Los ecologistas muestran su preocupación por la «avalancha» de personas este fin de semana en la Sierra de Guadarrama

Como alertaron los colectivos ARBA, Asociación Ecologista del Jarama El Soto, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid, GRAMA y Jarama Vivo, al viceconsejero de Medio Ambiente y al Director General de Biodiversidad y Recursos Naturales de la Consejería de Medio Ambiente, «este fin de semana la Sierra de Guadarrama no ha podido gestionar la avalancha de personas«. Las asociaciones consideran una irresponsabilidad que se hayan abierto los aparcamientos «sin planificación, sin medios de control y sin dotar de apoyos a los ayuntamientos».

«Muchos visitantes han desembarcado en los pueblos sin tener en cuenta medida alguna de seguridad, sin mascarillas, sin guardar distancias de seguridad, aparcando en arcenes de carreteras, en espacios naturales. Muchos ayuntamientos se han visto desbordados», afirman desde Ecologistas en Acción.

«El sábado, a las once de la mañana miles de personas subían a La Pedriza, en Manzanares el Real. Los coches daban vueltas por el casco urbano buscando espacio donde aparcar. Los propios vecinos cerraban calles en la zona del Tranco, en un intento desesperado de frenar la avalancha de vehículos y la falta de previsión municipal», prosiguen los ecologistas.

De Cercedilla a El Escorial

En la zona de Las Dehesas de Cercedilla, la situación era similar, los aparcamientos estaban completos y la Policía Local obligaba a los vehículos a darse la vuelta al llegar al centro de información. En el embalse de Navalmedio, los coches aparcaban de cualquier manera dentro del monte, de forma ilegal, añaden.

En Navacerrada, sábado y domingo, había kilómetros de vehículos aparcados en los arcenes de la carretera que sube a La Barranca. En Rascafría, la Guardia Civil tuvo que multar a decenas de conductores durante todo el fin de semana, en Las Presillas y el puerto de los Cotos, explica el colectivo proteccionista.

Tampoco fue mejor la situación en Guadarrama, en el entorno del embalse de La Jarosa, donde ante la gran afluencia de personas el sábado, el domingo el Ayuntamiento tuvo que cerrar accesos y limitar las zonas de aparcamiento.

«El sábado,antes de las doce de la mañana, en redes sociales, el 112 anunciaba que había atascos en la Sierra y que los vehículos mal aparcados impedían el acceso a emergencias. Pero el domingo se repitió todo, sin que los responsables de las Consejerías de Justicia y Medio Ambiente tomasen ninguna medida», subrayan.

El domingo, a las 11.30h, el 112 volvía a anunciar que todos los aparcamientos de la Sierra estaban completos (Morcuera, Las Dehesas, Canencia, La Barranca, etc ) y pedía a la población que no siguieran accediendo porque podían colapsar el acceso a vehículos de emergencias y que no se aparcara en zonas no permitidas. En El Escorial, al igual que sucediera el fin de semana anterior, el entorno del embalse de Los Arroyos estaba completamente colapsado de vehículos en zonas donde no esta permitido.

Responsabilidad y evitar la masificación

Todos los enclaves naturales afectados están dentro de espacios protegidos y tienen un gran valor natural. Las organizaciones ecologistas lamentan esta situación. Lo que ha sucedido era previsible y así lo manifestaron en dos reuniones mantenidas, en el mes de mayo, con el viceconsejero de Medio Ambiente, Mariano González, el director general de Biodiversidad y Recursos Naturales, Luis del Olmo y el codirector del Parque Nacional de la Sierra de Guadarrama, Pablo Sanjuanbenito. En esas reuniones se insistió en que la Consejería, debía realizar un plan de desescalada gradual en el medio natural, especialmente, en tanto no se pudiera salir de la provincia. Además debía hacerse un enorme esfuerzo de comunicación y sensibilización a la población y de coordinación con ayuntamientos, indican los ecologistas.

«La población debe disfrutar de la naturaleza, pero sin poner en riesgo a las personas que viven en los municipios rurales ni avasallando los ecosistemas pisoteados por coches, bicicletas, personas, etc», afirman, lamentando que se priorice la función de lugar de ocio masificado de la Sierra de Guadarrama por delante de los objetivos de conservación de sus ecosistemas.

A partir de ahora, las organizaciones ecologistas esperan que, «ante la gravedad de lo ocurrido, se hagan avisos a la población para buscar lugares alternativos para sus salidas de campo que esponjen las visitas de los madrileños. Así como que hagan un llamamiento claro al comportamiento responsable de la ciudadanía en el medio natural y al respeto a las personas que viven en los municipios que se visitan».

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