Collado Villalba pondrá en marcha una campaña contra las pintadas de graffitis, que le cuestan más de 200.000 euros a las arcas municipales
Los niños y jóvenes de Collado Villalba serán el objetivo de la campaña de concienciación para prevenir las pintadas de graffitis en edificios y parques municipales, colegios e institutos, ambulatorio y la vía pública que va a poner en marcha el Ayuntamiento -a través de las áreas de Infancia y Juventud y Educación-, que destina más de 200.000 euros al año en limpiar estos espacios.
Tanto la alcaldesa, Mariola Vargas, como la edil de Urbanismo, Yolanda Martínez, han insistido en la importancia de la colaboración vecinal para atajar un problema recogido en la Ordenanza de Fomento y Garantía de la Convencia, que contempla multas de hasta 3.000 euros por daños en la vía pública. «No tiene un afán recaudatorio, sino que es revertir en las arcas municipales una pequeña parte de lo cuesta a todos los vecinos».
«Esto es algo que podríamos evitar en un 90 por ciento si los jóvenes -empiezan con estas prácticas a partir de los 12 años-, estuvieran concienciados de que lo que están haciendo es un daño absurdo porque no lleva a nada y cuesta mucho dinero y esfuerzo y que nos qu
ita recursos para tener otros servicios», ha subrayado Vargas. «Este señor que se está dedicando a quitar el graffiti podría hacer otra cosa como barrer una calle o repasar un contenedor de basura».
Por ejemplo, en limpiar el muro del cementerio de Villalba Pueblo, de unos 300 metros de largo, un operario de la Brigada municipal destinará su jornada laboral completa durante unos 11 días, lo que se traduce en un coste cercano a los 4.000 euros.
Decapante, agua y arena
Durante la demostración de limpieza que ha tenido lugar esta mañana en este muro, un efectivo de la Brigada ha empleado dos técnicas para eliminar las pintadas: primero ha empapado la pared con decapante y con ayuda de una pistola de agua a presión ha eliminado los restos de pintura y en segundo lugar ha utilizado arena a presión. En el primero de los casos, el sistema es más rápido pero es menos efectivo en función de los colores -se eliminan peor el rojo y el plata- y la temperatura ambiente -es necesario que haga un poco de calor, pero no demasiado para que no se seque el decapante-. El sistema de emplear arena a presión no supone ningún riesgo para el operario, pero es más lento.
Actos vandálicos
«Las fuentes de nuestro municipio están sometidas permanentemente a actos vandálicos. Por ejemplo, la fuente de la iglesia de la Estación el arreglo fueron 8.000 euros y otra vez está rota. Ha durado seis meses», ha lamentado Vargas. «O un parque que se dejó en perfecto estado este verano, ya están todos los bancos pintados otra vez, el césped artificial levantado…».
