“La vida de estas mujeres se centraba en el cuidado de la familia y se lo merecen todo”

Emilia Cortés preside a sus 85 años la Asociación Siete Picos, la más numerosa de la Comunidad de Madrid, con cerca de 240 socias, y entre las más activas. “Las cosas han cambiado mucho, pero tienen que valorar nuestro trabajo”

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La vitalidad y energía de Emilia Cortés es envidiable. Está al frente de la asociación de mujeres Siete Picos de Cercedilla, la más numerosa de la Comunidad de Madrid, y de la residencia Mirasierra, junto a una de sus dos hijas, Rocío Pérez, concejala en el Ayuntamiento de esta localidad. La otra es María del Mar, “aunque la llamamos Miriam, porque en la Iglesia no se lo quisieron poner al ser un nombre hebreo”, una prueba más del carácer luchador de Emilia, quien a sus 85 años nada se la pone por delante; “ella se va a Madrid cuando quiere y no para, me agota”, dice su hija Rocío, presente en la entrevista donde Emilia nos cuenta que se cumplen 20 años de esta asociación, que crearon “unas mujeres porque aquí no tenían dónde ir y ni qué hacer” y que preside desde hace 12 años (antes de ella hubo otras seis mujeres al frente; la que más ocupó ese puesto lo hizo durante dos años). “Cuando llegué estaban muy aburridas porque no se hacía nada, solo la Semana de la Mujer y contra la violencia y un par de salidas a Madrid. Al principio fui vocal y luego me nombraron presidenta, porque había dado mucha guerra…Yo todos los años digo que me voy, pero aquí sigo”.
Junto a Emilia Cortés, la Junta Directiva está formada por Petra Expósito (vicepresidenta), Mariví Morales (tesorera), Julia Nieto (secretaria) y Loli Pascual y Maruja López (vocales), junto a un grupo de voluntarias.
Actividades
Hoy en día la Asociación Siete Picos cuenta con casi 240 socias (entre una población que no llega a los 7.000 habitantes) y aunque predominan “las mayores, también hay de 30 y 40 años, así que hay futuro en la asociación”, que tiene varios talleres en marcha: pilates (2), bailes de salón (2), teatro, informática, encaje de bolillos, zumba y todo lo que se nos ocurre, como la participación en la entrega de alimentos con seis voluntarios -tres hombres y tres mujeres-; un grupo visita todas las semanas a enfermos del Hospital de la Fuenfría; colaboramos con las cofradías de San Antonio y San Sebastián, con Cáritas, la Asociación Española Contra el Cáncer y con el Ayuntamiento siempre que nos lo pide”.
Emilia también presume de las “merendolas” y “fiestolines”. “Hacemos chocolatadas, arroces, barbacoas y muchas fiestas. Recibimos una subvención del Ayuntamiento que va solo para temas culturales y cuando nos vemos pobres, hacemos una rifa de cualquier cosa”. “Ahora estamos preparando una salida al teatro a Madrid. Si tú quieres ir y no tienes con quien, no importa, vas con las amigas, no necesitas más”.

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Las actividades se celebran en el Centro Luis Rosales, en un local donde la asociación hace los cursos y en el antiguo lavadero, actual Casa de la Mujer, que acoge charlas y reuniones.
Dificultades
En ese tiempo, este colectivo de mujeres también ha sabido sortear las dificultades con las que se ha encontrado. “Hemos tenido muchos palos en la rueda. Las mujeres nos hemos ganado la vida como hemos podido y hemos llegado cada uno con arreglo a nuestra cultura… Yo, que me quedé viuda hace más de 40 años, he llegado a trabajar hasta en tres sitios, para que luego digan que la mujer no tiene campo… La responsabilidad de la familia se comparte. Yo veo que las cosas de la igualdad han cambiado mucho en Cercedilla, pero todavía quedan señores que nos dicen “éstas cuándo hacen la cama, cuándo hacen la comida… Muchas quieren ir a algún sitio pero dicen que tienen que estar para la cena del marido y les digo, mete el plato en el microondas y pon el programa y que él lo cierre; esos son nuestros cursillos de microondas. El que la mujer esté alegre y se arregle va en beneficio de los hombres. Nos tienen que valorar nuestro trabajo y respetar, que sepan que estamos ahí”.
Emilia lamenta que todavía “haya una tendencia al machismo y aunque solo sean cuatro, arrastran a muchos. Hemos tenido hasta abucheos de ellos y nos han llamado gallinas cluecas”. “El Centro del Mayor es históricamente un club de hombres y estamos entrando ahora”, ratifica su hija Rocío.
La Siete Picos pertenece a la Organización de Consumidores y Usuarios de Madrid “y esto no ha hecho que nos relacionemos con otras asociaciones, antes éramos nueve y ahora solo somos cuatro, por el camino se ha perdido la de Los Molinos, Torrelodones… En Villalba empezaron 600 mujeres y ahora son 48”.
Merecido homenaje
siete picos2 (2)La relación con el Ayuntamiento de Cercedilla es buena y Emilia aprovecha la entrevista para agradecer a la actual Corporación su participación en el homenaje del 20 aniversario, al que asistieron todos los alcaldes de los últimos 20 años – “nos faltaba Enrique Espinosa y María Paz, una de nuestras presidentas, en mi espíritu estaban tenerlos en cuenta”- y todos las presidentas con sus equipos desde 1998; resultó precioso”.
Este acto se englobó en la Semana de la Mujer, donde también se celebró la tradicional comida a la que asistieron más de 120 mujeres. “Cómo estaban todas, parecía que iban de boda… hay que estimularlas, se lo merecen todo porque hay una franja de edad en nuestras socias que lo que han hecho en su vida es llevarle la comida al marido, lavar en el lavadero y en otros sitios peores… Su vida estaba centrada en el cuidado de la familia y se merecen todo, un homenaje cada una. La vida ha cambiado mucho y ellas se han ido adaptado a lo nuevo y ahora que tienen el microondas… pues a disfrutarlo”.

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