El Gobierno de Pedro Sánchez contempla más exhumaciones en el Valle de los Caídos para culminar su «resignificación»
El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha anunciado que ya está reflexionando sobre el futuro de el Valle de los Caídos tras la exhumación de los restos de Franco, teniendo en cuenta las opiniones de expertos y de las asociaciones de memoria histórica. A su juicio, Cuelgamuros debe ser un lugar de “reconciliación”, algo a lo que también hizo referencia ayer la vicepresidenta Carmen Calvo. De hecho, añadió que a partir de ahora se debe proceder a realizar más exhumaciones: “Que los restos de familiares puedan ser exhumados y sepultados, si ellos quieren, con la dignidad que merecen”.
En una entrevista en el programa «Al Rojo Vivo» (La Sexta), también ha comentado los “momentos de tensión” que se vivieron en la Basílica del Valle de los Caídos, principalmente cuando una de las nietas de Franco, Merry, habló de profanación mientras se realizaban los trabajos de exhumación. En este sentido, Sánchez señaló que “se pueden producir momentos de tensión”, pero negó que hubiese “ningún tipo de profanación”, sino “una sentencia del Supremo y del Constitucional”. “Hemos empezado a resignificar el Valle de los Caídos. El verdugo ya no descansa sobre ellos”, concluyó.
La tumba de José Antonio Primo de Rivera
Otra de las incógnitas está en saber con la sepultura de José Antonio Primo de Rivera, situada delante del altar mayor de la Basílica. Sus descendientes han comunicado que no se pronunciarán sobre los restos del fundador de la Falange hasta que el Gobierno les haga una propuesta.
El informe que elaboraron en su momento los expertos que integraban la comisión sobre el futuro del Valle de los Caídos, por encargo del entonces presidente del Gobierno José Luis Zapatero, ya apuntaba la conveniencia de que nadie estuviese enterrado en un lugar preeminente. Pero en ningún momento se planteó la salida de Primo de Rivera del Valle, al considerarlo una víctima de la Guerra Civil.
En marzo de 1936, Primo de Rivera fue detenido e ingresó en la cárcel Modelo de Madrid y el 5 de junio fue trasladado a la cárcel de Alicante, desde donde intentó continuar con su actividad política. El 3 de octubre de 1936 se inició el sumario contra él, su hermano Miguel y su cuñada. La acusación era la de conspiración y rebelión militar. El Tribunal Popular, presidido por Eduardo Iglesias Portal, condenó a muerte a José Antonio Primo de Rivera por un delito de rebelión, a su hermano Miguel a cadena perpetua por el mismo delito y a Margarita Larios a seis años y un día como colaboradora.
Tras el final de la guerra, el cuerpo fue exhumado y llevado a hombros desde Alicante hasta San Lorenzo de El Escorial. Una vez terminada la basílica del Valle de los Caídos, Francisco Franco ordenó que su cadáver fuera trasladado y sepultado allí.
El Gobierno evita entrar en el «Viva Franco» de la familia
Por otra parte, el Gobierno ha evitado polemizar con el ‘Viva Franco’ que la familia del dictador profirió en la explanada del Valle de los Caídos poco antes de que el féretro abandonase ese lugar porque «lo esencial» es que los actos de exhumación e inhumación se efectuaron «en tiempo y forma, y con toda la dignidad democrática propia» de un país como España, indicó la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros. «Los vivas de alguna gente están ahí y no vamos a entrar en ellos«, manifestó, reiterando que el proceso se llevó a cabo con «respeto a la privacidad de la familia y a los ciudadanos del país», que pudieron ser testigos de la salida de Franco del Valle a través de la retransmisión de TVE.
Fuentes gubernamentales han explicado igualmente que el trayecto en helicóptero entre el Valle de los Caídos y el cementerio de Mongorrubio transcurrió en silencio, con apenas algún comentario de cortesía entre Francis Franco y el secretario general de Presidencia, Félix Bolaños.
