Descubriendo Francia: los cinco pueblos con más encanto

Francia es uno de los principales destinos elegidos por los turistas de todo el mundo, ya que goza de un clima agradable, especialmente durante los meses de junio a septiembre. Sin embargo, cualquiera sea el momento del año, visitar Francia será una experiencia maravillosa. Su gastronomía y su cultura la convierten en un lugar perfecto para disfrutar unas vacaciones inolvidables. Incluso, si quieres realizar un viaje fuera de los recorridos turísticos, hay muchas alternativas. Para descubrir los pueblos más bonitos solo tienes que seguir leyendo, pero antes de emprender tu viaje toma nota de estos útiles consejos.

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Cómo organizar el viaje

Planificar un viaje requiere mucha antelación y lo primero que debes hacer es reservar los hoteles. Estudia también la posibilidad de alquilar un coche cuando llegues, será la opción mejor para moverte por el país, sin tener que utilizar los medios de transporte públicos. Así tendrás más posibilidad de elegir los lugares para visitar y podrás viajar en plena libertad.

Por otro lado, a los franceses les gusta hablar en su propio idioma; por lo tanto, ¿por qué no aprendes las frases en francés más comunes para comunicarte con ellos? Por ejemplo, estas que encuentras en el sitio de Babbel, pueden ser un punto de partida. Así la comunicación no será un problema durante tu viaje.

Lugares para visitar

Troyes

Troyes es la ciudad principal del departamento de Aube que se encuentra en el centro-norte de Francia, a 150 km de París. Esta ciudad medieval que se destaca por sus casas de marcos de madera construidas en el siglo XVI y su calle principal, conocida como el callejón de los gatos, ofrece el mejor recorrido histórico para remontarse al pasado. Los principales atractivos de Troyes son sus diez catedrales. La más importante, SaintPierre-et Saint-Paul, se ubica en el centro de la ciudad y contiene las tumbas de Francisco II de Bretaña y su esposa, Marguerite de Foix. Además de los edificios históricos, no dejes de probar la prunulle, un licor de endrinas característico de la región.

Provins

Provins es otra ciudad medieval que fue declarada Patrimonio de la Humanidad en 2001. Situada a pocos kilómetros de París, esta ciudad amurallada fue testigo de las primeras ferias medievales. Bordear la muralla te llevará a la Puerta Saint-Jean que, antiguamente, tenía un puente levadizo y es el lugar perfecto para comenzar el recorrido. El camino te llevará hasta la Casa de los Diezmos que solía funcionar como granero durante las ferias y, desde allí, podrás recorrer la parte baja y alta de la ciudad. Uno de los caminos más interesantes es Les Souterrains, galerías subterráneas de varios kilómetros. La librería medieval es, sin duda, el punto más atractivo del recorrido.

Pérouges
Pérouges

Pérouges

Pérouges, en el departamento de Ain, es una ciudadela que conserva sus características medievales de la época de los mosqueteros. La plaza del Tilleul, en el centro de la ciudad, alberga un tilo plantado en 1792 durante la Revolución Francesa y el museo de Vieux Pérouges que contiene pinturas, grabados y mobiliario de sus antiguos moradores, los duques de Saboya. La calle principal, Rue des Rondes, es un camino circular que permite acceder a varios puntos importantes de la ciudad, como Hortulus, un jardín medieval. Si recorres Pérouges, no dejes de probar la galleta tradicional, la galette, y el cerdón, un vino típico local.

Barfleur

Barfleur es una ciudad costera de la región de Normandía. Su costa es, precisamente, lo que le da un encanto único y razón por la que es considerado uno de los pueblos franceses más bellos. Court St Catherine, una de las casas más antiguas de la corte, es su principal atractivo y es el punto de partida del paseo por el puerto. Su calle principal, Saint Thomas Becket, llega hasta el convento agustino construido en 1739. En su recorrido se vislumbrarán las típicas casas de granito de este poblado.

Étretat
Los acantilados de Étretat

Étretat

Étretat, conocido por sus acantilados, es un pueblo que se encuentra en la costa Pays de Caux y ha sido fuente de inspiración de Monet y Coubert. Acceder a los acantilados es muy fácil desde la playa y es el paseo obligado para disfrutar de vistas excelentes. El pueblo, de una belleza paradisiaca, se conoce, entre las varias cosas, por los jardines, construidos por el paisajista Alexander Grivko, y el castillo des Ayges, construido en 1866. Sin duda, Étretat es el pueblo más pintoresco de Francia.

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