Las máquinas proceden a la demolición del edificio de la antigua discoteca ‘Testa’ de Collado Villalba tras el desalojo de ‘La Fábrika’ hace un mes y medio
El pasado sábado 22 de abril, efectivos de la Guardia Civil y de la Policía Local de Collado Villalba procedieron al desalojo -cumpliendo una orden judicial- del Centro Social Okupado y Autogestionado La Fábrika, en Collado Villalba, situado en el local de la antigua discoteca Testa, en la vía de servicio de la A-6.
Ahora, un mes y medio después, este viernes a primera hora de la mañana se ha procedido a la demolición del inmueble, de modo que en el terreno que en su día ocupó ‘Testa’ –uno de los locales de referencia en los años dorados de la noche villalbina- es ahora un solar en el que las máquinas trabajaban para retirar los escombros. Se dice así definitivamente adiós a uno de los últimos vestigios de aquella ‘Movida villalbina’ de los años 90, que a lo largo de la vía de servicio concentraba locales como Sidney, Boss o -al otro lado de la carretera- Porche.
La demolición se produce después de que un informe jurídico de los servicios municipales del Área de Urbanismo, con fecha 1 de marzo de 2017, resolviera “el cese inmediato de la actividad que se ejerce en la finca de referencia” y ordenase “a la propiedad cuantas medidas sean necesarias para hacer efectiva dicha orden”.
Los servicios técnicos municipales, tanto del área de Urbanismo como el de Sanidad, certificaron que la instalación suponía un grave riesgo de seguridad para los ocupantes e incumple la normativa vigente, “por lo cual no existe ninguna garantía que el inmueble sea seguro para el desarrollo de actividades, ni para su uso en las condiciones determinadas por el Código Técnico de la Edificación”.
Múltiples y graves deficiencias
El informe técnico hacía referencia a “escaleras en mal estado sin elementos de protección, falsos techos desprendidos y con elementos colgados, muros con ondulaciones y huecos abiertos”, entre otras irregularidades. Además se especifica que “los espacios libres de parcela y los accesos y desvíos entre edificaciones tampoco ofrecen la seguridad necesaria, dado que existen cables, huecos, conexiones, elementos vegetales y otros obstáculos, que pueden suponer un grave peligro para la seguridad personal”.
El desalojo a finales del pasado mes de abril vino acompañado de polémica, ya que el Ayuntamiento de Collado Villalba denunció al CSOA La Fábrika por amenazas y coacciones sufridas contra esta administración y su alcaldesa, Mariola Vargas. “Tolerancia cero con la okupación. El precinto se pone porque hay riesgo para la integridad física de las personas que puedan estar dentro. No estamos en contra del derecho de reunión; que pidan un local, como el resto, o lo alquilen de una forma legal. La legalidad está para cumplirla”, manifestó entonces la regidora, mientras que desde el Centro Social Okupado indicaban que el desalojo se producía por “motivos políticos”. “Las condiciones del espacio es la excusa del Ayuntamiento para acabar con el movimiento popular y combativo que genera La Fábrika”, señalaron a través de las redes sociales.
