Cinco despidos y un descenso de las ventas del 15 por ciento: balance de los comerciantes de Alpedrete tras la peatonalización de la calle Real, que el Ejecutivo decidirá si es permanente

Cinco despidos y un 15 por ciento menos de ventas es el balance que hicieron ayer los comerciantes de la calle Real de Alpedrete tras dos meses de peatonalización, una iniciativa que se puso en marcha en el mes de noviembre a modo de «prueba piloto» y que ahora el equipo de Gobierno tendrá que decidir si se implanta de forma permanente. La medida, que afecta a la calle Real, desde su cruce con la calle Collado Mediano hasta la plaza de la Villa, donde se encuentra el Ayuntamiento «afecta a un centenar de comerciantes que viven de esa calle».

«Yo tengo dos bares y nunca he cerrado ninguno; ahora tengo que cerrar los lunes y he tenido que despedir a dos personas y otra se irá la semana que viene. Varios clientes me han dicho que no vienen al centro por lo incómodo que es», reconoció un hostelero local. «No se puede reducir el gasto de luz, de agua… y las ventas nos han bajado un 15 por ciento, eso es mucho para nosotros. Si un cliente se va, cuesta mucho recuperarlo, así que hemos tenido que despedir a tres empleados», añadió el dueño de un supermercado de la zona. «Nosotros somos dos y sí hemos tenido que recortar gastos, no podemos hacer otra cosa», lamentó la dueña de una panadería, incluso se llegó a decir que «el párroco y algunos feligreses también han notado que va menos gente a misa».

Ayer se celebró una reunión -la tercera de estas características- en el Centro de Mayores a la que asistieron representantes políticos de todas la formaciones y cerca de 40 comerciantes y vecinos de Alpedrete. En el encuentro, el alcalde, Carlos García Gelabert, reconoció que «le dolían» los despidos y que tras escuchar a comerciantes y vecinos se tomará una decisión sobre el futuro de una las principales arterias del municipio, mientras que el edil de Urbanismo, Juan Aragoneses, sugirió que «un porcentaje de las pérdidas es por las obras, pero había que hacerlas».

Aragoneses, reconoció que abrir al tráfico esta vía «es un problema» ya que cuando se ha pavimentado la zona, aprovechando las obras de distribución del Canal de Isabel II, se han retirado los bolardos. «Están guardados en el almacén, pero ponerlos es un problema», ya que implicaría taladrar de nuevo el firme. Además, se apuntó que el tipo de firme que se ha colocado no soportaría la circulación del tráfico rodado. «En unos años, habría que volver a levantarlo como ha ocurrido ahora, han cometido el mismo error que Marisol Casado -sustituyó el firme que había colocado su antecesor, Isidoro Aragoneses-«, indicó un vecino.

Sobre este punto, alguno de los presentes propuso una peatonalización parcial, que afecte a los fines de semana o a fechas concretas en las que el Ayuntamiento proponga actividades en la calle, como la Noche en Blanco que organizan los comerciantes en colaboración con el Consistorio en verano, y que se coloquen jardineras a modo de bolardo para delimitar la acera de la calzada.

 

Más aparcamiento y luz y regular el paso de camiones 

La mayoría de los presentes alegó problemas de aparcamiento en la zona y denunciaron la irregularidad de las nuevas plazas de estacionamiento para personas con movilidad reducida. «No pueden bajar del coche porque la puerta choca con una farola», dijeron.

«No hay que buscar más plazas de aparcamiento, hay que usar las que hay», dijo Juan Aragoneses en referencia al parking de Las Canteras, que dispone de más de 90 plazas y está «infrautilizado». «A veces tardo 45 minutos en que me levanten la barrera para poder sacar el coche, la máquina nunca da cambio, está descuidado», fueron algunas de las quejas de los usuarios de esta instalación que se privatizó hace unos años y ahora el equipo de Gobierno intenta recuperar. «Se va a liberalizar, pero lleva sus trámites. El Ayuntamiento pondrá dinero para que sea gratuito la mayor parte del día, para que haya rotación».

Además, varios asistentes criticaron la escasa iluminación de la calle, que el edil de Urbanismo achacó a la reticencia de algunos propietarios a permitir que el Ayuntamiento instalase farolas en sus fachadas -«las farolas están compradas, pero no nos dejan ponerlas»-, mientras que otros sugerían la implantación de una zona de estacionamiento regulado (conocido como ORA) -«es inviable porque no es rentable y ninguna empresa se querría hacer cargo»-.

Varios asistentes se quejaron del «embotellamiento» que se ha creado al restringirse la circulación. «Es un embudo. La gente da muchas vueltas para aparcar y al final, se va a Villalba» y de la dificultad de los camiones de descarga. «Ni entraban antes ni lo hacen ahora. Se ha producido varios choques con coches y golpes, tienen que que dar la vuelta por prohibida, hay que solucionarlo», dijo Aragoneses que explicó que a los de carga elevada no les está permitido la entrada en el casco.

 

Propuestas de la oposición

A la reunión también acudieron representantes de otros partidos que reconocieron que «la idea podría ser buena en principio pero se ha llevado de mala manera, sin consultar a los comerciantes -el equipo de Gobierno reconoció que no han hecho una encuesta aunque si han pregunto a varios afectados y que dos estudios de movilidad recomendaban que la calle Real fuera peatonal en su totalidad-«, dijo el portavoz del PP, Juan Rodríguez. «Habría que cerrarlo al tráfico cuando haya actividades y más afluencia de público. Para pasear, ya tenemos muchas zonas en el pueblo como la dehesa o las vías pecuarias».

«Se ha empezado la casa por el tejado», señaló la portavoz del PSOE, Marta Díaz. «El proyecto podría haber resultado bien si hubiera habido un proyecto de aparcamiento y amenizado con algún evento. Este municipio ya probó la peatonalización hace muchos años el fin de semana y no salió bien. Yo lo llevaba en el programa electoral y tras hablar con los comerciantes lo dejé en un cajón y me comprometí a que si lo sacaba era de la mano de los comerciantes. Si no ha funcionado, tendrá que abrirse al tráfico. No se puede enfrentar al peatón con el comercio y en una zona comercial tiene que primar el comercio».

Por su parte, el portavoz de Vox, José López, apuntó que «en Alpedrete, el Ayuntamiento, el Registro y la Iglesia están en el centro y la mayoría de los vecinos no viven en él. Sin un aparcamiento no se puede peatonalizar».

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