Combatir las subidas de precios en el supermercado

La escalada inflacionista de los últimos meses ha hecho que el precio de la cesta de la compra haya aumentado, especialmente en algunos productos, convirtiéndose en un quebradero de cabeza para muchas familias, pero hay ciertos trucos para intentar ahorrar, como apostar por las marcas blanca, utilizar cupones descuento supermercado, buscar los establecimientos más económicos o ceñirse a un listado muy detallado de lo que necesitas en cada momento.

La lista de la compra

La primera medida, y puede que la más lógica, es ir al supermercado y ceñirse a una lista de lo que verdaderamente necesitamos, evitando volver a casa con productos que no estaban anotados. Se trata de no comprar con la vista, resistirse a los caprichos y no dejarse llevar de forma compulsiva por ofertas que quizá no lo sean tanto. Tampoco es mala idea elaborar una lista de lo que se necesita a corto, medio y largo plazo.

Ir a comprar sin hambre

Se ha dicho muchas veces, pero nunca está de más repetirlo: al supermercado hay que ir comido. Tener hambre cuando estamos comprando puede influir en nuestras decisiones, haciendo que sea el estómago el que decida. Otra regla clásica, principalmente cuando hablamos de frutas y verduras, es comprar productos de temporada. No solo tienden a tener un mejor precio, sino que cuidarás tu alimentación.

Revisar el catálogo

En la medida de lo posible, una buena idea es revisar previamente el catálogo de la tienda, estudiando posibles ofertas puntuales que pueda lanzar el supermercado. Si éstas encajan en tus necesidades, adelante. En muchas ocasiones es difícil hacerse con catáloigos en papel, pero la gran mayoría de establecimientos cuantan con plataformas online en donde encontrar las promociones.

Marcas blancas

Apostar por las marcas blancas puede ayudarnos a ahorrar de forma considerable, con un ahorro que oscila entre el 15 y el 30 por ciento respecto a productos de marcas premium. En muchos casos no hay una diferencia significativa en cuanto a la calidad del producto. En cualquier caso, lo mejor es que lo compruebes tú mismo y decidas.

Tarjetas de fidelización

Es bueno comparar entre supermercados, especialmente en aquellos productos cuyo precio puede fluctuar más o en los que se aplican promociones agresivas, pero la fidelidad también es un valor que puede ayudarnos a ahorrar. Así ocurre con las tarjetas de fidelización que ofrecen muchos supermercados y que nos permiten obtener acumular saldo, obtener descuentos directos o acceder a ofertas especiales. También podemos utilizar cupones de descuento y estar pendientes de productos frescos rebajados, en ocasiones hasta el 30 o 40 por ciento, por estar próximos a su fecha de caducidad. No es lo mejor para hacer la compra semanal o del mes, pero sí para preparar la comida o la cena de ese mismo día al tiempo que ahorramos.

Compara el precio por kilo

Dentro de estos consejos para intentar ahorrar, otro es el de comparar el precio por kilo o litro, ya que en ocasiones nos podemos encontrar con que un producto similar a otro es más barato, pero en realidad sale más caro porque el envase es más pequeño. Así ocurre por ejemplo con un paquete de fideos que está a 1,20 euros y otro a 1,35, pero el primero es de 800 gramos y el segundo de 1 kilo. En realidad, el kilo del primero sale a 1,50 euros, por lo que el segundo sería una mejor compra.

Las compras, mejor solo

Y por último, y aunque hacer la compra en familia puede ser más entretenido que hacerlo solo, también supone un riesgo: cuando compras en grupo las opciones se multiplican, los caprichos son más numerosos y, en general, es más difícil controlar el gasto.

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