Las Rozas se sobrepone a un gol a los 15 segundos del Mallorca B y viajará a Palma con una renta de 2-1

Las Rozas viajará a Palma de Mallorca con una renta favorable de 2-1, tras superar al Real Mallorca B en la Dehesa de Navalcarbón, un estadio que rozó el lleno, con la mayor entrada que se le recuerda para un partido de fútbol: cerca de 2.000 espectadores. Todos ellos se subieron a un tobogán de emociones en la primera parte, iniciada con el mazazo que asestó Stephen anotando el 0-1 a los 15 segundos, y acabada con las mejores sensaciones posibles para su equipo, gracias a los tantos de Goal y Cobos que dieron la vuelta al marcador. Sin embargo, el marcador ya no se movió tras la reanudación y Las Rozas viajará a Palma con una renta muy exigua, máxime teniendo en cuenta el potencial del Mallorca B en su feudo de Son Bibiloni, donde sólo ha perdido esta temporada con el Formentera.

El tempranero gol de Stephen, rematando en carrera un centro raso desde la derecha, cogió a Las Rozas en frío. El filial bermellón ejecutó el saque inicial de centro con una jugada que pareció ensayada, y que proyectó un pase en profundidad a la banda que cogió desprevenida a la zaga local. El rápido 0-1 dio paso a unos minutos de sufrimiento roceño, ante un Mallorca B afilado y preciso. Pero poco a poco, el equipo de Lolo Escobar fue ganando su sitio, amparado en el trabajo de Nogueira y Cruz en la zona ancha. Tras un primer aviso, el 6 roceño fabricó el empate en el minuto 19, cuando fue a buscar un balón largo hacia la banda derecha que acabó por transformar en un centro medido a la cabeza de Goal, que marcó entrando desde atrás sin oposición. El empate dio paso a una fase de alternativas, con peligro para ambas porterías, en la que Las Rozas volvió a golpear: fue en un centro desde la izquierda de Jaime Turégano, quien al igual que en Logroño, actuó reciclado como lateral, y que pareció irse largo, hasta que Cobos acertó a meter la bota en escorzo para sorprender al meta Boisson por su palo.

El 2-1 llevó el éxtasis a Navalcarbón y dio paso a una fase en la que Las Rozas rozó el tercer gol, pero el Mallorca B alcanzó el descanso sin más daños. En la caseta, su técnico, Julián Robles, decidió cambiar a Andreu para meter a Tovar, pero la modificación no le reportó un mejor juego de ataque. La segunda parte derivó en un juego más cerrado, sin tantas llegadas, y, entre la falta de fluidez del filial bermellón y el declive físico de Las Rozas conforme se acercaba el final, el marcador ya no se movió. Todo se resolverá en Son Bibiloni, el pequeño estadio de la Ciudad Deportiva Antonio Asensio del Real Mallorca, si bien anoche, tras el ascenso a Primera División del primer equipo bermellón, algunos medios especulaban con la posibilidad de que el partido de vuelta se juegue en el Estadio de Son Moix. En cualquier caso, la hora fijada será la de las 12 de la mañana.

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