El embarazo puede beneficiar a las mujeres con endometriosis, pese a que conseguirlo en ellas puede ser algo más complicado

La endometriosis afecta a entre al 5 y el 20 por ciento de las mujeres en edad fértil y consiste en la acumulación de células del endometrio fuera de éste que provoca, fundamentalmente, fuertes dolores. “Muchas veces tenemos casos en localizaciones tan diversas como, por ejemplo, la pleura, e incluso se ha detectado alguno a nivel cerebral”, aseguró la Dra. Mercedes Andeyro, jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario General de Villalba, integrado en la red pública madrileña, durante su reciente participación en el webinar “Conociendo la endometriosis”. “Esto ocurre -añadió-porque las células viajan por el torrente sanguíneo y se adhieren a cualquier zona, produciendo una reacción en el organismo en forma de fibrosis e inflamación, lo que se traduce en dolores intensos durante la menstruación”.

Aunque los expertos no sepan con certeza las causas de esta enfermedad, sí han observado que aparece más en mujeres que han tenido la primera menstruación muy jóvenes, aquellas de complexión delgada o en las que la menopausia llegó de forma muy tardía. “Pensamos que todo está relacionado con una alteración genética de la inmunidad que hace que esas células del endometrio tengan la capacidad de implantarse fuera de su sitio”, sugiere la Dra. Andeyro.

En cuanto al diagnóstico, el hecho de que pueda retrasarse hasta siete u ocho años deriva de la dificultad para detectarla, dado que, “a menudo, las lesiones no son fáciles de ver”, asegura la ginecóloga. Por ello, los expertos recomiendan la realización de un estudio ginecológico completo cuando se produce un fuerte dolor menstrual, de tal forma que pueda favorecerse un diagnóstico precoz. “Y es que -continúa-, frecuentemente, las mujeres que conocen la endometriosis son solo las que la tienen diagnosticada; para el resto suele pasar desapercibida como un dolor menstrual fuerte”.

En este sentido, la especialista apunta a los dolores menstruales como primer signo de alerta y síntoma más común de esta patología. “Habitualmente hay reglas dolorosas que responden bien a un tratamiento antiinflamatorio, pero en otros casos son especialmente dolorosas e incapacitan mucho a la mujer, impidiéndole realizar la actividad habitual”, explica. Otro de sus síntomas frecuentes son los problemas de fertilidad, que no llegan a implicar imposibilidad para un embarazo. “No es una contraindicación quedarse embarazada en pacientes que tienen endometriosis, sino todo lo contrario; lo que sí es cierto es que puede costar un poco más”, explica la Dra. Andeyro.

Hormonas para “dormir” la enfermedad

“La buena noticia en esta patología es que hay muchos tratamientos que podemos ofrecer a la paciente, en función de sus necesidades; y el hecho de que sea crónica -hasta la menopausia- hace que sea importante tratarla para mejorar la calidad de vida de la mujer”, recuerda la jefa del Servicio de Ginecología y Obstetricia del hospital villalbino.

En ese sentido, para “dejar dormida a la enfermedad”, lo más habitual es la combinación de antiinflamatorios y tratamientos hormonales. En los casos más severos sí se contempla la cirugía, aunque no es algo común por poder derivar en varias intervenciones, con sus respectivos efectos secundarios, concluye la especialista.

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