Las Ardillas de El Escorial: una pista de atletismo para alimentar el milagro de la mejor base del cross madrileño

El 22 de enero de 2020 no es un día cualquiera en el Polideportivo de Navaarmado. A la caída de la tarde, mientras los jóvenes atletas del Club Básico Las Ardillas entrenan sobre el césped artificial del campo de fútbol, Luis Osuna, vicepresidente del club hasta 2017, hoy activo colaborador, aparece con la noticia: el Pleno del Ayuntamiento de El Escorial acaba de aprobar por unanimidad la construcción de la ansiada pista de atletismo, igual que hiciera el de San Lorenzo de El Escorial semanas atrás. Una iniciativa conjunta que se terminó de activar en octubre, en una reunión de los alcaldes, Antonio Vicente y Carlota López Esteban, y que supone atender al sueño de centenares de atletas de ambas localidades, federados o no. El sueño que ha venido persiguiendo Las Ardillas desde su fundación.    

Las Ardillas empezó a funcionar en 2005 con 20 niños, y ahora trabaja con casi 130 deportistas, entre la escuela municipal y las categorías federadas de sub-10 a sub-20 que están haciendo historia a nivel regional y nacional, entrenando en un parque, La Manguilla, y en el campo de fútbol. Es ahí, en Navaarmado, donde al acabar el entrenamiento todos quieren saber hasta el último detalle: Ignacio Pastor, vocal y responsable de la página web de Las Ardillas, enseña en su smartphone la ubicación de la pista, en la finca de El Tomillar, elegida por su ubicación estratégica entre los dos municipios, mientras Coti -Álvaro López Cotillo-, el director deportivo de la prolífica cantera de Las Ardillas, da por concluida la sesión de atletismo entre porterías de fútbol y despide uno a uno a sus jóvenes pupilos, con carantoñas y saludos que denotan su ascendencia sobre el joven grupo. 

Fernando Román, presidente del Club Las Ardillas hasta 2017 / Fotografías: Rafa Herrero

Coti es el principal responsable de la excepcional cuenta de resultados de Las Ardillas: nueve títulos de campeones de España, 18 podios nacionales y 138 podios regionales. Y eso que Luis Osuna ejerce de cortapisas en las que cuentas del entrenador, “porque Coti suele incluir también las carreras ganadas en individual en los Nacionales por Clubes de campo a través, pero siendo rigurosos, los títulos oficiales son con la selección de Madrid, que son los que constan en esa lista. De hecho, un atleta que gana el de Clubes no sube al podio. Pero sí: si contamos los que ganó por ejemplo Lucía, el palmarés es mucho mayor”.

Sin embargo, los podios y los títulos no bastan para explicar qué es Las Ardillas, el club que ha formado hasta la mayoría de edad a los hoy internacionales Lucía Rodríguez e Hicham Serroukh, o al campeón de España cadete, Ronaldo Olivo, que conquistó el bronce por equipos sub-16 en el Nacional de campo a través de Gijón de hace dos años; o también el club del que han salido atletas como Alejandro González de Miguel o Rodrigo Mendoza, y que incluso ha estado detrás de los primeros pasos como deportista de la mejor jugadora nacional de rugby y capitana de la selección española, Patricia García. 

Una pista para seguir creciendo

Al menos desde 2013, el atletismo de Madrid empezó a mirar hacia El Escorial con una mezcla de admiración y perplejidad. Fue el año en que Lucía Rodríguez consiguió en Ávila la medalla de bronce del Campeonato de España cadete de campo a través, iniciando una serie de éxitos que hoy, atendiendo a  criterios puramente objetivos, hacen de Las Ardillas el club más laureado del último lustro en la Comunidad de Madrid a nivel de base en la especialidad, y uno de los mejores a escala nacional, como acreditaron los cinco podios obtenidos en el reciente Cross de Itálica, una cosecha sólo superada por el Cueva de Nerja. 

Hicham Serroukh y Ronaldo Olivo, en la pasada San Silvestre de Galapagar

Uno de los nuevos directivos, José Antonio Molina, ve en la futura pista de atletismo no sólo un justo premio a todo ello, sino también la oportunidad de seguir creciendo: “Estamos muy ilusionados. El avance de Las Ardillas en los últimos años en número y calidad de atletas, en resultados en competiciones nacionales e internacionales, creemos que ha sido muy importante. No olvidemos que los chavales entrenan en un campo de fútbol, así que cuando empiecen a entrenar en una pista en condiciones, con distancias y tiempos más fiables, creemos que los resultados serán, esperemos, que mejores. Aún así, desde la directiva creemos que la finalidad de Las Ardillas siempre fue la de promocionar el atletismo, que los chavales de la comarca tengan una alternativa, algo a lo que engancharse, y que puedan practicar en condiciones un deporte tan bonito, tan ilusionante y tan duro como el atletismo. La pista nos va a dar esa posibilidad”.          

La satisfacción de Fernando Román

Las Ardillas se creó en 2005 con ese objetivo, que todavía prevalece por encima de los resultados. “Creo recordar que empezamos con 20 chicos, el mínimo exigido para constituirnos en club”, según rememora Fernando Román, entonces un atleta con inquietudes organizativas. “Le echamos mucho cariño y muchas horas de esfuerzo, aparcábamos nuestros trabajos y nos recorríamos los cross de los colegios, íbamos a San Lorenzo o a La Manguilla a convencer a los padres para que se vinieran con nosotros. Les decíamos: oye, que tu hijo ha hecho un buen resultado, que se venga. Y nos decían: es que mi hijo se dedica al fútbol. Y nosotros: ¡no hombre! Que se venga a probar a Las Ardillas… A todo el mundo le decíamos: ven a probar un mes, que no te va costar un duro, y si te gusta, te quedas. Y la verdad, creo que todos los que vinieron se quedaron. A partir de ese enorme trabajo, tuvimos suerte y se creó un efecto bola de nieve, a través de los entrenamientos de Álvaro -Coti-. Se empezó a escuchar más el nombre de Las Ardillas y, lógicamente, cuando vas a algún sitio buscando atletas ya te conocen y todo es mucho más fácil”.

Fernando Román no oculta su emoción cuando habla de la noticia de la llegada de la pista, al ser una de las personas que más lucharon por ella a todos los niveles, hasta el momento en que cedió la Presidencia a Emilio Plana, en 2017. “Conocí la noticia a través de Luis Osuna hará unos 15 días, y estoy muy satisfecho y feliz de que por fin, después de tantos años de dar la tabarra en el Ayuntamiento de El Escorial y en el de San Lorenzo, al final todas nuestras plegarias, por llamarlas de algún modo, hayan llegado a buen término”.

Román admite que, cuando dejó de ser presidente, “pensé que nunca iba a haber pista de atletismo”, y considera que el proyecto ha tardado en llegar por varios factores: “Sí. Es verdad que las administraciones han fallado algo, pero es cierto que tampoco había un sitio concreto destinado para la pista. Estuvimos viendo distintas ubicaciones con Antonio Vicente, el alcalde, empezando por un terreno en La Manguilla, que era súper pequeño; unos prados en la zona del Ensanche… Nunca encontramos una zona adecuada. Y aparte, tampoco había una voluntad  del Ayuntamiento tan fuerte como la que nosotros procurábamos transmitir desde el club. Ahora tenemos la satisfacción de que por fin se haya movido alguien, no sé muy bien quién, y que lo hayan sacado adelante”. 

Unión de los clubes

Fernando Román tiene claro que es de justicia que la pista de atletismo sea un proyecto de los dos municipios: “Hace unos años ya tuvimos unas reuniones con los concejales de El Escorial y San Lorenzo, con la Agrupación Deportiva San Lorenzo y con el club de las Concepcionistas. En esa mesa de diálogo que promovimos desde Las Ardillas propuse la creación de un club único, para buscar que los dos Ayuntamientos colaboraran en la construcción de la pista. Ese germen de unión ya se estuvo fraguando hace cinco años por iniciativa de Las Ardillas, pero en aquel momento las posiciones estaban distantes. Creo que sería muy importante que hubiera un único club”.

Luis Osuna, vicepresidente de Las Ardillas hasta 2017 / Fotografías: Rafa Herrero

José Antonio Molina ve “complicada” la unión de ambos clubes, “porque la AD San Lorenzo también ha creado categorías de menores y somos entes distintos con intereses distintos”. En contraposición, Luis Osuna sí ve un hilo de esperanza en la creación de la mancomunidad que va a gestionar el mantenimiento de la pista: “Eso va a ayudar, porque ahí irán las subvenciones, que a lo mejor saldrán de esa mancomunidad que se va a crear entre El Escorial y San Lorenzo, y la pista puede ser que una a los dos clubes. Creo que puede ser el punto de partida, porque los ayuntamientos, en el momento que vean que tienen que poner dinero, por una parte para un club y por otro para la pista, verán que ahorran más haciéndolo a través de la mancomunidad”. 

El flujo de atletas de San Lorenzo hacia Las Ardillas ha sido permanente todos estos años, con nombres como los de Lucía Rodríguez, que inició su carrera en la AD San Lorenzo, o los casos de Alejandro González de Miguel e Hicham Serroukh, cuya carrera en el Mundial de campo a través de Aarhus se tomó por un hito del atletismo sanlorentino y fue seguida por televisión en dependencias municipales del Real Sitio.

José Antonio Molina, uno de los nuevos directivos

El mundillo del atletismo serrano lleva años especulando sobre el potencial de los atletas caciques y gurriatos unidos en un solo club y entrenando en una misma sede, teniendo en cuenta la suma de los éxitos de la base de Las Ardillas con los obtenidos a nivel nacional por atletas como Guille Rojo, Josito o Beatriz Esteban, por citar sólo tres casos. Además, está la capacidad organizativa de los clubes: la AD San Lorenzo pone en marcha cada año la San Silvestre y la Media Maratón Gurriata, mientras que Las Ardillas organiza la Milla Urbana de El Escorial y ha traído hasta La Manguilla campeonatos de Madrid de campo a través, sobre todo de relevos. Hay quien ya se frota las manos ante la posibilidad de un Mitin de Atletismo a más de mil metros de altitud, con el Monte Abantos como telón de fondo. Un sueño común a todos los atletas escurialenses que ahora parece más real que nunca.         

Fernando Román: “Tiene que ser una instalación por y para el atletismo, no cualquier cosa, como tenemos alrededor”

Han sido tantos los años de espera, que ahora que se hace realidad el proyecto de la pista, Fernando Román pide que se aten todos los cabos, empezando por que “tiene que ser una instalación por y para el atletismo, no cualquier otra cosa como tenemos alrededor, que luego no sirve para nada”. Incluso va más allá: “Que sea un estadio de atletismo y, enlazado con eso, podría ser un centro importante de la Comunidad de Madrid de referencia a nivel atletas. Estamos a mil metros de altitud y muchos atletas de Madrid, o de otras zonas más bajas, podrían estar interesados en venir a entrenar. Se podría hacer una especie de CAR (Centro de Alto Rendimiento). Deberían de contemplar una instalación exclusiva de atletismo, orientada también a hacer cursos, simpósium, charlas… Creo que ése sería el siguiente paso, pero debe de estar ya programado para que se pueda hacer”. 

Plano de situación la futura pista de atletismo, en el Parque Central de El Tomillar

De momento, lo que se sabe del proyecto se ciñe a la exposición realizada en el Pleno de la Villa por el teniente de alcalde, Ignacio Parra: se trata de una actuación supramunicipal entre los ayuntamientos de El Escorial y San Lorenzo que estará financiada a través del Programa de Inversión Regional (PIR) de la Comunidad de Madrid, y que irá ubicada en el Parque Central de El Tomillar sobre una superficie de 205.000 metros cuadrados, dentro del término de El Escorial y colindante con San Lorenzo. Parra explicó que “a falta del proyecto final, se busca la construcción de una pista de atletismo de 400 metros homologada, que pueda albergar competiciones federadas locales, regionales, nacionales e internacionales, si fuera el caso”. 

Luis Osuna, testigo del desarrollo del pleno, completa esa información destacando que “los dos ayuntamientos van a crear una mancomunidad para el mantenimiento de la pista, pero lo que es la construcción va a estar íntegramente financiada por la Comunidad. Con la pista, van incluidos unos vestuarios, y parece que se va a poder acceder desde los dos municipios. Y luego, lo que más me ha sorprendido es que todo va a ser bastante inmediato: no se va a necesitar licitación, puesto que se va a adjudicar a Tragsa, que es una empresa pública, con lo que se van a ahorrar mucho trámite administrativo en cuanto a plazos, concursos… Todo eso se va a ver limitado por un tema económico, porque hay que agotar la anualidad de 2020, que es lo que tiene el PIR. A lo largo del presente año ya vamos a ver movimiento con la obra”

Álvaro ‘Coti’: “La magia es que todos entrenan juntos, el ambiente es perfecto”

Coti es el responsable mayor de todo este lío. Ha estado desde el inicio, su carisma con los chicos es especial, aparte de su calidad como entrenador, que es indudable”. Fernando Román se refiere así al entrenador del milagro de Las Ardillas, Álvaro López Cotillo Coti, un licenciado en INEF que en su día dejó el fútbol para entregarse al atletismo, algo que vive con pasión. Ya de entrada, el entrenador se quita méritos, advirtiendo que “hay que dejar claro que el verdadero mérito es de toda la gente que está aquí o ha estado antes, porque echan horas y horas por amor al arte: Sonia preparando viajes y equipaciones, Jose con el marketing, Luis funcionando como un ordenador portátil con los datos, Fernando que nos hacía hasta la cama… Yo aquí soy el único que tengo un sueldo, es mi trabajo. Pero ellos son los que se manchan las manos, los que montan las carpas, los que pasan más frío…”.

Álvaro López Cotillo «Coti», en el campo de fútbol de Navaarmado, en El Escorial, lugar habitual de los entrenamientos de Las Ardillas / Fotografía: Rafa Herrero

Coti reparte así juego entre quienes se refieren a él como un gran motivador, con un tacto especial para tener encendidos a sus jóvenes pupilos, o para reclutar para la causa a quienes aún no lo son, aunque fracasara en el intento con el hoy ciclista profesional, Carlos Verona, “porque le gustaba mucho más la bici”. Al hilo de ello, muestra una extraordinaria cultura deportiva local, contando detalles de las carreras de jugadores de fútbol sala escurialenses, como Joserra o Fabián; de futbolistas como el gurriato Carlos Contreras; o las hazañas en el rugby de Patricia García, “Rodríguez”, añade él, “porque, si no, se nos enfada su madre, doña Isabel”.

Coti bromea al recordar cómo la capitana de la selección española “fue tercera de Madrid, creo que con 3,57 en longitud, una mierda de salto, vamos. Pero vivía el atletismo, tenía auténtica pasión, pese a que no tenía unas condiciones excesivamente buenas. Eso sí, era tremendamente rápida. Luego se vino conmigo a jugar al fútbol al CD El Escorial, pero el equipo duró tres años y ya fue cuando se fue a jugar al rugby con Irene Schiavon, que fue el despegue total. Se dice pronto que haya sido reconocida entre las siete mejores jugadoras del mundo”, concluye con admiración. 

La magia de Las Ardillas

Poco o nada resulta baladí en todo ese almacén de datos de Coti. Él cree esencial conocer a fondo a los deportistas, como punto de partida para su trabajo. “Hace unos años, Fernando Román dijo que la magia de este equipo está en que todos entrenan juntos, en que entrena una niña de 10 años con uno de 20, y en que todos se llevan de maravilla. Pueden llegar a ser como mínimo cinco entrenamientos diferentes, o incluso llegar un día a los once. Entonces, es clave conocerlos bien para organizarlo, el saber que a uno le puedes exigir más, a otro menos… Saber cómo vienen anímicamente, saber que a uno le puedes echar la bronca después de una competición y que con otro tienes que utilizar otros canales. Creo que somos el único equipo de España en el que entrenan todos a la vez, de benjamines a sub-23”.

Coti cuenta con orgullo que gracias a ello “ves a Hicham Serroukh, un tío que ha estado en un Mundial y en un Europeo, animando a Candela, o a niños sub-10, como si fueran sus hermanos. Todos se conocen los nombres de todos, saben si le pasa algo a uno… Eso no ocurre en otros equipos, donde no se conocen ni entre compañeros. El ambiente es perfecto”. Termina admitiendo que esos vínculos tan fuertes, prácticamente familiares, fueron decisivos para no abandonar a Las Ardillas: “Hace un par de años tuve alguna oferta de otros sitios, y hablé con Emilio, el presidente, para decirle que no podía decir que no. Al final, dije: ¿y dónde coño voy a estar mejor que aquí? Sólo pensar que no iba a ver más a todos mis chicos… El dinero no lo es todo”. 

Expedición del club en el pasado Cross Internacional de Itálica / Twitter Las Ardillas

Todos son iguales

La conexión de Coti con sus chicos es tal que el entrenador asegura que “a veces ejerzo de padre”. “Les coges mucho cariño. Algunos chavales no son sólo tus atletas, son tus amigos. Haces de padre con todos, aconsejas a los cuatro o cinco que tienen sus historias. Y me hacen caso, como me hacen caso con las tácticas de carrera”. El entrenador de Las Ardillas aparta las jerarquías de sus equipos: “Para mí todos son igual de buenos, da igual la que queda campeona de Madrid que la que queda 19ª. Da igual Candela que Ronaldo, o que Julia. Para mí todos tienen el mismo mérito. No voy a recibirles a la meta, suelo quedarme en zonas intermedias para poder manejar mejor la carrera. Pero sí voy a recibirlos si uno que espera quedar primero o segundo, queda el octavo. ¿Qué pasa? Que si queda primero, ya van todos los papis a recibirlos. Pero si pincha, hay que estar ahí”.

Ronaldo Olivo, “el mayor talento”

Dentro de esa filosofía democrática de Las Ardillas caben los nombres propios, inevitables a tenor del brillante palmarés acumulado desde la irrupción de Lucía Rodríguez, con su primer podio nacional en 2013. Desde la salida de la sanlorentina rumbo al Playas de Castellón han ido cogiendo el testigo atletas como Hicham Serroukh o Ronaldo Olivo, al que Coti considera un diamante: “Yo le llamo Félix. Se llama Félix Ronaldo, y yo le llamo Félix, por mi abuelo, así le trato con más cariño. Sinceramente: ha habido gente muy buena en Las Ardillas, pero creo que es el mayor talento natural de la historia del club. Es arriesgarme mucho en la previsión, pero creo que puede superar a sus antecesores. Es un talento descomunal, maneja cualquier distancia”.

El técnico cree que no hay nada que temer en su evolución, pese a que Ronaldo Olivo tiene sólo 15 años: “Tiene la cabeza muy bien puesta, es un competidor nato”. El actual campeón de España cadete de campo a través se ha erigido en el estandarte de Las Ardillas en cuanto a proyección nacional, después de sus victorias de esta temporada en los Cross de Atapuerca y Alcobendas, y tras la anunciada marcha al Playas de Castellón de Hicham Serroukh, si bien Coti explica que “Hicham sigue entrenando con nosotros y es una verdadera maravilla tenerle, porque clava los ritmos y nos es de gran ayuda en los entrenamientos. Es un lujo”. 

Más allá de ellos, el entrenador aprovecha la reciente clasificación para el Campeonato de España de Soria de los cuatro equipos de cadetes y juveniles para poner en valor el potencial de lo que viene detrás, con un equipo infantil femenino muy fuerte, y nombres propios como Julia Maroto, Candela Molina o Candela Blázquez. Según Coti, “las chicas cadetes tienen este año serias opciones de subir al podio en el Campeonato de España, como hicieron los chicos en Gijón”, algo que se podrá comprobar el 23 de febrero en Soria, donde Las Ardillas volverá a ser uno de los clubes con más representación en un Campeonato de España.

La bandera de Lucía Rodríguez     

Álvaro Coti habla con orgullo de los atletas que han venido dando brillo al club, recordando que “los últimos campeones de Madrid juveniles de campo a través han sido de Las Ardillas: Alejandro González de Miguel se fue como campeón, ganando a Mohamed Jelloul, es alucinante. De hecho, en los últimos diez años los campeones juveniles han sido nuestros: Alejandro, Hicham, Anas, Rocky Mendoza y Ronaldo”.

Por supuesto, el entrenador cita a Lucía Rodríguez, la bandera de Las Ardillas hasta su marcha en 2015: “Todo lo bueno que le pase se queda corto: es una niña encantadora con mayúsculas. El otro día, en Itálica, por contar la última, la lleva la organización en su cochecito, y viene a saludar a todas las niñas de Las Ardillas, siempre está pendiente. Y tras acabar la carrera, cuando está agotada de hacer nueve kilómetros, se cruza todo el circuito para venir a vernos. En todo lo que diga de ella me voy a quedar corto”.

Lucía Rodríguez, en su etapa con el Club Las Ardillas

Lucía Rodríguez, hasta su marcha para dar el salto a la categoría júnior con el Playas de Castellón, dio diez podios nacionales a Las Ardillas, pero además dejó una huella imborrable en lo personal, por eso su marcha dejó un gran vacío. Fernando Román admite que “al principio se nos hizo duro, estuve con ella desde que era niña. Pero luego te das cuenta de que es por su bien, de que aquí no podía llegar a más”. Lucía siempre ha alabado las dotes de Coti como entrenador y motivador, antes de poner su carrera en manos de Luis Miguel Martín Berlanas y de Juan del Campo.

Ambos pudieron hablar en Itálica, en una conversación de la que Coti deduce que a la sanlorentina le ha venido bien haberse puesto en manos de Arturo Martín, su nuevo preparador desde diciembre. “Es un tema de motivación. Corrió la San Silvestre de Vallecas y bajó su tiempo en 1:40 minutos; por tema de entrenamiento no podía ser, porque llevaba sólo 15 días con Arturo. Ella me lo dijo: me faltaba motivación. Dice que Arturo le ha sabido motivar. Creo que Lucía va a ser la siguiente olímpica de Las Ardillas, tras Patricia García”.

Jaime Fresno

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