Puerta grande para un entregado Álvaro Seseña en el Desafío de Encastes de Valdemorillo

Valdemorillo lanzó reto importante “para recuperar el protagonismo de la gente en la calle, de los festejos populares”, tal como anunciara su alcalde, Santiago Villena, antes de dar paso al que, respondiendo al compromiso, ha resultado un intenso fin de semana. Organizados en el marco de las Fiestas de la Natividad de la Virgen, los dos encierros nocturnos eran la gran novedad en programa, un primer ‘desafío’, una apuesta que surge “con intención de permanecer en el tiempo”, con mucho público de todas las edades pegado a las talanqueras y buen número de corredores, rubricando con ello el carácter taurino de este pueblo, que vio cómo los tendidos cuajaron entrada para vibrar con las suelta de reses, con esos toros de capea ante los que no faltaron quiebros y hasta algún muletazo.

Ya en la tarde del domingo llegaría el otro desafío, el ganadero, saliendo de toriles los novillos de los dos encastes elegidos para la novillada picada que reunió terna de jóvenes promesas buscando dar su golpe de efecto ante los de Flor de Jara y Manuel Quintas. Los hierros enfrentados en el centro del redondel, y la zona de picar bien delimitada, para dignificar la suerte de varas, otra de las metas fijadas por el Consistorio que preside Villena. La Candelaria buscó lucir este 8 de septiembre. Y bajo la implicación directa del concejal Miguel Partida, todo estuvo a punto en este coso, del que salió triunfador Álvaro Seseña tras desorejar a su primero, ante el que se acopló y lució con sus largas cambiadas, entregado, encandilando a la grada con una faena de calado, firme y bien resuelta tras sufrir un aparatoso revolcón.

Los compañeros de paseíllo podrían haber seguido estela viendo Puerta Grande, pero las espadas no acompañaron a los coletas. Francisco de Manuel tocó pelo, paseando el apéndice ganado al novillo que abrió plaza, toreando con gusto, limpio y vertical. Borja Ximelis fue el único que quedó sin premio en esta novillada, si bien cosechó ovación, en banderillas y con pases que dejaron ver el toreo que lleva dentro.

En cuanto a las ganaderías, quedaron parejas, siendo aplaudidos varios de sus herrados en el arrastre. Balance positivo, en suma, de una novillada presidida por el propio alcalde, clara muestra del empeño de este Ayuntamiento “por defender y promocionar la tauromaquia. Entendemos que cuando hablamos de esta fiesta, de nuestra Fiesta, lo hacemos de cultura con letras mayúsculas, como un manifestación artística al más alto nivel”, y en esta línea, como afirma Santiago Villena, “vamos a continuar trabajando, situando a Valdemorillo en el lugar destacado que le corresponde”.

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