Los restos de un hombre del siglo VII confirman la fase visigoda en el yacimiento de El Boalo

El pasado 7 de abril tuvo lugar en El Boalo la primera Jornada de Arqueología, promovida por el Ayuntamiento y por la Dirección General de Patrimonio Cultural de la Comunidad de Madrid. Los equipos de las diferentes instituciones que han participado en las actuaciones realizadas en el yacimiento en la campaña del pasado año 2018 presentaron sus resultados y conclusiones.

Comenzó la sesión con las explicaciones de los estudios de georradar realizados por el CAI AAA de la Universidad Complutense de Madrid, que han permitido saber de la existencia de varias estructuras y tumbas en el subsuelo de la parcela y que ayudaron a decidir sobre el lugar donde plantear la excavación. Un trabajo complementario y fundamental para los resultados arqueológicos. A continuación, el equipo director del proyecto, formado por Charo Gómez Osuna del Equipo A de Arqueología y Javier Salido Domínguez, del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la Universidad Autónoma, presentaron los resultados y materiales recuperados durante las excavaciones.

Unos resultados que han fechado mediante Carbono 14 al individuo adulto exhumado entre finales del siglo VII y principios del VIII, d.C. confirmando una fase visigoda o altomedieval para el yacimiento del Rebollar. Sorprendieron la presentación de las monedas de diferentes fechas, comenzando con el conjunto de dírhams árabes del siglo IX, pasando por ejemplares de los siglos XV-XVI y XVII y un botón del Reinado de Isabel II del siglo XIX. También se mostraron cerámicas representativas de diferentes momentos que serán estudiadas en profundidad.

Pero el momento más impactante fue cuando el equipo de antropólogos del Laboratorio de Poblaciones del Pasado de la Facultad de Biología de la Universidad Autónoma de Madrid presentó sus trabajos apoyándose en los restos de las dos personas investigadas, un adulto y un bebé. Sobre la mesa del salón de plenos se expusieron los huesos de ambos individuos y se fueron explicando cómo se consigue averiguar datos sobre ellos. Aspectos del individuo adulto como su sexo masculino, su edad aproximada entre 30 y 40 años, su sorprendente estatura de 1,75-1,80 m, algo muy inusual para esa época, las evidencias de un trabajo físico intenso a lo largo de su vida -confirmadas  por las inserciones de los tendones- o algunos rasgos genéticos singulares a los que habrá que seguir la pista en los futuros individuos que se puedan documentar.

Un vídeo enviado por los restauradores del Servicio de Conservación, Restauración y Estudios Científicos del Patrimonio Arqueológico (SECYR) de la UAM mostró los trabajos de limpieza, consolidación y restauración realizados sobre las piezas más singulares o en peor estado de las recuperadas en la excavación y presentaron la actuación que van a realizar sobre el pavimento y revoco de mortero de cal y arena de la cabecera de la ermita.

Para finalizar el acto, Carmen Fernández Ochoa, catedrática emérita del Departamento de Prehistoria y Arqueología de la UAM y asesora científica del proyecto, destacó varios aspectos interesantes sobre la ubicación de la ermita junto a la Cañada Real, haciendo un análisis rápido sobre la evolución del poblamiento. Finalizó el acto con un coloquio y preguntas finales sobre diversos temas que evidencian el interés que ha despertado entre los vecinos los resultados de la primera campaña de excavación.

Un broche de oro para un año de trabajo arqueológico que ha supuesto conocer un poco más de la historia de El Boalo, que ha confirmado la fecha de su primera ocupación en el siglo VII, que ha permitido conocer a dos antiguos vecinos y que ha generado un enorme entusiasmo y curiosidad en el municipio, gracias a haber participado de forma directa en los trabajos o indirecta en las acciones de divulgación realizadas con los escolares y con los vecinos.

Se abre ahora una nueva campaña que comenzará con las inscripciones a partir del día 29 de abril y con las excavaciones arqueológicas, que se realizarán entre el 27 de mayo y el 21 de junio de 2019. Los interesados pueden escribir a partir del 29 de abril al correo electrónico: equipoadearqueología@gmail.com

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