El prior del Valle denuncia ante el juez la prohibición de entrada a los monjes a la Basílica y el «acceso inconsentido de la Guardia Civil»

El prior del Valle de los Caídos, Santiago Cantera, ha presentado una denuncia ante el Juzgado de Guardia de San Lorenzo de El Escorial por el «acceso inconsentido de la Guardia Civil a la Abadía» y por «impedir el acceso de los monjes a la Basílica». En el escrito, indica que desde la tarde del pasado 11 de octubre y hasta la fecha, agentes de la Guardia Civil «armados», tanto uniformados como de paisano, han entrado en la Basílica y han impedido el acceso de fieles a actos de culto, según ha adelantado el portal de noticias religiosas Vida Nueva.

Cantera explica que el criterio para impedir la entrada de algunos fieles a la Basílica era que podrían grabar la ceremonia. Sin embargo, precisa que según el acuerdo del Gobierno sólo se prohíbe grabar «en el momento de la exhumación y de la inhumación», pero no en las semanas previas. El prior denuncia que los efectivos de la Guardia Civil «entran y salen a su antojo» en el templo «sin autorización judicial ni acuerdo alguno que pudiera justificar dicho acceso», y añade que, «ante la persistente reclamación de explicaciones, únicamente alegan que tienen órdenes verbales en tal sentido de la Delegación del Gobierno, sin facilitar nunca una resolución escrita que así lo recoja y fundamente».

santiago cantera
El prior mantiene que la Basílica es «un lugar de culto y no se puede impedir el acceso a los monjes custodios»

Por otro lado, Santiago Cantera mantiene que se ha negado a los monjes el acceso para asistir a misas y oficios religiosos, así como a numerosas personas, incluidos familiares de los niños de la Escolanía, personas autorizadas por la Abadía, «sin ninguna lógica ni criterio alguno».

El prior relata que el domingo 13 de octubre se impusieron restricciones en el acceso a la Basílica para una ceremonia que finalmente tuvieron que celebrar en la explanada exterior. Posteriormente, explica que el capitán y el teniente de la Guardia Civil al mando de los efectivos allí desplegados comunicaron que, «a partir del día siguiente, únicamente se permitiría el acceso a la Basílica de los monjes».

Una cadena en la verja de acceso

A raíz de esta situación, señala que comunicaron a la Dirección General de la Guardia Civil estos hechos y al día siguiente se permitió el acceso no sólo a los monjes, sino también a los estudiantes de la Escolanía del Valle de los Caídos. Después, Cantera afirma que la Guardia Civil llegó a pedirles un listado con identificación completa de las personas que quisieran acudir a la Eucaristía, el cual no concedieron porque podía ser «contrario a la libertad religiosa». A partir del 16 de octubre, añade, «a falta de instrucciones escritas», sí se ha permitido el acceso de monjes, escolanos y huéspedes, aunque «no así de muchas otras personas que querían acceder al recinto para asistir a la Eucaristía».

Efectivos de la Guardia Civil, controlando el acceso al Valle de los Caídos / Fotografía: Rafa Herrero

Es a partir del domingo 20 de octubre, prosigue Cantera en su escrito, cuando la Basílica permanece cerrada totalmente también para los benedictinos con motivo de los preparativos para la exhumación de los restos de Franco, a pesar de que el prior explicó en una reunión con la Delegación del Gobierno que se trata de «un lugar de culto y no se puede impedir el acceso a los monjes custodios». En concreto, el prior revela que ese domingo un grupo formado por ocho monjes se dirigió a la Basílica para rezar ante el Santísimo y fueron instados por la Guardia Civil a abandonarla. Los monjes pidieron una orden judicial que no les facilitaron, según la denuncia, y a día de hoy además han colocado una cadena en la verja de acceso para los religiosos.

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