«Dejadez», «situación insostenible», «vergonzoso»… Se multiplican las quejas de los usuarios de ALSA en San Lorenzo de El Escorial

Tirando de refranero, no pocos vecinos de San Lorenzo de El Escorial parecen tenerlo claro: “Otro vendrá que bueno te hará”. El cambio se produjo a principios de años, cuando se hizo efectiva la compra de Autobuses Herranz por parte de la empresa ALSA, operación que se vivió con normalidad en los primeros meses, pero que pronto dejó ver las primeras grietas: despidos puntuales del personal de oficinas, incertidumbre entre los trabajadores, convocatorias de huelga por el incumplimiento de lo estipulado en el convenio y, sobre todo, quejas de los usuarios, que en los últimos meses se han multiplicado en las redes sociales mientras la posibilidad de un nuevo paro a principios de octubre cobra cada día más fuerza, si bien no aún no se ha convocado de forma oficial.

Pasajeros que se quedan en tierra (tanto en los búhos, durante los fines de semana, como en determinadas paradas, caso de La Pizarra), malestar creciente -llegando incluso a ser requerida la presencia de la Guardia Civil-, deficiente atención a los usuarios en la estación de autobuses de San Lorenzo, reclamaciones ante el Consorcio Regional de Transportes, problemas en las rutas escolares y un largo etcétera de quejas que hacen que sean muchos los vecinos que hablan abiertamente de “dejadez” y de una “situación insostenible”. Hasta tal punto ha llegado el hartazgo que un grupo de usuarios ha decidido organizarse y recoger las quejas e incidencias de manera coordinada, con el objetivo de ejercer una presión más efectiva y trasladar este problema tanto al Ayuntamiento como al Consorcio Regional de Transportes.