El Galapagar gana 3-1 al Alcobendas y ya acaricia la gloria del ascenso a Tercera
Toda la historia del primer ascenso del Galapagar a categoría nacional quedó escrita este domingo, a falta de poner la firma. La tropa arlequinada desactivó la última gran amenaza del Alcobendas con una victoria incontestable (3-1), y ya está a falta de un solo punto para alcanzar la gloria de la Tercera División, el mayor hito en sus 52 años de historia. Podrá subir empatando el próximo domingo en Alcalá de Henares ante el Avance, o incluso antes de jugar ese partido, si es que el Tres Cantos no pierde contra el Alcobendas. Todo ello, a falta de conocer los horarios oficiales de la penúltima jornada de una Preferente tan rendida al líder como el Municipal de El Chopo, un campo abonado en el último mes a la fiesta permanente.
El Galapagar parece inmune a cualquier presión. No le atenazaron ni el mazazo anímico del 5-1 encajado en Aravaca, ni la fama agonística de su rival, un Alcobendas aferrado a la pelea gracias a una cascada de goles salvadores en los últimos minutos, que llegaba con la opción de tomar el liderato de haberle salido redonda la jornada. El Chopo volvió a espantar cualquier fantasma, con sus 600 espectadores integrados en una especie de cruzada y la atmósfera de las grandes ocasiones.
El inicio de partido ya fue revelador: el Galapagar cogió el balón y lo acaparó durante dos largos minutos, con un sobeteo aparentemente insustancial en el medio campo, mientras el Alcobendas esperaba resguardado. Algún que otro aficionado empezaba a desesperar cuando Nacho Martín recibió un cambio de orientación sobre la posición del volante izquierdo, amortiguó y surtió de segundas la carrera de Pablo Buceta con un excelso pase con el exterior del pie. El canterano atacó la espalda del lateral, Pepe, entró como un avión en el área y picó por encima del portero el 1-0. No era aún el minuto 3 y ya mandaba el líder, sin que nadie esperara una respuesta tan inmediata del Alcobendas. De seguido, un córner botado por David Greciano desde la derecha fue cabeceado al palo por Novero, el balón salió repelido de vuelta al área chica y allí Charly remachó a placer el empate.
El gol sofocó el primer calentón de El Chopo y el Alcobendas empezó a asomar, hasta el punto de acercarse al segundo gol con un duro disparo de Greciano con dirección al gol que rebotó en la zaga arlequinada. Fueron los mejores minutos del cuadro de Paco Senda, dentro de una fase de toma y daca plena de ritmo, en la que ambos intercambiaron golpes: el Galapagar soltó otra dentellada en un pase al espacio de Facu Ferratti para Sergio Mas, que el delantero culminó con un remate más bien sencillo para el portero Miguel; y el Alcobendas reclamó un penalti por empujón a Mario Muñoz cuando iba a rematar un servicio de Charly desde la derecha. Cabero Valle se inhibió en una jugada más que discutible.
A partir de ahí, el partido se asentó en una fase de equilibrio en la que empezó a aflorar el juego subterráneo y, por ende, las interrupciones. El Alcobendas pasó a controlar mejor, con sus centrocampistas aplicados en la recuperación, pero lo suyo tuvo que ver más con la intimidación y la intensidad que con el fútbol. Y cuando eso no le era suficiente, exploró los límites del reglamento: Juan de la Torre y Marcos Gil fueron golpeados sin opción de balón en dos acciones zanjadas por el árbitro con sendas amarillas a Charly y Pepe; y Guille se tuvo que marchar lesionado, sustituido por Gabi Pont . En ese contexto, el Alcobendas adquirió cierto dominio del partido, pero careció de mordiente ante una defensa galapagueña inconmesurable, con Sergio Pliego y Jaime Cid cercanos a la perfección. Hasta el descanso, la única ocasión fue para el Galapagar, en una falta botada por Facu Ferratti que acabó en un remate globeado que la defensa visitante sacó casi bajo palos. Se cantó gol, se reclamó al juez de línea, pero tras el partido nadie se acordó de la acción que dio paso al descanso.
El Galapagar sentencia
La segunda parte ya fue otra cosa. El Galapagar empezó igual de mandón que en la primera, decidido a buscar la victoria, pero esta vez dictó su ley hasta el final, ante un Alcobendas menguante que acabó sin capacidad para mantener una gran oposición. En la primera jugada del minuto 1, Jorge Martínez rompió por el pasillo central y abrió a la izquierda para que Sergio Mas pusiera un centro chut raso al que no llegó ningún rematador. Un primer aviso que dio paso al impresionante despliegue de facultades de Pablo Buceta, un portento físico que, lejos de quedar saciado con su gol, se bastó para poner en jaque permanente a la zaga forastera, en especial a un Suita que vivió un tormento en cada mano a mano con el 12 galapagueño. En una de ésas, Buceta desbordó por la derecha, se fue a encararle, lo superó ganando la acción con un leve toque para buscar la raya de fondo y el central lo cazó dentro del área. Penalti claro. Cabero Valle, ante el silencio cómplice de su juez de línea, dejó seguir.
Para entonces el Galapagar ya se había desatado: impuso su juego a partir siempre de Ferratti, unas veces iniciando como central, y otras como pivote posicional en el medio, con Nacho rebuscando entre líneas, con el tridente de arriba en permanente movimiento. Mientras El Chopo lamentaba el arbitraje y se inquietaba con el 1-1, su equipo no se inmutó, siguió a lo suyo, martilleando. Dos minutos después del penalti no pitado, Nacho Martín se sacó de la chistera otro pase letal a la espalda de la zaga, en el timing perfecto para la carrera de Marcos Gil. El pichichi de Preferente se plantó ante Miguel Ángel y culminó con una vaselina excelsa sobre la salida del portero, en su gol número 13 del curso, camino ya de los 90 con la camisola gualdinegra. Fue su primera diana sabiendo que en seis meses será padre.
El 2-1 encendió de nuevo la caldera de El Chopo, que aplaudió a rabiar en cada cambio de Álvaro Gómez-Rey enfocado a mantener viva la efervescencia. Se fue Nacho, entró Greci, y de seguido Ferratti se sacó otro pase rompelíneas para el enésimo carrerón de Buceta, al que esta vez Miguel Ángel sí acertó a ganar en el mano a mano. El canterano aparecía por todos los lados, pleno de potencia, como en trance… Suyo fue el taconazo que estuvo en el origen de la sentencia, obra de Jorge Alegría. Como hiciera Carrasco ante el Colmenar, el 17 arlequinado dejó su sello desbordando con una maniobra DE control en reverso, aprovechando su bajo centro de gravedad, dejó atrás a un rival y se fue directo a portería. Miguel Ángel le sacó el primer disparo, pero su rechace rebotó en el atacante y el balón se fue directo a la red: 3-1.
Quedaban nueve minutos. El Alcobendas cargó con todo lo disponible, ya con Leo y Felipe. Mas no encontró resquicios. El equipo de Paco Senda cayó de pie, empujando, eso sí; pero sin fútbol suficiente para generar ocasiones claras. El pitido final llegó tras siete minutos de añadido y el Galapagar se fue a cumplir con la liturgia de celebrar con la grada, deteniéndose en cada sector, dejando las que serán las mejores imágenes del ascenso si no media una hecatombe: cinco puntos de ventaja a falta de seis. Quedan dos partidos para sumar un punto. Puede ser el 13 de junio en Alcalá de Henares ante el Avance, o de nuevo al calor de El Chopo, el día 20 ante el Dosa. Probablemente sea un detalle sin mucha importancia en el libro de una historia que parece escrita.
CD GALAPAGAR: Gonzalo; Guille (Gabi Pont, 28’), Sergio Pliego, Jaime Cid, Jorge Martínez; Nacho Martín (Greci, 65’), Facundo Ferratti (Íñigo Teijeiro, 76’), Juan de la Torre (Jorge Alegría, 76’), Marcos Gil; Pablo Buceta y Sergio Mas (Carrasco, 76’).
AD ALCOBENDAS: Miguel Ángel; Pepe, Suita, Lorente (Rafa, 80’), Charly; Novero, San Segundo (Felipe, 68’); David Greciano, Mario Muñoz (Leo, 68’), Chino (Edu, 80’); y Riki
ÁRBITRO: Cabero Valle. Mala actuación.
GOLES: 1-0. Pablo Buceta (2’). 1-1. Charly (3’). 2-1. Marcos Gil (58’). 3-1. Jorge Alegría (81’).
INCIDENCIAS: Partido correspondiente a la 17ª jornada de Liga en el Grupo 1 de Preferente, con unos 600 espectadores en el Municipal de El Chopo en tarde calurosa, con unos 28 grados. Asistieron al partido la concejal de Deportes de Galapagar, Mercedes Nuño, y el ciclista profesional galapagueño del Caja Rural, Sergio Román Martín.
Jaime Fresno
