Lucía Rodríguez y el éxtasis de Torun: dos carreras que deslumbraron hasta dejar sin palabras a los suyos

El avance de la semana no ha apagado el Fenómeno Lucía Rodríguez, que se ha vivido con una intensidad cercana a la conmoción deportiva en ambos Escoriales: en la Villa, sede de Las Ardillas, el club de sus orígenes, sus carreras en el Campeonato de Europa paralizaron los entrenamientos en La Manguilla para que decenas de jóvenes atletas pudieran seguirlas con sus smartphones; y en San Lorenzo, la doble gesta de su vecina llegó a ser seguida por televisión como si se tratara de un partido de fútbol o una etapa de montaña del Tour en los mejores tiempos, sobre todo en el hogar de los Rodríguez Montero, donde su padre, José María Josito, fue presa de la emoción y se quedó casi sin palabras tras la final. Y ya es mucho decir, porque  Josito se retiró con una buena colección de gestas, vio de todo en sus tiempos de atleta y, después, ha venido disfrutando del crecimiento de su primogénita, ocho años de trayectoria salpicados –o empapados- con 35 medallas nacionales y tres europeas.

La atleta de San Lorenzo, con su padre, José María Rodríguez ‘Josito’
Lucía Rodríguez, con Álvaro López Cotillo ‘Coti’, director deportivo de Las Ardillas

Sin embargo, hasta ahora, el padre de Lucía no había tenido que procesar algo tan grande como lo de Polonia. Minutos después de ver que Lucía era la octava mejor corredora de Europa en los 3.000 metros con sólo 22 años, se mostraba embargado por la emoción: “Después de ver la final, lo que siento es admiración por mi hija. Lo de ayer -por la semifinal- me dejó deslumbrado, pero lo de hoy ya, sin palabras… Dos carreras de 3.000 metros en menos de 24 horas haciendo en las dos marca personal; y hoy, 8:53… Es increíble. No tengo palabras para describir la emoción que tengo y la alegría”. Josito a menudo analiza las carreras desde un punto objetivo, haciendo gala de un pragmatismo que muchas veces ha sido de gran ayuda para los entrenadores de su hija, producto de décadas de atletismo que le han enseñado a estar alerta con cada detalle.

Esta vez, la explosión de su hija en el mejor escenario, en el campeonato de su debut como internacional absoluta, le ha hecho permitirse una licencia para disfrutar a rienda suelta, y mirar hacia delante con optimismo: “Esto augura un buen futuro. Yo creo que en unos años estará por debajo de los 8:50 y nos va a dar muchas alegrías”. Como padre, se quedó abrumado por la cascada de mensajes de felicitación en las redes sociales, que desbordaron lo que ya venía siendo habitual con los podios nacionales. “Quiero aprovechar para dar muchas gracias a todos por las felicitaciones. Lucía irá respondiendo a todas ellas, porque ahora estará en una nube”. En efecto, Lucía ha ido agradeciendo el apoyo durante una semana en la que hasta el presidente de la Real Federación Española de Atletismo, Raúl Chapado, fue uno de los primeros en elogiar públicamente su gran actuación en Torun: “La pequeña Lucía no es que haya crecido en este campeonato, es que ha pegado un estirón de los buenos. Dos carreras, dos plusmarcas personales. ¡Fantástica!”

Coti, y la euforia en Las Ardillas

Días antes de viajar a la gran cita continental de Polonia, Lucía hizo una de sus habituales visitas al parque de La Manguilla para estar con las nuevas hornadas de Las Ardillas, más de 60 jóvenes atletas que ven en ella un espejo donde mirarse y que trabajan bajo la batuta de Álvaro López Cotillo, el director deportivo y entrenador que lleva 18 años obrando el milagro de poner a El Escorial como gran referencia del atletismo de base madrileño. Con él empezó a despuntar Lucía hace casi una década, y con él ganó en Granollers su primera medalla nacional, la que abrió la veda hacia temporadas con cinco y hasta seis medallas de oro en campeonatos de España en juvenil y júnior.

Coti, como popularmente se le conoce, sabía del potencial de Lucía y de su margen de mejora, pero lo ocurrido en Polonia le rompió los esquemas: “Siento una alegría inmensa por Lucía. Los que la seguimos sabíamos que iba a mejorar su marca e iba a hacer un campeonato muy bueno, pero mejorar su marca de esta manera -casi diez segundos en la suma de las dos carreras-, siendo la atleta española más joven en bajar de nueve minutos -Marta Domínguez lo consiguió con 26 años-, hace que los que hemos estado cerca de ella y hemos podido contribuir a sacar el talento que tiene, nos sintamos tremendamente orgullosos de lo que ha conseguido. La emoción de verla defendiendo los colores de España, compitiendo mejor que nunca, suponen un ejemplo no sólo para sus antiguos compañeros de Las Ardillas o cualquier deportista, sino para la juventud en general, donde las palabras esfuerzo, sacrificio y capacidad de superación parecen estar olvidadas en un amplio porcentaje de la población”.

Coti vivió la emoción de la semifinal con sus pupilos en La Manguilla, pero el horario más tardío de la final del viernes le hizo vivir en casa una escena inolvidable: “Ver a mi hija Claudia gritar a la tele animando a Lucía no tiene precio. Se merece el éxito y todo lo que venga a partir de ahora”.

Lucía, este viernes con Javi Guerra

Lucía Rodríguez tendrá este viernes una cita de excepción con los aficionados al atletismo, puesto que participará con el maratoniano Javier Guerra en los Viernes Deportivos de San Lorenzo de El Escorial, un encuentro que se recupera en formato digital, y al que los seguidores podrán conectarse a través del nuevo canal de YouTube del Área Municipal de Deportes y por su cuenta de Twich, de forma libre y gratuita, y con una inscripción previa en el correo deportes@aytosanlorenzo.es para formular preguntas. Lucía compartirá la sesión con Javier Guerra, campeón de España de Maratón en 2013, 2018 y 2020, además de campeón de España de 10 Kilómetros en Ruta en 2009, y clasificado para los Juegos de Tokio tras realizar su mejor marca en maratón, con un tiempo de 2:07:27 horas que le convierte en el tercer español más rápido de la historia en los 42,195 kilómetros.

Jaime Fresno

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