Una vecina de la acusada de matar a su hermana en Hoyo de Manzanares vio a la víctima tirar el cuchillo

Una vecina del inmueble de Hoyo de Manzanares donde presuntamente una mujer mató a su hermana embarazada con catorce puñaladas en 2016 ha testificado en el juicio que vio a la víctima tirar por el balcón un cuchillo. Así lo ha declarado la testigo en el juicio que sigue la Audiencia de Madrid de Wilma Elizabeth M. C., que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 15 años de cárcel por presuntamente asestar hasta catorce puñaladas a su hermana, que estaba embarazada de seis meses, hasta provocarle la muerte a ella y al hijo que esperaba. Sin embargo, la defensa mantiene que fue Ilsa, la fallecida, quien agredió a la acusada con el cuchillo mientras decía "Tenemos que morir", tras lo que ella consiguió huir y dejó a su hermana "sana" y sin ninguna herida en la casa mientras manifestaba que iba a suicidarse.

ayunt hoyo
Fachada del Ayuntamiento de Hoyo de Manzanares

Una vecina del inmueble de Hoyo de Manzanares donde presuntamente una mujer mató a su hermana embarazada con catorce puñaladas en 2016 ha testificado en el juicio que vio a la víctima tirar por el balcón un cuchillo. Así lo ha declarado la testigo en el juicio que sigue la Audiencia de Madrid de Wilma Elizabeth M. C., que se enfrenta a una petición de la Fiscalía de 15 años de cárcel por presuntamente asestar hasta catorce puñaladas a su hermana, que estaba embarazada de seis meses, hasta provocarle la muerte a ella y al hijo que esperaba.

Sin embargo, la defensa mantiene que fue Ilsa, la fallecida, quien agredió a la acusada con el cuchillo mientras decía «Tenemos que morir», tras lo que ella consiguió huir y dejó a su hermana «sana» y sin ninguna herida en la casa mientras manifestaba que iba a suicidarse.

En la sesión de hoy, una vecina de la vivienda donde se produjeron los hechos ha relatado que aquella mañana oyó golpes «muy fuertes» y «secos» provenientes de la casa de las hermanas durante unos 40 minutos hasta que, de repente, escuchó un grito seco que, según ha referido la testigo, no había oído «ni en las películas».

Ante esto, la vecina se asomó al patio interior y vio a Ilsa asomada a su balcón de pie y portando un cuchillo, con la mirada perdida, «hierática como una esfinge egipcia», con la boca y camisa ensangrentadas y varios cortes en su cuerpo.

La testigo intentó llamar la atención de Ilsa pero esta hizo caso omiso hasta que, de repente, gritó otra vez, tiró el cuchillo hacia el patio interior y se metió en casa. La declarante fue a avisar a su marido y cuando volvió a asomarse sólo pudo ver los pies de la mujer tendida en el suelo.

También han testificado hoy dos amigos de las dos hermanas, que han corroborado lo dicho por la acusada de que ésta fue a verles cuando abandonó el domicilio el día de los hechos. Estos amigos han relatado que la acusada les dijo que había tenido una pelea con Ilsa en la que había resultado herida y tenía miedo de que ella la estuviera persiguiendo con un cuchillo. Estos testigos han añadido que trasladaron a Wilma al hospital para ser atendida de unas heridas que tenía y que fue allí donde recibió a los guardias civiles que le comunicaron la muerte de su hermana.

Por su parte los agentes han declarado que la acusada mostró una «sorpresa total» y la detuvieron por un presunto delito de homicidio.

Uno de los amigos de las hermanas ha manifestado que le extrañó la detención porque la víctima era «muy agresiva» e «impulsiva» y había protagonizado anteriores episodios de intentos de suicidio y peleas.

Los indicios en que se basó la detención y ahora sostiene la acusación son las heridas que causaron la muerte a Ilsa y que según el fiscal difícilmente pudo haberse provocado ella misma, catorce puñaladas, de las cuales una atravesó su corazón.

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