Muere a los 95 años Félix Bernardino: adiós a la memoria gráfica de San Lorenzo de El Escorial

Este martes ha fallecido a los 95 años Félix Bernardino (Madrid, 1926), uno de los artistas más conocidos de San Lorenzo de El Escorial, Hijo Adoptivo de la localidad desde 2001, Medalla al Mérito Artístico del Real Sitio en 2010 y miembro de la Orden de San Hermenegildo.

Fue hace casi un año cuando el Ayuntamiento le rindió un último homenaje con la inauguración de una muestra retrospectiva en la Casa de Cultura, en la que de hecho fue la última exposición antes del inicio de la pandemia. No faltaban en aquella exposición los dibujos a plumilla de distintos rincones de la localidad o de la Romería de la Virgen de Gracia, quizá sus trabajos más conocidos, pero tampoco otros que forman parte de su colección particular y que dan cuenta de una prolífica obra caracterizada por el gusto por el detalle, plasmando escenas urbanas y paisajes del entorno natural.

He dibujado casi todo aquí: las fuentes, el paisaje, los edificios de Juan de Villanueva, como el Mercado, que es maravilloso, o esta plaza de Jacinto Benavente, que es una de las más bonitas de España. Y luego las mansardas o buhardillas. Es el único pueblo con unas terrazas y miradores así, son divinas”, comentaba hace casi cinco años en una entrevista publicada en Aquí en la Sierra.

Félix Bernardino, en La Chistera y con la estatua de «Crispín» al fondo, en una entrevista publicada en «Aquí en la Sierra» en 2016 / Fotografía: Rafa Herrero

Castillos, los Reales Sitios, el Modernismo (con una serie que realizó por encargo del Colegio de Decoradores), decenas de pueblos de Madrid… La obra de Bernardino es tan extensa como sus decenas de años cargados de actividad, haciendo de la acuarela y el dibujo a plumilla una prolongación de su mirada, en una afortunada combinación de curiosidad y trazo fino: “Cuando veo un edificio, una fuente o lo que sea, me interesa dibujarlo, pero también conocer su historia, eso también es importante. Y sigo así, no sé pasarme horas sentado en un banco”, comentaba.

En aquel homenaje hace un año, el concejal de Cultura, Quique París, hizo un recorrido por la vida y obra de Bernardino, vecino de San Lorenzo desde hace décadas, localidad a la que llegó de la mano de su esposa, Pacita, ya fallecida. Después, la alcaldesa, Carlota López Esteban, mostró su admiración por el trabajo de este madrileño de nacimiento y gurriato de adopción; por su trazo ágil y la facilidad para fotografiar con su mirada cuantos rincones se le ponían por delante.

El propio Félix Bernardino agradeció entonces el homenaje brindado por el Ayuntamiento y, acompañado por la regidora y el titular de Cultura, descubrió luego la placa con su nombre que figura a la entrada de la sala exterior de la Casa de Cultura situada en la calle Floridablanca.

Imagen del homenaje realizado hace un año por el Ayuntamiento

Cautivado por el paisaje escurialense

Desde hace muchos años, recordó la alcaldesa en su intervención, casi todas las instituciones escurialenses han recurrido a Félix Bernardino, atendiendo siempre cualquier requerimiento, “cediendo algunas reproducciones de sus dibujos, desinteresadamente, sin recibir por ello ninguna contraprestación. Si su arte es magnífico, su forma de ser cautiva. Paciencia, buen hacer y eficacia son rasgos característicos de su personalidad. No viaja con una cámara al hombro, sino con una carpeta en blanco y unos rotuladores. Allí donde va recoge, dibuja cuanto encuentra en su camino. Es una persona, sencilla, humilde y sabia, que no presume de ello”.

“El paisaje escurialense siempre le cautivó. A través de sus dibujos y estudios, ha captado la esencia arquitectónica de San Lorenzo de El Escorial y de la naturaleza de la Sierra del Guadarrama. Con rasgos decididos ha sabido plasmar, con pluma o acuarela, nuestros monumentos, el aire de nuestro entorno, el extenso arte que existe en el San Lorenzo histórico y, sobre todo, la fiesta de la Romería de la Virgen de Gracia, de la que realizó el cartel anunciador de 2005″, añadió López Esteban.

Apuntes biográficos

Félix Bernardino Arias nace en Madrid en 1926, y desde muy joven trabaja en el mundo de la decoración. El servicio militar le llevaría, de manera voluntaria, a ingresar en la Brigada Obrero y Topográfica, durante tres años, en lo que tendría oportunidad de dibujar. Titulado por la Escuela de Decoración de Madrid, se  encarga de trabajos de muy alto nivel artístico en el estudio del Director de la Escuela de Artes y Oficios de Madrid, Luis de Sala y María.

Participó como artista plástico en exposiciones colectivas en Cáceres, Badajoz, Ciudad Real, Barcelona, Sevilla, Bilbao, Zaragoza, Baleares, Valencia… Trabajó luego en la resolución de los problemas que plantean los múltiples edificios que se han de rehabilitar en la deteriorada Gran Vía Madrileña de los años 60. Se redecoran bancos, palacios y ministerios de manera ampulosa, al gusto de la época, y Félix acomete tareas muy difíciles. 12 primeros premios, de 30, le avalan en el reconocimiento social a una vida dedicada a la pintura.

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