Se presenta en Galapagar el libro «La Presa de El Gasco: paisaje de un sueño ilustrado»

La Biblioteca Municipal Ricardo León de Galapagar fue escenario este miércoles de la presentación del libro La Presa de El Gasco: paisaje de un sueño ilustrado, con una conferencia a cargo del historiador Javier M. Calvo y del fotógrafo Fabián Laínez.

El acto contó con la presencia del alcalde, Alberto Gómez, que agradeció el trabajo de los autores de este trabajo y de la editorial Valbanera, así como de distintos colectivos que a lo largo de los últimos años han luchado por la puesta en valor de esta monumental obra de ingeniería, recientemente declarada Bien de Interés Cultural por la Comunidad de Madrid, como la Sociedad Caminera del Real de Manzanares o el Observatorio para la Conservación del Patrimonio Histórico de la Sierra del Guadarrama. El regidor señaló además que se han organizado dos excursiones guiadas para que los vecinos puedan conocer la Presa del Gasco, situada en la confluencia de los términos municipales de Galapagar, Torrelodones y Las Rozas.

El alcalde de Galapagar, Alberto Gómez, durante la presentación de este libro, obra de J. M. Calvo y Fabián Laínez / Fotografías: Rafa Herrero

Además, estuvieron presentes varios ediles del Ejecutivo galapagueño; la jefa de Área de Catalogación de la Dirección General del Patrimonio del Estado, Carmen Jiménez Morán; y el alcalde de Torrelodones, Alfredo García Plata, entre otros.

El gran sueño de la Ilustración

“La presa del Gasco paisaje de un sueño ilustrado” es una narración fotográfica de esta desconocida obra de ingeniería, a cargo del pintor y fotógrafo Fabián Laínez y del relato histórico minuciosamente documentado por J. M. Calvo Martínez.

La presa del Gasco y el Canal del Guadarrama constituyen la mayor obra de ingeniería civil de la Europa del siglo XVIII y es el gran símbolo del sueño ilustrado de comunicar Madrid, en aquel momento capital de un imperio, con el océano Atlántico a través de un canal navegable de 771 kilómetros de recorrido, pasando por Madrid, Aranjuez y atravesando La Mancha y Sierra Morena para alcanzar Sevilla, desde donde el Guadalquivir era ya navegable hasta su desembocadura, a fin de facilitar el tránsito de mercancías entre el centro peninsular y los principales puertos del comercio de ultramar.

Los trabajos se iniciaron durante el otoño de 1787, en los últimos compases del reinado de Carlos III, y se alargaron hasta la primavera de 1799, momento en el que el derrumbe de parte de la estructura de la Presa de El Gasco significó también el abandono definitivo de un proyecto tan ambicioso como, a primera vista, ilusorio.

Tras más de una década de esfuerzos, una enorme inversión económica y una ingente cantidad de mano de obra trabajando en unas condiciones muy duras, la realidad acabó imponiéndose. La que iba a ser la presa más alta del mundo en su tiempo (93 metros desde la base hasta su coronación si se hubiera concluido) colapsó cuando había alcanzado algo más de cincuenta metros.

 

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