Atlético Villalba – CUC Villalba: 40 años de espera para ver su primer duelo en competición oficial

Atlético Villalba y CUC Villalba nunca habían coincidido en competición oficial, desde que el primero inició su andadura en 1981 y ambos comparten bagajes futbolísticos. Son 40 años jugando en distintas categorías, siempre con el Unión en divisiones superiores, con la única excepción del pasado curso, cuando el Atlético jugó por vez primera en Preferente después de consumar el año anterior un  sorpasso histórico, al que ayudó la caída del CUC Villalba a Primera Regional tras 28 años entre Preferente y Tercera División.

Transcurridas cuatro décadas, los caminos se cruzan al fin en la categoría sénior este domingo en la Ciudad Deportiva, a partir de las 11:45 horas, en el derbi que más se ha hecho de rogar, y el más especial que hoy por hoy puede deparar el fútbol serrano desde el punto de vista de la historia y el morbo, quizás tras ese CD El Escorial – San Lorenzo capaz de llenar Navaarmado o La Herrería, según toque. Un partido muy especial que va a enfrentar a dos clubes que son el uno consecuencia del otro: el Atlético nació en 1981, nueve años después de la histórica fusión entre el Torpedo, el Viñas y el Independiente que trajo la creación en 1972 de la Unión Deportiva Collado Villalba –tuvo que pasar a denominarse Club Unión contra su voluntad, cuando en 1992 se inscribió en la Federación Madrileña la AD Collado Villalba de fútbol sala-; y lo hizo por iniciativa de dos personas de fútbol que guardaban relación con la Unión: uno, Victorino Pérez Campos (conocido como Toni El Manco, por la amputación de uno de sus brazos tras un accidente en el Metro de Madrid), venía de intentar ser presidente de la Unión Deportiva; el otro, Rafael Carrera Ezpeleta, había sido directivo y cofundador del club amarillo.

Fue él quien decidió el nombre del nuevo club, siguiendo su afición por el Athletic Club de Bilbao, y quien logró su inscripción en el Torneo del diario As, toda vez que la Federación Castellana de Fútbol –no se creó la Madrileña hasta 1988- ya no admitía en ese momento a más equipos. Rafael Carrera tiró de su amistad con el entonces Secretario de Estado para el Deporte, Jesús Hermida, para hacer llegar una carta nada menos que al despacho del Ministerio de Transportes, Turismo y Comunicación, instando a su titular, José Luis Álvarez, a que intercediera para desatascar la inscripción del equipo ante la Federación Castellana. Finalmente, y con 14 fichas dadas de alta apenas 48 horas antes del primer partido, el Atlético pudo echar a rodar. Rafael Carrera y Toni El Manco quisieron que fuera una especie de filial de la entonces Unión Deportiva Collado Villalba, pero el club amarillo cerró esa puerta porque la operación implicaba también financiar, al menos en parte, el nuevo equipo.

Desde entonces, ambos clubes han caminado por vías separadas, compartiendo los mismos campos, trabajando pared con pared en sus oficinas, e intercambiando una larga lista de jugadores y entrenadores. Hasta hace una década, las filosofías eran muy distintas: de un lado estaba el CUC Villalba, de vocación más a caballo entre el fútbol semiprofesional y el Aficionado, y con objetivos más ambiciosos, plasmados en sus seis temporadas en Tercera División; y del otro, un Atlético más modesto, sin apenas estructura de base y una dirección institucional muy homogénea e invariable, personalizada en la figura de Carlos Sanz, exjugador en los tiempos de la fundación y luego 20 años en la Presidencia.

Todo empezó a dar un giro cuando Sanz dejó su puesto en manos de Antonio Jiménez Ráez, cuyo mandato trajo la potenciación definitiva de las categorías inferiores, de la mano de Carlos Labrador, y el salto del primer equipo a Primera Regional, bajo la dirección de un histórico de los banquillos serranos, Pedro Hernández. Los sucesivos proyectos deportivos de Óscar Guerras y, sobre todo, David Muñoz, terminaron por generar un club con idénticas pretensiones que las de su vecino mayor y por presentar una rivalidad entre iguales, que ya era muy latente en categorías de base y en la lucha por ganar cuota institucional.

Derbi desequilibrado

Este domingo, al fin, esa rivalidad se plasmará sobre el verde artificial de la Ciudad Deportiva, en un partido oficial que la gran mayoría de los aficionados estaban deseando ver, aunque llegue con matices que hablan, a priori, de una lucha desigual. La descomposición del proyecto que había diseñado David Muñoz para que el Atlético Villalba no detuviera su crecimiento deportivo, tras el histórico primer ascenso a Preferente, ha cambiado casi por completo el paisaje del derbi villalbino. Donde antes había un partido entre dos equipos aspirantes incluso a la Tercera División, aparecerá otro con un Atlético en construcción, con gente joven e inexperta en muchos casos en la categoría, y un CUC Villalba que, pese a todos sus problemas institucionales, ha sabido poner a salvo su plan deportivo inicial para presentarse al derbi no sólo como claro favorito a ganarlo, sino también como candidato a la pelea en la parte alta de la clasificación.

Los números reflejan a las claras la situación: el CUC Villalba es séptimo con 13 puntos en siete partidos, uno menos de los que han jugado los dos primeros clasificados, el Tres Cantos y el Alcobendas, a los que tiene respectivamente a seis y cuatro unidades. Son 12 puntos más que un Atlético Villalba que es colista sin conocer la victoria, a seis de la permanencia que marca el Rayo Ciudad de Alcobendas. En una Liga reducida a 19 jornadas y con seis plazas de descenso, la situación del equipo de Víctor Vallejo es delicada y pide puntos cuanto antes para mantener vivo el objetivo de la salvación.

Rafa, el portero – delantero

El Atlético Villalba ejercerá de local y llegará a la histórica cita tras caer por la mínima en el campo de la Concepción, un rival directo (1-0). En ese partido, llamó la atención en el once de Víctor Vallejo la alineación como delantero centro de su portero titular, Rafa, que incluso llegó a protagonizar las dos mejores ocasiones de los tricolor. El técnico asegura que “Rafa va de cine arriba, arma rápido la pierna para el remate y físicamente es un toro. En la Concepción me quedé alucinado, tuvo dos ocasiones que creo que hubiera enchufado con más rodaje en la posición. No teníamos ese tipo de jugador, uno con finalización y que tenga la portería en la cabeza”.

Imagen de un partido del Atlético Villalba esta temporada

Vallejo no lo duda: “Rafa va a ser titular ahí el domingo”. En cuanto a las razones de la llamativa reconversión, Vallejo explica que todo empezó “con un ten con ten entre él y yo. Él me dijo que podía jugar ahí y al principio me hizo gracia, pero luego le vi en los entrenamientos y pensé en que el tema de la portería lo tenemos bien solucionado con Rafa y Gonzalo. Ahí estoy tranquilo, mientras que arriba sí teníamos carencias”. Rafa es uno de los jugadores atléticos que ha vestido la camiseta del CUC Villalba, donde precisamente coincidió con Vallejo en su efímera etapa al frente del primer equipo amarillo. Otro es Ismail El Hamiti, el director deportivo atlético, que pasa por ser el futbolista atlético de más calidad y con más rodaje en Preferente. Suyo fue el gol de penalti que dio al equipo su único empate ante el Sanse B, y suyo es el liderazgo en el campo, donde además es un jugador muy versátil.

El Atlético ha entrenado esta semana con la máxima motivación y con un grupo muy amplio de jugadores, nada que ver con lo que ocurría en una pretemporada muy difícil para Víctor Vallejo, obligado a componer la plantilla paso a paso y a entrenarla en grupos muy heterogéneos. “Al principio, venían cinco a entrenar”, rememora. Pese a todos los condicionantes, el entrenador tiene claro su ambicioso plan y así se lo ha comunicado a sus jugadores: “Nada de esperar atrás. Va a ser difícil, porque el CUC Villalba tiene gente veterana que sabe qué hacer en cada momento, además de jugadores como Reviejo, que me encanta -el delantero será finalmente baja-, o Vivi o Aitor. Nosotros somos muy jóvenes y nos falta experiencia en la categoría, pero tenemos muy buen ritmo de balón y podemos crearles problemas”.       

Sin Reviejo y con Aitor

El CUC Villalba afronta el partido con el gran respiro institucional que ha supuesto que José Martín Ferriz ya sea oficialmente desde el pasado sábado el nuevo presidente de la entidad, a falta de los trámites ante la Real Federación de Fútbol de Madrid. La incertidumbre de las últimas semanas sobre el traspaso de poderes con Jesús Mena, que además implicaba la parálisis en los pagos de las dietas de la primera plantilla y el organigrama técnico, amenazaba con trasladarse al plano deportivo, sobre todo en los días posteriores al mazazo de la derrota ante el Galapagar, con el asunto en su punto más crítico. El acuerdo entre las partes alcanzado el sábado pasado desatascó la situación y el equipo volvió por sus fueros ante el Rayo Ciudad de Alcobendas, al que despachó con un 3-0 gestado en la segunda parte.

Imagen del partido que enfrentó al CUC Villalba y al CD Galapagar hace dos semanas en la Ciudad Deportiva / Fotografía: Rafa Herrero

Borja Velasco, autor del tercer tanto de ese día, podría ser la alternativa a la importante baja de Carlos Reviejo, que se perderá el partido a causa de una inflamación en la rodilla derivada de un fuerte golpe. En contrapartida, Pepón López Cortijo recuperará a Aitor Molina, su principal arma en la banda derecha del ataque, y configurará un equipo para buscar la victoria de salida y sin ningún tipo de confianzas: “Lo tomamos muy en serio, como si jugáramos ante el líder. En la charla del martes les hice ver a los jugadores que es el primer partido que van a jugar en la historia los dos equipos, y que da igual la situación deportiva del Atlético Villalba. Es un derbi y nuestros seguidores tendrán ganas de ganarlo, de que quede para la historia que lo ganó el CUC Villalba. La motivación es máxima”, asegura el entrenador, que intuye un partido con más complicaciones de lo que pueda indicar la clasificación: “Evidentemente, su situación clasificatoria es complicada, pero el Atlético es un equipo que compite muy bien: fue a Alcobendas y sólo perdió 1-0, empató con el Sanse B, perdió con el Avance en el minuto 90 tras ir ganando…Al final compiten bien, y no le ganan todos los partidos por goleada. Hay que tener cuidado, porque además para ellos va a ser el partido del año. Tienen complicada la permanencia, pero si son capaces de empatarnos, ya no digo si nos ganan, habrán hecho el año. En ese sentido, es un partido trampa, porque el jugador puede pensar que es un partido fácil, pero para nada. Ellos van a estar motivadísimos. Me imagino que en la grada habrá mucha gente de uno y otro club, con lo que nosotros estamos preparando el partido como si fuera contra el líder, viendo sus vídeos, preparando todo el tema de scouting igual que hacemos todas las semanas, preparando todo lo táctico, la presión, la salida de balón…”.

López Cortijo cree que la vuelta a la normalidad en la Presidencia del club ha ayudado mucho al equipo en el plano mental: “Ha sido muy importante, porque además estamos muy ilusionados con lo que pueda venir en el futuro. El martes salí muy contento del entrenamiento, trabajamos otra vez con 23 jugadores, y lo hicimos a un ritmo altísimo, con todo el mundo con mucha motivación. Todos quieren jugar, todos quieren ir convocados, y eso para un entrenador es una maravilla”.

Límite, 600 personas

El gran derbi villalbino se jugará con el protocolo Covid-19 de la Real Federación de Fútbol de Madrid, que cuenta con el visto bueno de la Consejería de Sanidad en sus sucesivas actualizaciones: el aforo en la Ciudad Deportiva estará limitado a 600 personas, el máximo permitido en instalaciones al aire libre, y será obligatorio el uso de mascarilla y el mantenimiento de las distancias, además de estar prohibido seguir el partido de pie y el consumo de comida y bebida en la grada. Los espectadores se someterán a un control de temperatura en el único acceso al campo, que quedará habilitado en la entrada al hall de la Ciudad Deportiva.     

Jaime Fresno

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