El equipo de Gobierno de Alpedrete se reunirá con el PP para intentar aprobar el PGOU y convertir el polígono en mixto

 

El equipo de Gobierno de Alpedrete se reunirá con el grupo municipal del Partido Popular para intentar aprobar el Plan General de Ordenación Urbana por tercera vez en esta legislatura, tras la propuesta fallida de septiembre de 2017 y la de hace unas semanas. El alcalde, Carlos García-Gelabert, ha señalado que “nos han acusado de no contar con ellos –para elaborar el PGOU-, así que vamos a hablar con el PP a ver si llegamos a un punto de acuerdo”.

García-Gelabert ha dejado claro que “se llevará a Pleno si está consensuado” y que este encuentro se mantendrá “de momento” solo con los populares y no con las dos concejalas del Partido Socialista que anteriormente formaban parte del Ejecutivo. “A ver si la responsabilidad de la gente les lleva a aprobar el PGOU. Si hay voluntad, que lo demuestren. Si quieren arreglar el polígono, está en sus manos”.

Si finalmente se aprobase el Plan, entre las novedades urbanísticas, el polígono industrial se convertiría en mixto y añadiría el uso comercial, reivindicación que un grupo de propietarios hicieron ayer patente con la concentración que protagonizaron junto al presidente del PP, Juan Rodríguez, las dos concejalas del PSOE, Marta Díaz y Aihnoa Lapido y miembros de VOX y la colocación de una pancarta en la calle principal de esta zona.

“Había concejales del PP y PSOE que hace 15 días no aprobaron el Plan General”, ha recriminado el responsable de Urbanismo, Juan Aragoneses. “Y un total de ocho personas, de las que ninguno tiene empresas en el polígono, sí propiedades. Dicen que quieren un polígono mixto para crear empleo, pero no es verdad; quieren enriquecerse más de lo que son”.

“El Ayuntamiento no puede ser responsable de una inversión que ha hecho un empresario”, ha dicho Aragoneses, que ha puesto como ejemplo el edificio Rojo y Plata del polígono. “¿Por qué se hizo un centro comercial cuando no se podía? ¿Quién prometió a la propietaria que el polígono sería comercial? Yo no lo sé”.

 

Pagar o no las plusvalías

La conversión del polígono puede realizarse a través de dos vías: el Plan General, que tendría un coste 0 para los propietarios de las parcelas, o con la modificación de las Normas Subsidiarias. Tras el primer fracaso de aprobar el PGOU, UNPA presentó un escrito al alcalde instándole a que se iniciase esta segunda opción. Pero tras varias reuniones con la Dirección General de Urbanismo de la Comunidad de Madrid se llegó a la conclusión de que los propietarios tendrían que pagar una especie de plusvalía. Aunque los cálculos son aproximados, los propietarios tendrían que pagar más de 10.000 euros por cada 500 metros cuadrados de parcela, a lo que hay que añadir el 30 por ciento de cesión de redes.

“Cuando haces un cambio de las normas, varían unos coeficientes y hay que hacer unas cesiones del 10 por ciento para aprovechamiento lucrativo y del 30 por ciento para redes generales, que se destinan a infraestructuras públicas en cualquier punto del municipio, no va a  las arcas municipales”, ha explicado Aragoneses.

En Rivas Vaciamadrid se realizó una modificación de las normas “y coló porque los propietarios no pagaron las plusvalías, pero eso es algo ilegal, es un delito”, ha reconocido la portavoz de UNPA, Ana Isabel Balandín.

“El Ayuntamiento no puede eximir del pago de las plusvalías a un grupo de ciudadanos, sería injusto”, ha subrayado el alcalde. “No se puede marcar la política de un Ayuntamiento por un grupo de empresarios”.

 

La historia del polígono

El polígono de Alpedrete se gestó entre finales de los años 80 y principios de los 90, cuando el Ayuntamiento, propietario de los terrenos, los vendió a particulares, quienes, según se acordó en Pleno (de junio de 1990), debían de crear una Junta Urbanística de Conservación que se hiciera cargo del mantenimiento de la red de abastecimiento, el alumbrado, el saneamiento o la pavimentación, entre otros. Sin embargo, esta entidad nunca se creó “y ahora algunos de estos propietarios nos lo exigen al Ayuntamiento”, ha dicho el concejal de Urbanismo, Juan Aragoneses.

El desarrollo comenzó con 92 parcelas, aunque finalmente hay 83, de las que 60 tienen una construcción (nave). Actualmente hay 170 licencias de actividad en la zona. “En un primer momento había empresas ligadas al boom inmobiliario, como empresas de materiales de construcción, pero cuando llega la crisis, decae y ahora está en precario”, resume el regidor.

“Nos acusan de que está sucio y abandonado, pero la limpieza es la misma desde 2003, ya que es Urbaser quien tiene la obligación de limpiar el polígono una vez al mes. La gestión del alcantarillado no es un tema municipal, sino que le corresponde al Canal de Isabel II; y la desratización es igual que en el resto del municipio, se hace si se solicita. En cuanto a las papeleras no se colocan porque la gente no pasea por allí, pero si ese es el problema, mañana ponemos diez. El reciclado ordenado se hace igual que en el resto del municipio. Además, la señalización es nueva y sobre la seguridad, hay dos cámaras, a la entrada y a la salida, más que en otras partes del pueblo”, ha enumerado Aragoneses, quien ha subrayado que “no se va asfaltar hasta que no finalicen las obras de renovación de la red de abastecimiento –que está llevando a cabo el Canal de Isabel II y que está previsto que lleguen al polígono a finales de 2019-“.

En cuanto al acerado, Aragoneses ha indicado que se ha solicitado una subvención de 200.000 euros (el 40 por ciento) a la Comunidad de Madrid. “Estamos esperando la respuesta para ver qué porcentaje nos subvencionan, pero en cualquier caso se van a arreglar las aceras, que se hicieron de hormigón y cuando suben los camiones, se rompen lo que da un estado poco lustroso, pero no sucio, del polígono”, añade el edil de Urbanismo.

“Todos compartimos que sea mixto y apostamos por el desarrollo local. Dicen que tenemos abandonado el polígono, pero no es verdad. Hemos recaudado 222.000 euros del IBI del polígono y se han invertido, solo este año, 165.000 euros en alumbrado”.