«Justicia para Ana»: el sábado 27, concentración en San Lorenzo pidiendo penas más duras para los conductores que superan la tasa de alcoholemia

El próximo sábado 27 de octubre tendrá lugar una concentración en la plaza de la Constitución de San Lorenzo de El Escorial para reclamar el endurecimiento de las penas en aquellos siniestros causados por conductores drogados o que superen la tasa de alcoholemia, como ocurrió en el caso de Ana Herrero, que falleció el pasado 13 de junio en un accidente de tráfico en la M-600. «Justicia para Ana», reclaman los familiares de Ana, exigiendo «tolerancia cero al alcohol en la conducción», con el hashtag #PorUnaLeyJusta. A continuación reproducimos la carta que han difundido sus hermanas, Silvia y Laura:

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«Ana cumpliría 38 años el próximo 25 de noviembre. Seguiría con sus clases de Pilates, con sus amigos, con su familia, con su pareja, con su hija, con su vida. Ana podría haber cumplido 38 años si el pasado 13 de junio un conductor que triplicaba la tasa de alcohol no se hubiera cruzado en su camino, de regreso a su casa del trabajo.

Ana murió, fue un accidente, como tantos accidentes que ocurren a diario en las carreteras y las calles españolas pero si a Ana, en vez de cruzársele un conductor borracho en el kilómetro 4 de la carretera de El Escorial (M-600), en un tramo recto, con buena visibilidad, le hubieran asesinado en una calle del pueblo, su homicida probablemente estaría en prisión provisional a la espera de condena.

Pero el conductor que se cruzó en el camino de Ana, y al que no le ha pasado nada, no solo está libre, sino que solo pasó unas horas en el calabozo. Es uno de tantos que convierten su coche en armas de matar casi impunemente. Ellos, solo ellos, tienen la decisión de ponerse al volante sabiendo que no están en condiciones de hacerlo y al tomar esta decisión producen estos accidentes que en nuestro opinión nos son tales, sino asesinatos. Cuatro familias destrozadas de por vida por la imprudencia de una persona que se subió a su potente coche probablemente diciendo ‘yo controlo’. Ana era mi hermana y la de Laura y la hija de mis padres, Isabel y Julián, pareja de José y madre de una niña que cumplió los tres años sin su madre, que fue a su primer día de colegio sin ella y que tendrá que vivir toda su vida con su ausencia.

Nadie nos va a devolver a Ana pero su familia, sus amigos y sus vecinos de El Escorial queremos homenajearla el próximo 27 de octubre a las 12:00 en una concentración en la Plaza de la Constitución de San Lorenzo de El Escorial para apoyarnos en una petición.

Esta es la segunda vez que mi familia se enfrenta a una tragedia derivada del alcohol o las drogas. En 2006 mi padre sufrió un atraco por un drogadicto cuando se encontraba trabajando en la sucursal de Caja Madrid.  Le dispararon por la espalda. La bala le seccionó el intestino delgado por tres secciones y la vena iliaca. Estuvo en la UCI con pronóstico muy grave e ingresado en planta más de un mes. Como consecuencia tiene la incapacidad permanente debido a las secuelas. El atracador fue capturado e ingresó en prisión preventiva (tenía un historial con más de 25 antecedentes). Cuando salió el juicio y a pesar de que mi padre le reconoció, salió absuelto por falta de pruebas (y se le indemnizó por los tres años y medio que pasó de prisión).

Con estos antecedentes, nuestras esperanzas en la justicia son muy escasas, pero no tenemos más remedio que luchar por Ana y por todas las víctimas que como ellas mueren a causa de conductores borrachos o drogados. Se lo debemos».

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