El marketing por SMS vive una nueva edad dorada: qué podemos aprender de quienes lo usan

Quienes tenemos unos años recordamos la frecuencia con la que las compañías nos enviaban SMS. Los teléfonos aún no eran inteligentes, pero ya incorporaban sonidos polifónicos y permitían crear mensajes multimedia, como germen de las redes sociales que hoy nos invitan a compartir contenido a cada instante. De esta forma, entre los mensajes que recibíamos estaban también los MMS (Multimedia Message Service), que añadían imágenes, vídeos o emoticonos al texto.

Pudiera parecer que, en tiempos de Twitter, Facebook o Instagram, el envío de SMS es irrelevante, pero nada más lejos de la realidad. El tráfico se ha incrementado este 2020, en el marco de la crisis económica que ha deparado la sanitaria, según un estudio de Juniper Research. En concreto, los SMS relacionados con los negocios alcanzaron los 3,5 billones de mensajes este año, un crecimiento del 7%.

Es, por lo tanto, un incremento de la demanda de estrategia comunicativa a la que se suman distintos sectores, entre ellos la salud o las administraciones públicas.

Las ventajas del SMS

Muchas de las empresas e instituciones que utilizan el SMS como estrategia de marketing tienen más vocación de servicio público que deseo de venta. Desde el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a la Seguridad Social informan por este vía, bien sobre el estado de becas, bien para enlazar a trámites. Sin embargo, tiendas de moda, bancos, concesionarios o empresas de mensajería siguen utilizando de forma recurrente.

Lo hacen, claro, por las ventajas que ofrece. Para empezar, se ha constatado que el SMS marketing tiene la mejor tasa de apertura, es decir, que mientras que el correo electrónico puede permanecer días y días sin abrirse y las llamadas telefónicas no siempre tienen respuesta, los SMS son leídos con frecuencia inmediatamente después de ser recibidos. En todo caso, es fácil saber quién ignoró el mensaje o quién, por el contrario, siguió el enlace, entre otros datos. Y la posibilidad de medir también es una ventaja.

El SMS también permite recibir respuestas de los destinatarios, y se considera una estrategia de marketing rápida porque la entrega es instantánea. Una campaña se puede desplegar en cuestión de minutos.

Además, se trata de una comunicación directa que permite la segmentación, esto es, ajustar el mensaje a perfiles específicos dentro de un público objetivo que puede ser heterogéneo.

La importancia de tener estrategia

Es mucho lo que un pequeño negocio puede aprender de las instituciones o empresas que recurren a estas práctica. Al final, el objetivo es el mismo: estar cerca del cliente y promover sus acciones. En todo caso, se trata del SMS marketing o de otra técnica, lo importante es saber de qué herramientas se puede disponer, porque así fortaleces las estrategias de Marketing.

Las redes sociales son recurrentes, pero hay que partir de un hecho: publicar contenido una vez al día no es suficiente. No basta con hacer una llamada a la acción puntual y olvidarse hasta la próxima, hay que procurar la interacción del usuario y compartir su contenido para promover esa relación. Es mejor crear un calendario de acciones para analizar la frecuencia y el impacto que causan las publicaciones, pero también hacer un trabajo de observación constante para conocer al público y las nuevas tendencias.

El SEO también es importante como estrategia. Hablamos de las acciones que se ponen en marcha para optimizar el contenido, haciéndolo más atractivo para los motores de búsqueda. Las empresas utilizan herramientas específica para controlar la calidad de su contenido, y diversifican su presencia online (con anuncios, posts patrocinados, etc.).

El marketing de contenidos, las relaciones públicas, las colaboraciones, el email marketing, la publicidad, los sorteos y obsequios o el videomarketing son otras estrategias utilizadas con frecuencia. Es importante marcarse objetivos realistas en plazos bien definidos, y recurrir a aquello que mejor case con ellos.

La moda de los negocios online

Si hablamos de marketing es por una razón sencilla: la tendencia de los negocios online. Así lo constata el éxito que el comercio electrónico ha experimentado durante la crisis del coronavirus.

La pandemia ha puesto de manifiesto que la concentración de personas y la movilidad suponen un riesgo para la sociedad de nuestros tiempos, pues precisamente el flujo de personas y el hecho de que solemos permanecer juntos es lo que ha favorecido la propagación del virus. Y ni movilidad ni concentración son requeridas por el comercio electrónico, como sí sucede con las tiendas físicas.

Las tecnologías digitales permiten el emprendimiento y, por extensión, la autoorganización y la flexibilidad horaria con la coordinación de equipos de teletrabajo, como grandes atractivos para quienes se lanzan a los negocios online. A eso se unen los relativos bajos costes para iniciarse y que el potencial de ingresos sea ilimitado (a priori).

Eso sí, antes de dejarse llevar por cantos de sirena, sobre todo ante la desesperación que genera la crisis económica desatada por la sanitaria, hay que asumir que se necesita mucho tiempo, esfuerzo y formación. Hay que resolver, entre otras cuestiones, la del marketing.

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