil argumenta que este incremento de residentes es positivo para el comercio y las empresas locales, pero también recuerda que los servicios del municipio están preparados para atender a 20.000 personas como máximo.

Centro urbano de Alpedrete

Más empadronamientos

Una situación similar se aprecia en Alpedrete, que cuenta con un censo de 15.700 vecinos. “Se ve más actividad en las urbanizaciones. También se ha incrementado la recogida de basuras, especialmente de muebles viejos, que es lo que ocurre cuando alguien llega a una casa nueva y hace limpieza y mudanza”, explica el concejal de Comunicación, Antonio Pugliese.

En cifras, “si cada año la población de Alpedrete se venía incrementando en 100 personas, este año hay 800 censados más. Muchos se empadronan por las ayudas que ha sacado el Ayuntamiento y otros porque con las restricciones de movilidad, no se podían desplazar”.

En Valdemorillo también se aprecia un notable crecimiento poblacional: a fecha 1 de enero de 2020 había 12.772 habitantes censados, reflejando un incremento de 204 personas al que hay que añadir los más de 600 nuevos empadronados que han llegado a contabilizarse a lo largo del pasado ejercicio. Del total de los censados, el 56% residen en urbanizaciones y el 44% en el casco urbano.

En el caso de Cercedilla, de 7.245 habitantes a finales de 2019 a 7.503, aumento que es casi el triple que en años pasados, cuando la media es que el padrón subía unas 100 personas por año.

También en Robledo los datos de padrón de 2020 confirman incremento de 4.480 a 4.700 personas, por encima de la media de los últimos años.

Centro urbano de Cercedilla

Tendencia ascendente

Otras localidades, sin embargo, no aprecian grandes cambios en el padrón. En El Escorial y San Lorenzo señalan que, a falta de cerrar los datos definitivos, no se aprecia un incremento especialmente significativo, aunque sí se consolida la tendencia ascendente de los últimos años.

Los profesionales del sector inmobiliario afincados en diferentes municipios de la Sierra confirman la llegada de nuevos vecinos, una tendencia al alza, que no solo se traduce en la apertura de nuevos establecimientos dedicados al alquiler y venta de viviendas, sino en el número de operaciones realizadas en el último año.

Navacasa, inmobiliaria de Navacerrada, confirma el aumento de la demanda tanto en la venta como en el alquiler, aunque en este caso “no hay tanta oferta”.

Sin embargo, no en todos los municipios han subido las ventas. Tecnocasa El Escorial asegura que se ha incrementado el alquiler en un 20 por ciento, sin embargo, el número de ventas se ha mantenido por los precios elevados de los inmuebles.

 

Send this to a friend