El ‘efecto Manolo Cano’ ilusiona a Las Rozas de cara a hacer historia en las Copas de diciembre

El equipo afronta este miércoles la final de la Copa Federación ante el Llagostera, antes de cruzarse en la Copa del Rey con el Mirandés el próximo 16 de diciembre.

Las Rozas ya vela armas de cara a un mes de diciembre en el que se va a citar con la historia: este miércoles buscará alzarse con el título de la Copa Federación ante la UE Llagostera; y el día 16 intentará el pase a la segunda ronda de la Copa del Rey, en un durísimo cruce con el CD Mirandés. El equipo encarará ambos retos al abrigo de la Dehesa de Navalcarbón, y con la renovada confianza que le dan los últimos resultados positivos, coincidiendo con la llegada de Manolo Cano.

El técnico cordobés remató el trabajo de Iván Helguera en la Copa Federación -el cántabro hizo el pleno de tres victorias-, dejando en la cuneta en la semifinal al Leioa con un solitario gol de Algarra, para después romper la mala racha en la Liga con una victoria de peso sobre el Atlético de Madrid B (2-1). Estabilizar la situación en Segunda B sigue siendo la máxima prioridad, toda vez que Las Rozas continúa ocupando plaza de fase de descenso, cerrando la clasificación del Subgrupo 5A de Segunda B tras la derrota de este domingo ante el Sanse. Sin embargo, pocos en la entidad ocultan la ilusión por los retos coperos que están a la vuelta de la esquina, incluida una afición roceña de la que se espera un apoyo incondicional en los dos envites.

El Llagostera, duro rival

La gran final se jugará este miércoles a las 18:00 horas en la Dehesa de Navalcarbón, su escenario oficial después de que se llegara a especular con la posibilidad de que el partido se jugase en la Ciudad del Fútbol. Las Rozas tendrá enfrente a un Llagostera que llega a Madrid invicto en la Copa Federación y, al cierre de esta noticia, con una sola derrota liguera, la cosechada en su visita al Lleida, en la tercera jornada de un Subgrupo 3 A de Segunda B donde los gerundenses marchan séptimos.

Manolo Cano describe al rival como “un equipo con mucho oficio, que ya estuvo hace años en Segunda División. Tiene jugadores con una veteranía importante y aún no han perdido en la competición. Será difícil de batir. Nosotros contamos con el factor campo y creo que ahí podemos hacernos fuertes. Pero delante habrá un buen Miura”, sentencia el técnico, tirando de su flema andaluza, y conocedor del milagro futbolístico que llevó a su rival a Segunda División desde la Segunda Territorial catalana, con seis ascensos en nueve temporadas 

La Unió Esportiva Llagostera, club representativo de una localidad de 8.500 habitantes, obró esa hazaña de la mano de Oriol Alsina, que lo condujo hasta Segunda B y después participó como director deportivo en el salto al fútbol profesional, con el equipo entrenado entonces por Lluís Carrillo. El tándem técnico culminó la asombrosa secuencia de ascensos en una agónica fase final jugada en junio de 2014, en la que el Llagostera superó al Real Avilés y al Nástic de Tarragona, equipo ante el que terminó sellando el gran salto con una victoria por 3-1.

Después, Oriol Alsina dejó el club para irse al Girona de segundo entrenador, pero no tardó en regresar, reclamado para salvar al equipo del descenso, objetivo que consiguió también con la ayuda de Lluís Carrillo. No fue así en la siguiente temporada, la 2015/2016, cuando no pudo evitar el descenso a Segunda B y terminó dejando el cargo. El trauma en el club fue después mayor, porque el Llagostera cayó a Tercera División y terminó volviendo a llamar a su entrenador milagro. Alsina regresó, hizo al Llagostera campeón de Tercera y lo devolvió a Segunda B en junio de 2019, extendiendo el catálogo de éxitos a su tercera etapa en el banquillo. 

El técnico de Arenys de Mar llegará a Navalcarbón precedido de ese extraordinario bagaje, al frente de un equipo que, en lo estadístico, supera a Las Rozas básicamente por su solidez en Liga, donde sólo ha cedido en Lleida por la mínima. En Copa Federación, el Llagostera ha calcado a Las Rozas, ganando sus cuatro partidos: Ejea (2-1); Nástic de Tarragona (2-1); Playas de Calviá (3-0); y UCAM Murcia (2-1).

Las Rozas buscará el título copero después del último partido de Liga en San Sebastián de los Reyes, algo que condicionará la alineación azulona en función del desgaste y del plan de rotaciones. Manolo Cano dice que “es una final, y ya que estamos, vamos a intentar salir por la Puerta Grande, porque además el esfuerzo va a ser el mismo que si saliéramos guardando. Ante el Leioa lo hicimos muy bien, ya que ganamos con los cambios. La verdad es que los chicos me lo ponen muy difícil para elegir. Me he encontrado con un grupo con mucha predisposición al trabajo”.

El Mirandés, el día 16 

La segunda gran cita de diciembre será el cruce de primera ronda de la Copa del Rey ante el CD Mirandés, que se jugará también en Navalcarbón el 16 de diciembre, en un horario todavía por determinar. Tras caer el año pasado en León ante la Cultural (3-0), Las Rozas aspira a hacer historia superando su primera eliminatoria en la competición, frente a un rival que flirtea con los puestos altos de Segunda División y que, precisamente, saltó al primer plano nacional en el Torneo del KO, cuando en 2012 superó a tres equipos de Primera División y se plantó en las semifinales, donde cayó ante el Athletic de Bilbao. El Mirandés, entonces dirigido por Carlos Pouso, todavía no había sellado su ascenso a Segunda, logro que obtuvo después en ese mismo curso. Desde entonces, ha jugado siete de las nueve temporadas transcurridas en el fútbol profesional, de la mano de entrenadores de prestigio, como Carlos Terrazas o Andoni Iraola, técnico que fue fichado este año por el Rayo Vallecano tras una buena campaña en el banquillo de Anduva. 

La marcha del exjugador del Athletic de Bilbao dio paso a la llegada del ovetense José Alberto López, entrenador de la factoría de Mareo con dos años de experiencia al frente del Sporting de Gijón. El nuevo técnico ha tenido que gestionar una remodelación en la plantilla mirandesista, tras salidas de peso como las de Marcos André, Mateus, Álvaro Rey, Mickael Malsa, Sagnan, Jon Guridi o Martín Merquelanz, los tres últimos, recuperados por la Real Sociedad tras su período de cesión.

Esa tradicional pesca en la cantera vasca ha propiciado en este curso la llegada de otra perla de Zubieta, el extremo Näis Djourah, que se suma a otras cesiones de relevantes, como las del punta del Rayo Vallecano, Sergio Moreno,  la del extremo del Villarreal, Iván Martín, o la del eslovaco del Estrella Roja, Erik Jirka, máximo anotador de los rojillos. En total, son 19 incorporaciones para un Mirandés que, tradicionalmente, centra mucha de su energía en la Copa del Rey, como señala Manolo Cano. “Le gusta la Copa, siempre suele estar en la pomada”, dice, a la vez que confiesa que en su etapa de inactividad “el Mirandés era el equipo que más me gustaba ver por televisión. Tiene muchísimo ritmo, jugadores cedidos de gran calidad y, desde luego, no es un rival apetecible porque es de mucho nivel. Pero la eliminatoria es aquí, a partido único, y vamos a intentar hacer valer que somos fuertes en casa”.

Manolo Cano, dirigiéndose a los jugadores de Las Rozas en un entrenamiento en la Dehesa de Navalcarbón / Fotografías: Twitter Las Rozas CF

Idilio con la Copa

El entrenador cordobés de Las Rozas guarda el mejor de los recuerdos en la Copa del Rey, puesto que era el ayudante de Juan Antonio Anquela cuando el Alcorcón eliminó al Real Madrid en aquella histórica eliminatoria, la del 4-0 en el estadio de Santo Domingo. “Para mí es una competición muy especial por todo aquello que viví en Alcorcón. Cuando cogí a Las Rozas, Anquela fichó esa misma semana en Alcorcón, también con el equipo en mala racha. Hablé con él, porque lo hacemos a menudo, y me dijo que teníamos que trabajar como si fuéramos los primeros”.

Fue uno de los varios episodios de carácter emocional que ha vivido Cano desde su llegada a Las Rozas, puesto que su debut en Liga se produjo ante el filial del Atlético de Madrid, club al que llevó a ganar la Liga, la Copa y la Copa de Campeones de juveniles, y el calendario le deparó a continuación una visita al San Sebastián de los Reyes, su último equipo, al que llevó hace dos temporadas a una de sus mejores clasificaciones en Segunda B. “La verdad es que si me lo dicen hace un mes, me suena a chino. Son curiosidades del fútbol. Ante el Atlético, tuve la suerte de poder saludar a mucha gente que quiero, y lo mismo en San Sebastián de los Reyes”, dice con emoción. Fue allí, en el estadio de Matapiñonera, donde su anterior etapa acabó con una derrota concluyente por 0-4. Y precisamente fue ante Las Rozas.

Jaime Fresno

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