Continúa la huelga de ALSA en San Lorenzo: «Las propuestas que nos hicieron están muy lejos de lo que pedimos»

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Los trabajadores de Irubus -empresa del grupo ALSA, que explota las líneas de autobús en San Lorenzo de El Escorial y otros municipios de la Sierra- empiezan este lunes su tercera jornada de huelga, las dos que se vivieron la pasada semana, después de que en la reunión del viernes por la tarde no llegaran a ningún acuerdo con la dirección de la compañía, tal como explicaba Vicente del Pozo, portavoz del Comité de Empresa.

“Las propuestas que nos hicieron están muy lejos de lo que pedimos”, subrayaba, de manera que por el momento se mantienen los paros previstos para los lunes y martes de los meses de octubre y noviembre y diciembre. Del Pozo señalaba que el seguimiento por parte de la plantilla, al igual que ocurrió la semana pasada, “está siendo total”, e insistía en pedir disculpas a los usuarios que se puedan ver afectados por la huelga. En cuanto a los servicios mínimos, aseguraba que se estaban cumpliendo “con normalidad”, salvo “pequeños retrasos” a primera hora de la mañana “debido a algunas anomalías en los autobuses”.

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Por su parte, la dirección de Irubus ha hecho público un comunicado en el que afirma que 31 vehículos de su flota “han sido atacados desde que se inició el conflicto laboral, fundamentalmente mediante el lanzamiento de piedras contra las lunas de los autobuses mientras realizaban los servicios mínimos”. En 22 ocasiones, añadían estas mismas fuentes, los ataques se han producido con viajeros en su interior, como en el caso del autobús que el viernes circulaba por el Bus-Vao a la altura del Palacio de la Moncloa y sufrió la rotura de sus lunas lateral y trasera, “provocando situaciones de riesgo para la integridad física de los pasajeros y la inutilización del vehículo para el servicio”.

IMPACTO

La empresa ha condenado estos actos vandálicos y solicita el “inmediato cese de estos irresponsables e injustificables actos de violencia que ponen en serio riesgo la seguridad de viajeros y empleados”. Asimismo, denuncia la acción violenta de piquetes que, “durante las dos primeras jornadas de huelga, han impedido, mediante acciones de boicot y sabotajes, el normal funcionamiento de los servicios mínimos, al provocar retrasos en la salida de los autocares”.

En este sentido, la empresa asegura que está “recibiendo cada día más mensajes de los viajeros, en los que manifiestan su indignación y hartazgo por esta situación y por los retrasos provocados por los piquetes, que afectan gravemente al derecho a la movilidad de más de 15.000 personas que utilizan diariamente los servicios de Irubus para acceder a sus lugares de trabajo o estudio”.

Frente a estas acusaciones, el portavoz del Comité de Empresa, Vicente del Pozo, aseguraba no tener conocimiento de la rotura de lunas denunciada por Irubus. “No tengo ni idea. Unos compañeros estaban comentando antes que fueron unos niños, pero tampoco sabemos nada más sobre esto”, manifestaba.

FOTO LUNA TRASERA

En cuanto a la reunión celebrada el viernes con los representantes de los trabajadores, desde la dirección se la compañía indican que se les realizó “una propuesta de subida salarial que duplica la que correspondería por la aplicación del convenio colectivo”, sin alcanzar ningún tipo de acuerdo.

Desde el inicio del conflicto, Irubus ha insistido en que esta  huelga “obedece única y exclusivamente a peticiones de subidas salariales, y nada tiene que ver con supuestos incumplimientos en los descansos, como se ha pretendido trasladar desde el Comité de Empresa”.

Finalmente, la empresa hace un llamamiento al “cese de cualquier acto de vandalismo, como paso necesario para crear un clima que permita solucionar este conflicto, y esperamos que la propuesta de subida salarial sea aceptada por la representación legal de los trabajadores, y que proceda a la desconvocatoria de esta huelga, que cada día está perjudicando gravemente a miles de madrileños”.

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