Carlos Verona vuelve a exhibir su gran momento y se queda cerca de entrar en la pelea por la Lieja-Bastogne-Lieja

Carlos Verona prolongó el gran estado de forma exhibido en el Tour de Francia con otra excepcional actuación en la Lieja-Bastogne-Lieja, uno de los cinco monumentos del ciclismo, donde se quedó cerca de entrar en la pelea por la carrera y acabó entrando a sólo 58 segundos del ganador, el esloveno del Jumbo-Visma, Primoz Roglic. “La verdad es que me he encontrado durante todo el día bastante bien, y me ha faltado muy poco para llegar en ese primer grupo perseguidor que ha entrado tras el quinteto de cabeza”, dijo el sanlorentino, en referencia a los once ciclistas que entraron en meta por detrás del selectísimo quinteto formado por los dos primeros del Tour de Francia, Roglic y Tadej Pogacar, el ganador de la Flecha Valona, el suizo Marc Hirschi, el campeón mundial, el francés Julien Alaphilippe, y el esloveno Matej Mohoric.

Primoz Roglic terminó ganando la Decana después de la doble pifia de Alaphilippe, que levantó los brazos pensando que había ganado, antes de que la foto-finish diese el triunfo al esloveno y de que los jueces lo relegaran a la quinta plaza, por cerrar en el sprint a Hirschi. Por detrás, a sólo 14 segundos, el neerlandés Mathieu Van der Poel dio tiempo al primer grupo perseguidor que precedió al de Carlos Verona. El sanlorentino entró 29º y fue el primer Movistar en la meta de Lieja, integrando un grupo de 14 corredores con ilustres como el alemán Lennard Kämna, el italiano Alessandro De Marchi, el colombiano Daniel Felipe Martínez (ganador del Critérium Dauphiné), o los españoles Omar Fraile y Jesús Herrada.

En su análisis, Carlos Verona admitió que “nunca había estado tan cerca de los primeros en una Lieja, y tampoco nunca antes había corrido con tanta libertad, en referencia a que la ausencia de los tres jefes de fila del Movistar, Alejandro Valverde, Marc Soler y Enric Mas, le eximió de ejercer como gregario en Lieja. En ese sentido, explicó que “me hubiese gustado probar algo desde lejos, pero hoy tocaba ser conservador para intentar estar lo más cerca de los primeros, ha faltado poco… Y sobre todo me quedo con la confirmación de las buenas sensaciones después del Tour, y a seguir trabajando duro para ver si finalmente estoy en el 8 del Team en la Vuelta”. Esa incógnita se desvelará en los próximos días, pero Verona tiene muchas papeletas de estar en la salida de Irún del próximo 20 de octubre para disputar la que sería su quinta Vuelta a España.

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