Lucía Rodríguez sale este viernes hacia los Juegos Olímpicos de Tokio “sin miedo y con muchas ganas de correr”

Correrá la semifinal de los 5.000 metros el 30 de julio a las 12 de la mañana, hora española.

Lucía Rodríguez sale este viernes rumbo al sueño olímpico de Tokio, donde será la única representante española en la prueba de los 5.000 metros. El histórico debut de la joven gurriata en la máxima competición del atletismo mundial está programado para el viernes 30 de julio, cuando se correrán las semifinales a partir de las 12 de la mañana, hora española -19:00 horas en Tokio-, con una diferencia de 26 minutos entre las dos series. De entre las 42 participantes saldrán las atletas que se disputarán las medallas en la gran final, prevista para el miércoles 4 de agosto a las 14:40, hora española -21:40, hora de Tokio-.

Lucía correrá la carrera más importante de su vida apenas cuatro días después de cumplir 23 años, todo un sueño, teniendo en cuenta que a primeros mes estaba pensando en el siguiente ciclo olímpico tras verse fuera de las 42 primeras plazas del World Ranking. El suspense del proceso de clasificación, en el que se estrenaba el nuevo sistema mixto de puntos y marcas, hizo que la sanlorentina pasara de la resignación de verse fuera a la inmensa alegría de lograr el objetivo. Ahora, liberada de esa presión, asegura que acude a Tokio “sin miedo y con muchas ganas de correr, es la primera vez que voy a unos Juegos y quiero que sean muy especiales”.

El domingo 27 de junio se proclamó subcampeona de España de 5.000 metros en Getafe, pero la medalla de plata tuvo un sabor agridulce. Salió con cierta decepción por no hacer valer su papel de favorita y, sobre todo, porque su actuación no le valió más que para escalar a la 47ª plaza provisional en el ranking mundial de la distancia, cinco puestos por debajo del objetivo trazado para clasificarse por la vía de los puntos. Saltar al top 42 era clave, toda vez que Lucía Rodríguez no había podido cumplir con la durísima marca mínima exigida de 15:10 minutos, y se había quedado en los 15:33:62 registrados dos semanas atrás en Copenhague.

El 29 de junio, dos días después de subir al podio en el estadio Juan de la Cierva, expiró el plazo para acreditar marcas y sumar puntos y Lucía se quedó a expensas de que al menos se produjeran cinco renuncias, entre lesiones y cambios de prueba entre las atletas clasificadas, algo que ella y su entorno veían entonces como muy improbable. Pero el milagro terminó produciéndose. Lucía escaló al día siguiente al puesto 45, y el 1 de julio sucedió lo que necesitaba: saltó al puesto 42 del World Ranking tras unas horas de enorme suspense. Ese día, a última hora de la tarde, el presidente de la Real Federación Española de Atletismo, Raúl Chapado, confirmaba el cierre del proceso y el viernes 2 de julio se anunció de forma oficial la inclusión de la sanlorentina entre los 56 atletas de la selección española, compuesta finalmente por 32 hombres y 24 mujeres.

Acto de despedida a los olímpicos madrileños en Vallehermoso, el 12 de julio / RFEA

Al verse dentro de los Juegos Olímpicos, Lucía no pudo contener la emoción y lo primero que hizo fue acordarse de sus padres, el atleta José María Rodríguez, y su madre, Ana María, fallecida cuando ella sólo tenía dos años: “Aquella niña que soñaba con unas Olimpiadas va a cumplir su sueño. Mamá, lo hemos logrado, y sé que no has dejado que dé un paso sola. No quiero ponerme límites, voy a entrenar muy duro. Tengo por delante semanas realmente emocionantes”. Su siguiente recuerdo fue para Arturo Martín, el entrenador que la ha sabido guiar hacia un gran salto cualitativo en su carrera, en rendimiento y en mentalidad competitiva: “Gracias Arturo, por haber hecho posible una temporada de ensueño, por empujarme más lejos de lo que pensaba que podía llegar y por creer en mí. Eres increíble”.

A Tokio vía Roma

Lucía Rodríguez está pasando los días previos a los Juegos entre duros entrenamientos y actos institucionales, como el que tuvo lugar el pasado 12 de julio en el Estadio de Vallehermoso, con motivo de la despedida oficial dispensada por el Ayuntamiento de Madrid a los atletas olímpicos de la región, en un acto el que estuvo Alejandro Blanco, el presidente del Comité Olímpico Español (COE). Al cierre de esta noticia, Lucía se estaba sometiendo al primero de los test PCR previstos en la semana previa al viaje, con el segundo programado para este jueves, cuando el grueso de la selección española está citado en el estadio de Vallehermoso, antes de quedar concentrado en el Hotel Auditórium de Madrid y emprender el vuelo hacia Tokio.

La expedición española saldrá este viernes en un vuelo con salida a las 12:10 horas del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, que realizará escala en Roma para coger el avión rumbo a Tokio a las 17:10. La llegada a la capital japonesa está prevista sobre el mediodía del sábado, 24 de julio.

Lucía Rodríguez estará acompañada en el vuelo por su entrenador, Arturo Martín, que será uno de los primeros preparadores en llegar a Tokio, dado que las semifinales de los 5.000 metros tendrán lugar en el primer día de los Juegos Olímpicos. Al frente de la delegación española estará Carlota Castrejana en calidad de jefe del equipo, acompañada por el director deportivo, Antonio Sánchez Muñoz, y el seleccionador nacional, José Peiró. Nada más llegar, todos los atletas se someterán a un nuevo test PCR, que no será el definitivo, pues el protocolo de los Juegos Olímpicos obliga a los participantes a pasar pruebas diarias, ante la subida de la incidencia del coronavirus que provocó a primeros de julio la declaración del estado de emergencia en Japón y, poco después, la prohibición de la asistencia de público para ver las competiciones.

El gran reto de buscar la final olímpica ante la legión africana

Lucía Rodríguez afrontará en Tokio el mayor reto de su carrera, como no podía ser de otra forma en unos Juegos Olímpicos. No sólo por enfrentarse a la súper élite mundial, sino por hacerlo como única representante española ante países que van a presentar hasta tres atletas, el cupo máximo admitido por equipo.

A falta de la publicación oficial de las participantes y su distribución entre las dos semifinales, la nómina de favoritas tiene una marcada mayoría africana, con las etíopes a la cabeza de las apuestas. La más destacada será Gudaf Tsegay, flamante plusmarquista mundial de 1.500 metros bajo techo y campeona de los Trials olímpicos de Etiopía en 5.000 metros, con la quinta mejor marca de la historia: 14:13:32 minutos. Las que serán sus compañeras en Tokio, Ejigayehu Taye y Senbere Teferi, acabaron muy cerca, demostrando el gran nivel de Etiopía, a pesar de la ausencia de la plusmarquista mundial, Letensenbet Gidey, que ha optado por saltar a los 10.000 metros.

Otra de las grandes favoritas en el 5.000 de Tokio será la neerlandesa de origen etíope Sifan Hassan, actual recordwoman europea de la distancia, con 14:22:12, y gran sensación del fondo internacional, tras ostentar el récord del mundo de los 10.000 metros. En su caso, su clasificación para esta distancia y las de 1.500 y 5.000 hará que tenga que descartar una, que en ningún caso sería la de los diez kilómetros, donde se anuncia un gran duelo con la etíope Letensenbet Gidey, la atleta que le quitó la plusmarca mundial apenas dos días después de conseguirla en los Países Bajos.

Lucía Rodríguez llegará a Tokio acreditando los 15:33:65 minutos que registró en Copenhague, una rebaja en el entorno del minuto de su mejor marca personal en la distancia. Aún así, el tiempo quedó lejos de los 15:10 minutos exigidos como mínima olímpica, lo que habla de la gran exigencia de la competición. Su clasificación vino de la mano del nuevo sistema mixto, en el que acreditar buenas actuaciones en varias carreras del calendario tiene un peso equivalente al de un gran resultado puntual.

La sanlorentina sumó por esa vía un total de 1.143 puntos, haciendo valer dos de sus grandes actuaciones en la temporada bajo techo en 3.000 metros: la excelente octava posición en el Campeonato de Europa de Torun; y la segunda plaza en el Campeonato de Europa de las Naciones, significando que esa distancia, que no se corre al aire libre, cuenta para calificar en los 5.000 metros. Sobre 5.000 metros, Lucía completó su puntaje con su marca personal de Copenhague y los 15:36 minutos que registró una semana después en Niza, además de la medalla de plata nacional obtenida en Getafe.       

Coti: “El sueño olímpico de Lucía es también el de su padre, Josito”

La clasificación de Lucía Rodríguez para los Juegos Olímpicos causó una enorme alegría en Las Ardillas de El Escorial, el club donde empezó a ganar sus primeros campeonatos de España juveniles antes de saltar al Playas de Castellón, y de ahí al Nike Running. Su director deportivo, Álvaro López Cotillo, Coti, muestra su satisfacción por el hecho de que Lucía vaya a ser el tercer caso de un deportista de la estructura escurialense en ir a unos Juegos: “El día 30 de julio a las 12 de la mañana nos sentaremos con unas cervezas a disfrutar de la primera deportista olímpica de Las Ardillas, quiero decir, dentro del atletismo, porque tenemos el caso de Patricia García que lo consiguió en el rugby, y este año también vamos a tener a Guille Rojo en los Paralímpicos. A ver s hay suerte y puede ir alguno más en unos años”.

El Ayuntamiento de San Lorenzo ha colocado una lona con la imagen de la atleta gurriata a la entrada del polideportivo municipal del Zaburdón

Coti se deshace en elogios hacia la que fue su pupila: “Es una niña que se merece absolutamente todo, que ha sacrificado un montón de cosas por estar ahí arriba. Simplemente participar en unos Juegos con 23 años es ya un auténtico éxito, no nos vamos a engañar, pero yo sé que no se va a conformar. Es una atleta competitiva al cien por cien, y uno de los principales objetivos que tendrá será el de mejorar su marca, que lo hará casi seguro por la progresión que está teniendo con su grupo de entrenamiento nuevo”.

El entrenador serrano mantiene un contacto estrecho con la atleta, hoy todo un estandarte y un modelo a seguir para los alrededor de 60 jóvenes atletas que dirige en Las Ardillas, a los que además suele pasar con cierta regularidad a verles entrenar en el Parque de la Manguilla. “Suelo hablar con ella y está siempre pendiente, baja a algún entrenamiento a ver a los chavales y a animar, les trae zapatillas de clavos para sortear entre las niñas y los niños… Es una chica que se merece todo”. Coti no puede evitar acordarse de muchos momentos de la etapa de Lucía en el club, ni del papel fundamental en su carrera que ha jugado su padre, José María Rodríguez Josito, para quien reserva un apartado muy especial: “El sueño de Lucía es también el de su padre, Josito, un tío que en sus tiempos hubiera sido olímpico de haber tenido los medios, porque tenía una clase que le salía por los cuatro costados”.

Jaime Fresno

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