El 63 por ciento de la superficie del término municipal de Moralzarzal tiene riesgo alto de gas radón

«Lo malo del gas radón es que siempre está ahí, en la naturaleza, lo bueno es que se mide fácil y se mitiga fácil», ha tranquilizado Ángel Sánchez, director del área de Medio Ambiente de Geomnia Natural Resources, empresa responsable del estudio, surgido a raiz de la participación ciudadana, sobre la incidencia de este gas radioactivo en las viviendas de Moralzarzal. Para ello, se han repartido durante tres meses 135 medidores entre los vecinos que voluntariamente se apuntaron a la iniciativa (con viviendas de diferente tipología para tener un buen muestreo) así como en edificios municipales para captar la cantidad de bequerelios por metro cúbico que había en los inmuebles. Con ello se ha obtenido un mapa que apunta el potencial riesgo que tiene una edificación, ya que además del radón que hay en el terreno, influye el tipo de construcción: que esté edificada en planta 0, que tenga sótano o que exista ventilación, entre otros factores. Moralzarzal ha sido un Ayuntamiento pionero en la realización de un estudio de estas características.

«No queremos causar sensación de alarma, sino que sea un estudio preventivo», ha dicho el alcalde, Juan Carlos Rodríguez Osuna, sobre los resultados que se presentarán esta tarde y que ponen de manifiesto que el 63 por ciento de la superficie del término municipal de Moralzarzal tiene riesgo alto de gas radón y que el 15 por ciento de los datos obtenidos están por encima de los 300 bequerelios por metro cúbico (la Unión Europea, en una reciente directiva, marca un nivel de referencia máximo de gas radón de 300 Bq/m3 para el promedio anual en lugares de trabajo y en cualquier recinto cerrado).

«Que una vivienda esté en un terreno con niveles altos de radón no implica que el riesgo sea elevado ya que hay que tener en cuenta el tipo de construcción. El 50 por ciento de las viviendas analizadas está por debajo de los 200 bequerelios por metro cuadrado», ha añadido Sánchez, , aunque dos, en concreto, han superado los 800Bq/m3.

Para desarrollar esta tarea, la empresa ha tenido en cuanta la geología de Moralzarzal, asentado en terrenos graníticos que tienen uranio, así como en la cartografía existente, como el mapa potencial de radón estatal y el índice de radón, que ofrece el potencial riesgo antes de construir una casa y que puede aumentar o disminuir en función del tipo de edificación. En unos meses se aprobará una nueva normativa estatal sobre la construcción de nuevas viviendas que incluye la necesidad de forjado sanitario de ventilación y de lámina impermeable de radón, elementos que minimizan el riesgo de este gas.

 

Medidas

Si una vivienda supera los 300 bequerelios por metro cuadrado, la ventilación frecuente de las estancias será suficiente para eliminar la presencia de gas radón; si la cifra supera los 500 bequerelios por metro cuadrado será necesario adoptar soluciones constructivas para evacuar el aire de debajo de la solera, como la instalación de una tubería bajo la superficie con un extractor. En este sentido, el pasado 25 de marzo, la Comunidad de Madrid publicó las ayudas y subvenciones para tomar medidas de minoración de gas radón en viviendas.

Cualquier vecino que desee hacer una medición particular de su vivienda, hay empresas especializadas en ello y que aparecen en el listado del Consejo de Seguridad Nuclear y el coste ronda los 110 euros; se instalarían dos detectores (uno por planta y en función de los metros cuadrados). «Hago un llamamiento para que aquellos que lo realicen, lo pongan en conocimiento del Ayuntamiento y así podemos ir completando este estudio», ha solicitado la edil de Medio Ambiente, Susana Villarreal.

El radón es un gas radioactivo y es inodoro, incoloro e insípido. Procede de la desintegración del radio, que a su vez procede de la desintegración natural por la desintegración del radio 226 contenido en las rocas, que a su vez procede de la desintegración del uranio existente en las rocas y suelo. Una concentración alta de este gas afecta a los pulmones; la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que el gas radón es la primera causa de cáncer de pulmón en no fumadores y la segunda en fumadores, después del tabaco, aunque en Moralzarzal no hay un incremento de cáncer de pulmón, han insistido fuentes municipales con el objetivo de tranquilizar a los vecinos. «Tomando las medidas necesarias, no es preocupante el gas radón».

«En la naturaleza no es peligroso», ha asegurado Villarreal, «y hemos convivido con él siempre y vamos a tener que seguir haciéndolo». No se puede eliminar el gas radón pero sí «reducir la vulnerabilidad y ahí entramos en las características constructivas de cada vivienda como la tipología de la solera, el forjado, la ventilación», ha añadido Ángel Sánchez.

Tanto los resultados del estudio como el mapa se colgarán en la web del Ayuntamiento de Moralzarzal, que además ofrecerá atención personalizada a través de la Concejalía de Medio Ambiente.

 

 

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