Un centenar de personas en la manifestación a favor de la ocupación de viviendas en la calle Real de Collado Villalba
Tras pancartas como «Gente sin casas, casas sin gente», «El SAREB es nuestro», «No queremos sobrevivir queremos vivir en paz» o «Luz para la Cañada», más de un centenar de personas se manifestó en la mañana de este sábado en Collado Villalba para reclamar el derecho a una vivienda digna. Este acto, convocado por la Asamblea de Vivienda de Villalba y aprobado por la Delegación de Gobierno, se produce semanas después de que se ocupasen dos bloques de viviendas en la calle Real del municipio, hecho que ha derivado tanto en apoyos, como el mostrado por el grupo municipal Unidas por Collado Villalba, comorechazos, como ha puesto de manifiesto el primer teniente de alcalde del municipio, Bernardo Arroyo.
La manifestación, que ha partido de la plaza de la Estación, ha recorrido varias calles del municipio como la propia calle Real y Morales Antuñano hasta la plaza Príncipe de España, donde se encuentra el Edificio Polifuncional que alberga el área de Servicios Sociales del Ayuntamiento, donde los participantes han leído un manifiesto y algunas personas han compartido su experiencia personal sobre las dificultades de acceso a la vivienda.
Entre gritos de “un desalojo, otra ocupación” o “no tener casa mata”, los manifestantes han recordado que el lunes 18 de enero, a las 12 horas, está previsto un desalojo en la calle Inmaculada, 2 de Collado Villalba, que afectaría Cristina y sus dos hijos, que viven en un inmueble propiedad de Bankia.
«Porque el derecho a la vivienda es papel mojado en un país con millones de casas vacías en el que sigue muriendo gente en la calle«, han dicho desde la Asamblea de Vivienda de Villalba a través de las redes sociales. «Porque pese al rescate bancario vía SAREB sigue sin abrirse un parque público de vivienda en alquiler social con las casas que hemos pagado y se dejan al abandono o se malvenden a Fondos Buitre. Porque la poca vivienda pública que tiene la Comunidad de Madrid ha sido vendida a SOCIMIS que no pagan impuestos, dejándose en la calle a las familias que las moraban».
Además, este colectivo también critica al Ayuntamiento de la localidad «porque mantiene cerradas y deteriorándose viviendas que podrían cumplir su función social y niega sistemáticamente los informes de vulnerabilidad necesarios para paralizar desahucios».
«Menos especulación y rentismo y más control de precios y penalización de vivienda vacía», concluyeron.
Además, durante el recorrido se ha recordado la situación en la que se encuentran las familias de Cañada Real, en Madrid, donde hay unas 4.000 personas -entre ellas casi 2.000 menores- sin suministro energético desde hace más de cien días en plena ola de frío.
