Huelga en Irubus-ALSA: los trabajadores reclaman mejoras económicas y en materia de seguridad, mientras la empresa denuncia retrasos en los servicios mínimos

Los trabajadores de Irubus-ALSA en San Lorenzo de El Escorial celebran hoy la primera jornada de huelga, dentro de los paros convocados los lunes y martes de octubre, noviembre y diciembre, después de que en la tarde del domingo no se consiguiese llegar a un acuerdo entre la empresa y los representantes sindicales.

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El portavoz del Comité de Empresa, Vicente del Pozo, recordaba que en el último año y medio -desde que ALSA compró Autobuses Herranz- ha habido otras dos convocatorias de huelga (la última, en octubre de 2016), finalmente desconvocadas al alcanzarse un acuerdo, si bien asegura que “siguen incumpliendo bastantes cosas de las que nos dijeron”. Una de ellas, proseguía, es la “paralización de los turnos”, lo que supone, explicaba que “si te vas a Ávila con una excursión y te tiras dos horas para ir, otras dos para venir, y luego estás allí siete parado, esas horas no te cuentan como trabajo, aunque estés fuera de tu casa”. También reclaman la valoración de las líneas “a tiempo real”, reflejando el tiempo que verdaderamente se tarda en cubrir el trayecto San Lorenzo de El Escorial – Madrid, y viceversa, así como en el resto de líneas. También hay un componente salarial, señalaba, de modo que se asuma el acuerdo de mejora existente con Herranz, “con la que no existía nada firmado, pero que se venía cobrando desde hace años, y en cambio esta empresa lo quitó; lo que pedimos es que nos lo den, porque existe una merma económica importante”.

En este sentido, y frente a la postura de la dirección de la empresa, que mantiene que el motivo de la huelga es exclusivamente económico y que, en caso de asumir las reclamaciones salariales de los trabajadores, se pondría en riesgo la viabilidad de la compañía, desde el Comité de Empresa afirman que es “absolutamente viable”. “Pero no es todo un tema económico, también es cuestión de seguridad, porque lo único que llevamos es el chaleco amarillo; lo demás se cumple muy poco”, indicaba Vicente del Pozo. Además, aseguraba, “hay 25 ó 30 compañeros que están sancionados por exceso de velocidad o cualquier otra circunstancia, y eso hace que tengas que ir 15 ó 20 días a casa”.HUELGA ALSA 6

Por otra parte, en las últimas semanas, desde que se hizo pública la convocatoria de huelga, se han mantenido tres reuniones con representantes de la empresa para intentar alcanzar un acuerdo, “la última de ellas ayer por la tarde; estuvimos aquí desde las 17:00 hasta las 21:00 horas, y no hubo manera, no dan nada de lo que estamos pidiendo, tanto en el tema económico como en materia de seguridad”.

Finalmente, Vicente del Pozo, se dirigía también a los usuarios de las distintas líneas de autobús que opera ALSA en la Sierra para pedirles “perdón, en nombre de todos los conductores, por las molestias que les estamos causando, pero tienen que entender las reivindicaciones que estamos planteando, porque también es una cuestión de seguridad para ellos; lo que no puede ser es que vayas con el autobús lleno desde la parada del Pulgarús y a partir de ahí la gente se tenga que quedar en tierra, porque lo que se está pidiendo también es que metan más autobuses y servicios”.

Piquetes y retrasos en los servicios mínimos

Por su parte, la dirección de Irubus ha denunciado que la actuación de los piquetes ha impedido esta mañana el normal cumplimiento de los servicios mínimos establecidos en la huelga de conductores de autobuses interurbanos de la Sierra Oeste de Madrid, que afecta a unos 15.000 usuarios diarios, de las 26 líneas que cubren habitualmente estos municipios.

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La empresa ha condenado «los irresponsables e injustificables actos de vandalismo y rotura de lunas que se han producido desde que se inició el conflicto, y que ponen en serio riesgo la seguridad de viajeros y empleados, además de provocar la inutilización de vehículos para la normal prestación de los servicios».

A primeras horas de la mañana, señalan desde la empresa, un grupo de entre 30 y 40 personas se concentró en la terminal de autobuses situada en la calle Juan de Toledo de San Lorenzo de El Escorial, lanzando huevos a las lunas de los autobuses e impidiendo que los vehículos pudieran salir a su hora, lo que ha ocasionado retrasos generalizados (de entre 20 y 60 minutos).

La dirección de Irubus señala en un comunicado que «lamenta los retrasos registrados, pide disculpas a los usuarios afectados y espera poder regularizar los horarios a lo largo de la jornada».

Finalmente, la dirección de la empresa reitera reitera que los motivos reales de esta huelga son «exclusivamente incrementos salariales, que supondrían, en su conjunto, un incremento del 50% de los costes salariales de la empresa.  Los motivos nada tienen que ver -como esgrimen los sindicatos- con supuestos incumplimientos en cuanto a los tiempos de descanso, que la empresa cumple en su integridad». Estas subidas se solicitan cuando la plantilla, asegura la compañía, «no sólo tiene ya uno de los convenios colectivos, como es el Madrid, más beneficiosos para los trabajadores, sino que además disfruta de otra serie de beneficios laborales y ventajas económicas adicionales que mejoran en un 10% estas ya de por sí buenas condiciones económicas».

La dirección ha manifiestado su «disposición al acuerdo», y recuerda que «siempre ha sido dialogante, transparente en la toma de decisiones y ha empleado recursos técnicos y materiales para mantener la actividad, la calidad del servicio y el empleo, en un sector cada día más difícil y competitivo».

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