El Tribunal de Cuentas investiga la concesión del túnel de Honorio Lozano-Batalla de Bailén de Collado Villalba
El Tribunal de Cuentas, a raíz de una auditoría pública, ha abierto diligencias preliminares para investigar irregularidades detectadas en la gestión y control de 15 concesiones de servicios públicos, entre ellas la del túnel y aparcamiento subterráneo que se encuentra entre las calles Bailén y Honorio Lozano, en el centro de Collado Villalba, según publica El País.
La infraestructura le costó al municipio 40 millones de euros (el doble de lo presupuestado), a los que hay que añadir 1,3 millones de euros anuales hasta que finalice la concesión en 2046. El importe final del servicio alcanzará los 111 millones, según un informe del secretario municipal.
Deuda pendiente
Según este diario, los técnicos comprobaron que el Ayuntamiento debía en ese momento 2,8 millones de euros a la empresa concesionaria, motivo por el cual ambas partes mantenían un litigio abierto. De hecho, el Consistorio ha devuelto la factura correspondiente a 2016, porque no está de acuerdo con que la empresa les facture el IVA.
Hasta 2046, Collado Villalba debe abonar un canon que empezó en 1,3 millones, pero que se incrementa en un 2,5 por ciento los años posteriores.
Sin información completa
Con carácter general, el informe de la Cámara de Cuentas revela falta de inspección por parte de los municipios auditados. La mayoría “no facilita información económica periódica completa de la explotación”, aseguran. Incluso en los supuestos que involucran importantes inversiones, como es el caso de las concesiones de obras. “El control efectivo está muy por debajo de las previsiones contenidas en los pliegos (de las licitaciones)”, concretan a El País.
Tampoco consta “en la mayor parte de las concesiones” que se hayan emitido informes escritos por parte de los técnicos o funcionarios municipales. Y cuando existen, dan cuenta de “notables deficiencias por parte del concesionario”, puntualiza el informe. Entre ellas, la interrupción en la prestación del servicio, retrasos en las obras, deficiencia en el mantenimiento de las instalaciones, ausencia de pago del canon o facturas irregulares. Adicionalmente, en muchos de los casos, los pueblos “no han facilitado la información concluyente acerca de las deudas de las empresas con los Ayuntamientos”.
El Ministerio Fiscal se hizo eco de las “diversas irregularidades” detectadas en dicho documento y, como consecuencia, la sala de Enjuiciamiento del Tribunal de Cuentas abrió las diligencias preliminares que ahora están en marcha. El organismo se encarga de fiscalizar el sector público de enjuiciar la responsabilidad contable.
En diciembre pasado el Ayuntamiento de Collado Villalba recibió un escrito de este tribunal para convertir lo que es una sola pieza en 15 causas independientes dado “el número de corporaciones afectadas y la heterogeneidad de los hechos”.
Una obra polémica
La construcción de un túnel (343 metros de longitud) y aparcamiento de 771 plazas en el centro de Collado Villalba estuvo rodeada de problemas desde antes de su inauguración. El proyecto fue adjudicado en el Pleno de 21 de marzo de 2006 con los votos a favor del PSOE (que gobernó el municipio de 1999 a 2011), y las reticencias de la oposición, que votó en contra.
El coste les parecía excesivo e incluso propusieron una consulta popular que no salió adelante. Ganó la licitación la Unión Temporal de Empresas (UTE) Ortiz-Cover, que preveía el pago de las obras y de un canon anual hasta dentro de 29 años de 1,3 millones inicial, que se incrementa un 2,5 por ciento anual.
Los retrasos empezaron a lastrar la obra, que tenía que estar finalizada en 12 meses. La construcción se alargó debido a que aparecieron grietas en edificios colindantes y se produjeron dos modificaciones de contrato que duplicaron el importe inicial previsto. Finalmente, el túnel y el estacionamiento se inauguraron a principios de 2010.
El aparcamiento nunca ha conseguido despegar, por lo que el Ayuntamiento decidió en 2013 asumir el coste para que los ciudadanos aparcaran gratis. La planta segunda del parking permanecía cerrada a cal y canto por la falta de clientes en esas fechas. El acuerdo con la concesionaria llegó a su término en 2015 y no se ha renovado. La empresa adjudicataria gestiona además otro estacionamiento de 300 plazas que ya existía.