Nuevas jornadas de huelga en Irubus-ALSA, a la espera de una próxima reunión entre los trabajadores y la empresa

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El acercamiento que se intuía en la última reunión celebrada entre trabajadores de Irubus-ALSA y representantes de la compañía acabó en nada, sin alcanzar un acuerdo que evitase a una nueva semana de huelga, de nuevo lunes y martes, antes de que este viernes se celebre una asamblea en la que la plantilla valorará la posibilidad de que los paros en diciembre pasen a ser indefinidos.

Este último encuentro, en el que estuvieron presentes tanto la alcaldesa de San Lorenzo, Blanca Juárez, como el concejal de Movilidad, Francisco Herraiz, se desarrolló en un clima de “máxima cordialidad”, como de hecho ha venido ocurriendo en todos los encuentros. “Pensábamos que esta vez sí se podría abrir una vía para solucionar esto, pero al final se rompió esa posibilidad. Esperamos que sea posible retomar esa vía para alcanzar un acuerdo, pero está difícil”, señalaba Vicente del Pozo, portavoz del Comité de Empresa, quien avanzaba además que los trabajadores se manifestarán el próximo 4 de diciembre ante la sede del Consorcio Regional de Transportes de Madrid, pidiendo su mediación en este conflicto laboral que se inició a principios de octubre.

Entre tanto, los representantes de los trabajadores esperan que a lo largo de los próximos días se celebre una nueva reunión con la empresa, contando además con que, tras los paros de este lunes y martes, la próxima semana no habrá huelga, por lo que no se retomaría hasta los días 4 y 5 de diciembre, por lo que se abre ahora un periodo de casi dos semanas para avanzar en las negociaciones. Todo ello mientras las quejas de los usuarios se multiplican y el malestar ha ido en aumento, aunque Del Pozo señala que, aunque también hay críticas, son muchos los vecinos que están trasladando su apoyo a los trabajadores. “La empresa parece que solo se queda con lo económico, que está ahí y es importante, pero también reclamamos otras cuestiones en materia de seguridad y que benefician directamente a los pasajeros, porque no puede ser que el autobús tenga que pasar de largo en las urbanizaciones de la M-600 porque no hay sitio, y lo mismo con la línea 661 cuando viene desde Madrid y pasa por Las Rozas”, añadía.

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