Vecinos de Collado Villalba denuncian el «infierno» que viven a diario por la ‘okupación’ de un edificio en la calle Trinidad

Peleas, fiestas hasta altas horas de la madrugada y acumulación de basura se han convertido en el día a día de los vecinos de un bloque de viviendas situado en el número 19 la calle Trinidad de Collado Villalba, propiedad de la Sareb, la entidad pública creada en 2012 para comprar a los bancos sus activos con problemas ligados al sector inmobiliario. Una situación que se arrastra desde hace años, pero que en los últimos tiempos se ha hecho «insostenible».

«Hará cuestión de siete u ocho años en la calle Trinidad número 19 (paralela a Honorio Lozano y la Plaza de los Belgas) se construyó un edificio de viviendas que, como resultado de la crisis económica del país, no llegó a poder vender ninguno de sus pisos antes de que quebrará la constructora. Poco tiempo después, este edificio ha ido ocupándose ilegalmente por diferentes gentes que nos han ido perturbando la convivencia vecinal en mayor o menor medida», explican los afectados.

Vista del bloque okupado en la calle Trinidad de Collado Villalba

En un escrito remitido por los vecinos señalan que el bloque «ha llegado a ocuparse con bandas latinas«, con «plantaciones de marihuana, peleas, fiestas a diario hasta altas horas de la madrugada, acumulación de basura y chatarra…. A duras penas hemos ido consiguiendo lidiar con estas adversidades, siempre con la esperanza de que más pronto que tarde se resolviera la situación. Pero a día de hoy el problema se ha vuelto insostenible».

El ruido de los grupos electrógenos

«La gente que actualmente ocupa este edificio, no lo podemos llamar viviendas porque no reúnen las condiciones para ser llamadas así, se nutre de electricidad a base de unos grupos electrógenos que tienen instalados en sus patios exteriores», indican. Estos grupos generan un ruido muy elevado de forma continuada durante todas las hora del día, lo que, unido a las emisiones de monóxido de carbono que emanan, un gas tóxico que incluso puede llegar a ser mortal, hacen que el día a día en nuestros hogares sea un verdadero infierno«.

Vecinos en tratamiento psicológico

«Tener que soportar este ruido y estas vibraciones en el lugar donde deberíamos encontrar descanso nos está generando unos niveles de estrés y ansiedad realmente alarmantes, de hecho ya hay vecinos en tratamiento psicológico por este motivo. Hemos intentando arreglar la situación dialogando directamente con estas personas, pero lo único que hemos recibido por su parte han sido amenazas e insultos. Es más, en tiempos recientes han llegado a dispararnos perdigones con una escopeta a nuestras viviendas, incluso provocando que la mascota de una vecina perdiera el ojo por un disparo», relatan.

Los afectados han denunciado esta situación en reiteradas ocasiones ante Policía Local y Guardia Civil, «que alegan no poder actuar sin orden judicial», hasta que no se dicte una orden de desahucio. Igualmente, se han interpuesto varias denuncias y se han presentado «incontables escritos en el Ayuntamiento, de los cuales no hemos recibido una mísera respuesta». «Conseguimos llegar hasta hablar personalmente con la alcaldesa, Mariola Vargas, pero por lo observado nos han vuelto a hacer caso omiso«, añadían, confiando en que por fin se busque una solución a este problema y puedan recuperar la tranquilidad en sus viviendas.

 

 

 

 

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