Directores de institutos advierten de los problemas de cara al inicio del próximo curso: «No se están adoptando las medidas necesarias»

A poco más de un mes del inicio del curso escolar, los directores de institutos de las distintas direcciones de área territorial (entre ellas la DAT Madrid Oeste, a la que pertenecen la gran mayoría de centros de nuestra comarca) han hecho público un comunicado en el que aseguran ver «con gran preocupación» que «no se están adoptando las medidas necesarias y asistimos, perplejos, a una nueva reducción de los recursos humanos en los centros».

El primero de los problemas al que hacen referencia es de las ratios de alumnos por aula, que están «al límite de la la legalidad». «La situación vivida, y la que se prevé, recomienda respetar al máximo la distancia social entre los alumnos. Sin embargo, no solo vemos que las ratios no bajan y no se incrementan unidades en Secundaria, sino que muchas de estas unidades se están llevando al límite legal de 30+10% en todos los grupos de un mismo nivel», explican desde ADIMAD (Asociación de Directores de Institutos de Educación Secundaria de la Comunidad de Madrid).

En cuanto al profesorado, «el cupo ordinario para Secundaria y FP no ha aumentado, a la vista de las especiales circunstancias, respecto al curso anterior». «Con los datos actuales, no se podrán cumplir las instrucciones de inicio de curso en aspectos tan importantes como grupos flexibles o desdobles en Lengua Castellana y Matemáticas de 1º y 2º de ESO, la atención a grupos mixtos bilingües cuyo número obliga a un desdoblamiento de materias de Sección o de Programa, el respeto a la optatividad en la oferta educativa de los centros, a los horarios de refuerzo para cubrir los déficit formativos producidos por la pandemia, etc», aseguran.

Drástica reducción

Peor aún es la situación en cuanto a la atención a la diversidad, ya que el número de docentes «se ha visto reducido drásticamente», a pesar de que su labor resulta «imprescindible para atender al alumnado más vulnerable». En este sentido, señalan que esta situación afecta tanto a compensación como a pedagogía terapéutica o audición y lenguaje). «Con el cupo transmitido estos días, ese trabajo caerá en el olvido y, lo que es peor, volveremos a abandonar a los alumnos que más nos necesitan», añaden.

Por otra parte, desde esta asociación inciden en la importancia de reforzar el personal de conserjería y limpieza, aumentando los auxiliares de control. «El profesorado no puede ser siempre el comodín para todo», subrayan. De igual modo, hacen referencia a la necesidad de contar con más personal sanitario que pueda atender las necesidades de los alumnos, especialmente en un contexto como el actual, marcado por la emergencia por Covid-19.

Vista del IES Carmen Martín Gaite, en Moralzarzal

Además, ADIMAD reclama que se envíe a los centros cuanto antes «un listado con los materiales informáticos que vamos a recibir para abordar la brecha digital de profesores y alumnado», además de reclamar que se comunique oficialmente si va a haber una partida extraordinaria para abordar los gastos derivados de las medidas de higiene. «El material suministrado hasta el momento, apenas unos litros de gel y unas cuantas mascarillas, es claramente insuficiente», indican.

También piden que se garantice «la sustitución inmediata, incluso en el mismo día, de los profesores y miembros del personal que tengan síntomas de Covid-19«. «Si ya nos las veíamos y nos las deseábamos con los profesores de guardia para atender a los alumnos en los días malos, este año puede ser muy complicado siquiera cubrir esas guardias. Y si se ponen enfermos los miembros del personal de limpieza o los auxiliares de control, entendemos que estaremos abocados al cierre del centro», afirman en un comunicado.

En cuanto al uso de las plataformas digitales, reclaman que «se respete el trabajo del profesorado». «Como señalábamos el curso pasado, el uso bastante generalizado de Google Suite no es por gusto, sino porque, según los usuarios, es más fiable y útil que EducaMadrid o Teams, y además, reduce la brecha digital porque trabajar con EducaMadrid sin un ordenador es casi imposible, mientras que con Google cualquier alumno/a o familia con cualquier dispositivo de gama baja puede seguir las clases con total facilidad gracias a que para todo hay Apps muy sencillas en Android e IOS». Además, consideran «inaceptable» que los centros concertados tengan «autonomía para utilizar las plataformas que consideren más adecuadas», mientras que los centros de titularidad pública se encuentran con «todo tipo de dificultades legales».

Aglomeraciones

«Ante el preocupante aumento de brotes en toda España, no alcanzamos a comprender que los líderes europeos necesiten una sala de 800 metros cuadrados para reunirse con seguridad, pero el alumnado de la Comunidad de Madrid pueda estar, junto con sus profesores, en pasillos y clases hasta la bandera con importantes aglomeraciones: pasillos estrechos de 70 metros de largo con flujos de 200 alumnos, vestíbulos de pocos más de 100 metros cuadrados con aglomeraciones de más de 600 personas, con mascarillas durante 6 horas, con hasta 35 alumnos en aulas de 35 o 40 metros cuadrados como mucho, sin distancia de seguridad interpersonal, con apenas 1 metro cuadrado para cada uno, y además en pleno mes de septiembre», afirman, recordando que el Real Decreto Ley que regula la llamada «nueva normalidad» establece que en los centros educativos se deberá garantizar una distancia de seguridad de, al menos, 1,5 metros.

«Pretender que las condiciones fijadas por la Comunidad de Madrid para el inicio del curso pueden garantizar la salud y prevenir los riesgos de contagio de nuestros alumnos, sus familias, el profesorado y el personal no docente es, cuando menos, un insulto a la inteligencia de los ciudadanos y convertir a los centros en focos de contagio y propagación del virus», añaden.

De persistir esta situación, explican desde ADIMAD, «aconsejaremos a todos los directores y directoras que cursen una declaración a sus respectivas Direcciones de Área Territorial, manifestando a los oportunos efectos legales que la dirección de este centro carece en la actualidad de los medios, recursos e instrumentos suficientes para asegurar las previsiones contenidas en las medidas decretadas por el Ministerio de Sanidad”.

«Llevamos cuatro meses trabajando, junto a nuestros equipos directivos, todos los días, entre semana y sábados y domingos, a veces por encima de las 12 horas diarias y sacrificando el tiempo de atención a la familia con un objetivo común: atender a todo nuestro alumnado. Por ello, a pesar del agotamiento y la presión, lo hemos aguantado y comprendido porque se trataba de una situación excepcional (de alarma). Pero nos preocupa mucho que la «nueva normalidad» sea para nosotros seguir así otro año más con estos horarios y en las mismas condiciones», continúa este comunicado. «Aunque en la Consejería tenemos jefes, no trabajamos para ellos, ni para atender sus ocurrencias efímeras y variadas. Trabajamos para los ciudadanos: somos servidores públicos, no siervos. Y por ello no podemos silenciarnos, puesto que en estas cosas, el que calla otorga», concluyen.

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