Isabel II en El Escorial: así fue la visita de la soberana británica al Monasterio de San Lorenzo hace 34 años

La única visita oficial a España de la reina Isabel II -que ha fallecido este jueves en el castillo de Balmoral- se produjo hace casi 34 años, un viaje en el que la soberana inglesa no quiso dejar de pasar por el Monasterio. Fue el miércoles 19 de octubre de 1988 cuando llegó a San Lorenzo de El Escorial en un coche que conducía el propio Juan Carlos I, después de haber inaugurado en Madrid la exposicición “Wellington y España, la alianza de dos monarquías”, centrada en la figura del militar británico cuyo papel fue decisivo en la Guerra de la Independencia, hecho que se recordó este mismo verano en San Lorenzo dentro de la jornada de recreación histórica “Liberación”.

Isabel II, en la Lonja del Monasterio, donde fue recibida por el entonces alcalde de San Lorenzo de El Escorial, José Luis García Millán

La monarca viajó junto al Rey, mientras que en los asientos traseros se acomodaron la Reina Sofía y Felipe de Edimburgo. A su llegada a la Lonja, fue recibida por el entonces alcalde de San Lorenzo, José Luis García Millán, haciéndole entrega de la Medalla de Honor Del Real Sitio. 

«Un buen lugar para rezar»

Cuentan las crónicas de entonces, y así lo recogen también algunos testigos presenciales de la histórica visita, que Isabel II, recibida con el tañir del nuevo carillón, se mostró muy interesada durante su recorrido por el Monasterio.

Como guía de excepción ejerció el entonces prior de la comunidad agustiana de El Escorial, Fray Gonzalo Díaz: “Al principio se mostró muy reticente a entablar conversación, pero al cabo de un rato estuvo más comunicativa y amable. Cuando entró en la basílica mientras sonaban los cuatro órganos, se quedó parada y me dijo: Padre, éste es un buen lugar para rezar, y yo le contesté que se había construido con esa intención. Es más afectuosa de lo que parece”, explicaba hace unos años en el diario La Razón.

De hecho, y así lo recogieron los medios, la visita al Monasterio -en su época el gran símbolo de la Contrarreforma- tuvo una gran carga simbólica, al ser entendida como un gesto definitivo de reconciliación tras siglos de desconfianza. No en vano, el monumento escurialense fue la gran obra de Felipe II, el monarca que hace más de 400 años puso en jaque a la Inglaterra de Isabel I. “Nadie en el séquito recordaba una ocasión de semejante relajo en una visita oficial de Isabel II”, se podía leer en la crónica del diario El País.

La reina británica calificó el conjunto como «increíble» y consideró «muy interesantes» las habitaciones de Felipe II, mientras que el Duque de Edimburgo preguntó por el lugar donde se encontraba el despacho del Rey dentro del Palacio de los Austrias. Fue Juan Carlos I quien directamente resolvió las dudas del consorte británico, acompañándole a la pieza en la que trabajaba el monarca, al tiempo que la Reina de Inglaterra visitaba el dormitorio.

“Los reyes españoles mostraron El Escorial a sus invitados como quien les enseña su casa, en plena intimidad, mientras la esposa del ministro británico de Exteriores, Geoffrey Howe, tomaba fotos como una turista más y de cuando en cuando el Rey señalaba determinados detalles a otros miembros del cortejo”, continuaba la crónica.

Libro de Ajedrez de Alfonso X El Sabio, que se conserva en la Biblioteca del Monasterio de San Lorenzo de El Escorial

Impresionada por las obras de El Greco

Al parecer, Isabel II se mostró impresionada por el sonido del órgano de la Basílica y, especialmente, por las obras de El Greco, como “La adoración del nombre de Jesús”, “San Pedro” o “El martirio de San Mauricio”. Otro de los espacios del Monasterio que más llamó la atención de la soberana británica fue la magnífica Biblioteca laurentina, con obras como los códices de Alfonso X El Sabio.

Barcelona y Sevilla también formaron parte de la visita, pero sin la carga simbólica que tuvo su paso por San Lorenzo y su Monasterio, que de nuevo fue protagonista en la visita de Estado que los actuales Reyes realizaron a Reino Unido en 2017. Allí, Felipe VI y Letizia regalaron a Isabel II (la tía Lilibeth) un facsímil de un libro de oración que utilizó Felipe II en sus aposentos personales, especialmente en la capilla del Monasterio, en cuya biblioteca se conserva el original, que mandó hacer personalmente Felipe II y fue elaborado bajo su supervisión por el Scriptorium. Un libro que con toda probabilidad la soberana británica pudo ver en El Escorial hace ahora casi 34 años.

El Ayuntamiento de San Lorenzo ha lamentado el fallecimiento de Isabel II, anunciando que en señal de respeto la bandera del municipio ondeará a media asta durante tres días.

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