La Sierra se llena por vacaciones: «Los datos han demostrado que somos un destino atractivo y seguro»

Tenemos vecinos nuevos en la Sierra. La mayoría de los municipios han visto aumentar su población, llegando en casos, como el de El Boalo, Cerceda y Mataelpino, a tripicarla tras el confinamiento, algo que también ha ocurrido en Navacerrada o Cercedilla. El éxodo de los habitantes de la capital que de manera recurrente se produce cada verano se ha adelantado e intensificado este año, propiciado por la suspensión del curso escolar, el fomento del teletrabajo y la incertidumbre de planificar viajes, no ya fuera de las fronteras nacionales sino a diferentes regiones del país, ante posibles rebrotes de la Covid-19.

“Al principio lo afrontamos con la incertidumbre lógica porque no sabíamos cómo iba a ser la respuesta del vecindario y de los visitantes, pero los datos han demostrado que somos un destino atractivo y seguro, y por ello está siendo elegido sobre otros destinos como segunda residencia o bien alquilando viviendas u hospedándose en los alojamientos turísticos”, explica Javier de los Nietos, presidente del ente gestor Destino SICTED Sierra de Guadarrama (Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destinos) y alcalde de El Boalo, Cerceda y Mataelpino.

Tres grandes retos

“Eso está haciendo que la Sierra se llene de vida durante los meses de verano, algo que a lo mejor pasaba en los pueblos en las fiestas una semana y sin embargo ahora estamos viendo que desde principios de junio el nivel de población está completo; disfrutamos de vida y de gente por nuestras calles”.

Un grupo de jóvenes, la pasada semana en el entorno del Valle de la Fuenfría, en Cercedilla / Fotografías: Rafa Herrero

Un aumento de población que con lleva un reto para los anfitriones que se traduce en el refuerzo de tres pilares: seguridad, sanidad y limpieza. “A nivel de seguridad nos obliga a extremar las precauciones, a ser muy escrupulosos en las medidas de prevención con cualquier evento que se celebre”, apunta De los Nietos. “En materia de seguridad los ayuntamientos tenemos los servicios limitados, no podemos aumentar el número de efectivos por campañas, son fijos durante todo el año”. En ese sentido varios municipios han solicitado a la Delegación del Gobierno un aumento del número de agentes de la Guardia Civil.

“En un momento como este, donde la base es la Atención Primaria y el seguimiento de posibles nuevos casos se tiene que reforzar este servicio hemos visto como ambulatorios que estaban cerrados se va forzando, gracias a la posición de los ayuntamientos, a que se reabran porque es básico y fundamental”.

En cuanto la recogida de residuos, el también presidente de la Asociación de Desarrollo Sierra de Guadarrama (ADESGAM), Javier de los Nietos, habla de “una capacidad máxima”. “En la recogida de cartón, la Comunidad de Madrid, a través de los convenios con Ecoembes no está siendo ágil, no ha respondido con la capacidad suficiente y tenemos todos los municipios saturado el sistema de recogida de cartón, por lo que estamos reclamando de forma urgente que se refuerce”.

Comercio y hostelería

Y a nuevos vecinos, nuevos clientes. El comercio y la hostelería han notado el incremento de la demanda, aunque la incógnita está en saber si esta situación se mantendrá y será suficiente para compensar los tres meses de parón por la emergencia sanitaria. “El sector primario del consumo es el que está teniendo el mayor repunte; no han parado o cerrado ninguna de las empresas de autoservicio, panaderías, pastelerías… y cualquier empresa artesana de quesos o cervezas está produciendo y eso se traduce en el servicio de restauración, que responde más al ocio con esa tranquilidad que demandan los usuarios en nuestro entorno en la Sierra con las restricciones lógicas de horario, aforo y distancia, pero siempre manteniendo la calidad del servicio”, asegura el alcalde de El Boalo.

Turismo familiar y de naturaleza

De los 13 municipios que componen ADESGAM, todos se han llenado de manera similar, señala De los Nietos. “Ha sido muy homogéneo porque todos responden por igual al efecto de la segunda residencia, algo común a todas las localidades, y se ha repartido”, asegura el presidente del Ente Gestor Destino SICTED Sierra de Guadarrama (Sistema Integral de Calidad Turística Española en Destinos), Javier de los Nietos.

Vista del Puerto de Navacerrada / Fotografías: Rafa Herrero

Se trata de un tipo de turismo familiar y de naturaleza, que busca los servicios especializados de las empresas de turismo activo para conocer espacios protegidos de la Sierra, lo que choca con las críticas de sectores ecologistas que abogan por mayor control y restricción de determinados parajes naturales.

“Es un turismo ordenado que se canaliza con citas previas, con grupos controlados. De hecho ha habido un descenso del turismo más desordenado que nos saturaba los accesos al Parque Nacional, ya que no había casi ningún tipo de regulación más que la de los propios aforos de los aparcamientos, y eso hacía que hubiera grandes problemas de control en estos espacios”, defiende De los Nietos.

“Ya se verá al final de la campaña si ha sido un año con mayor número de accidentes, de búsquedas, de rescates en montaña durante la época post covid o si ha sido una época con menos de estos incidentes porque ha sido más ordenado el acceso y el control de llegada de visitantes”. Pero a pesar de estos controles, el también presidente de ADESGAM reconoce que “los primeros fines de semana había cierto colapso en los accesos al Parque Nacional o a los puertos de montaña a su paso por Miraflores de la Sierra, Navacerrada o Cercedilla, que eran puntos críticos, como también La Pedriza, en Manzanares El Real”.

Un pequeño bajón

La “nueva normalidad” se recibió en la Sierra con un cierto ‘boom’ que se trasladó en primer lugar a la hostelería, tal como señalan varios profesionales del sector. Es el caso de Francisco Jiménez, del Hotel Rural Restaurante Torreblanca, en Guadarrama, quien reconocía que junio había sido “un mes muy bueno”. Sin embargo, tras esa efervescencia inicial, este empresario señalaba que ahora se está percibiendo “un pequeño bajón, quizá por el miedo a los rebrotes”. Aún así, las reservas en el hotel están por encima de otros años, principalmente con familias de Madrid capital, situación que se repite en otros alojamientos de Cercedilla, Navacerrada o Collado Mediano. En cualquier caso, el diagnóstico es de prudencia absoluta, a la espera de la evolución de la emergencia sanitaria y de un otoño ante el que domina la incertidumbre.

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